Para evitar el sobresalto

Desde este diario hemos promovido una constituyente para que Panamá tenga un nuevo Contrato Social. Sin embargo, las circunstancias obligan a la estabilidad del país y la recuperación económica. Pero los momentos también hay que aprovecharlos y justo se da en esta oportunidad con los cambios de gobierno. Justo es que las fuerzas políticas y civiles de la sociedad pacten reformas puntuales y se aproveche que sean aprobadas con la actual Asamblea que termina y se aprueben en la próxima Asamblea que se instala el primero de julio. Aunque somos conscientes de que necesitamos una constituyente para romper el atavismo con la Constitución de 1972 que liga al período militarista, la estabilidad del país es más importante en este instante. Temas como la segunda vuelta, la investigación de los magistrados y de los diputados, la elección de los diputados, entre otros, pudieran entrar en ese acuerdo de reforma. Quizás no haya que inventar el agua y se retome el proyecto original que fue consensuado en la Mesa de Concertación al principio del gobierno pasado. Hay que pensar primero en Panamá y garantizar la estabilidad para la recuperación de la confianza. El país ha sido sometido a una presión brutal y que gracias a la sensatez de los panameños no llegamos al estallido social como muchos empujaban. Los momentos son claves y hay que saberlos aprovechar. ¡Así de simple!