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La ruptura de Colombia con Israel, una decisión previsible de consecuencias imprevisibles
- 03/05/2024 10:12
- 03/05/2024 10:10
La ruptura de relaciones diplomáticas de Colombia con Israel supone un giro de 180 grados en la política exterior del país andino y aunque era una decisión previsible dada la postura del presidente Gustavo Petro frente a la guerra en Gaza, tendrá consecuencias imprevisibles en lo político, lo económico y lo comercial.
Petro, ardoroso defensor de la causa palestina, anunció el miércoles ante los trabajadores reunidos en la Plaza de Bolívar de Bogotá por el Primero de Mayo, que este jueves “se romperán las relaciones diplomáticas con el Estado de Israel (...) por tener un Gobierno, por tener un presidente genocida”.
Para el excanciller y analista político Julio Londoño Paredes, “eso estaba cantado, eso se veía venir”, porque es “la culminación de una sucesión de hechos que vienen de tiempo atrás”, desde que Petro arremetió contra el Gobierno de Israel por los bombardeos a Gaza, que no ha dudado en calificar de “genocidio” y de compararlos con los crímenes de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
“Como es de conocimiento público, Colombia se unió a los 52 Estados que adhirieron o hicieron parte de la demanda de Sudáfrica contra Israel acusándolo de violación de la Convención sobre Genocidio de 1948”, dijo a EFE Londoño, canciller entre 1986 y 1990 y actual decano de la Facultad de Estudios Internacionales de la Universidad del Rosario.
Relaciones estrechas
La decisión de Petro ha causado duras críticas en Colombia y preocupación por el impacto que tendrá en las relaciones políticas, económicas y comerciales bilaterales, aunque el Gobierno afirmó en un comunicado que la ruptura diplomática no está dirigida “contra el pueblo israelí ni contra las comunidades judías, ya que nos unen lazos históricos y de amistad que persistirán”.
“Colombia lo que ha hecho es romper relaciones con el Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu que ha sido cuestionado internacionalmente, e incluso dentro de su propio país, por la situación que está presentando en Gaza, no es necesariamente contra la nación israelí”, explica Londoño.
En cualquier caso, es una situación difícil para el país desde una perspectiva de seguridad, comercial y hasta regional porque sitúa a Colombia, junto con Bolivia y Venezuela, en el grupo de países que han llegado al extremo de romper con Israel, algo que no han hecho vecinos árabes como Egipto o Jordania, entre otros.
Cambio de eje
Colombia e Israel, que establecieron relaciones diplomáticas en 1957, habían mantenido hasta ahora un vínculo estrecho en diferentes campos, desde el político hasta el militar, pasando por lo económico, comercial y científico.
Durante décadas, Colombia se alineó con EE.UU. e Israel en la ONU cuando se trataba de votar resoluciones sobre Palestina, por lo que el rompimiento de relaciones marca un antes y un después en esa relación.
Israel ha sido además un tradicional proveedor de armas, equipos militares, aparatos de medicina, maquinaria, sistemas de seguridad y productos químicos para Colombia, que a su vez le exporta principalmente carbón, café, flores y confites.
En agosto de 2020 entró en vigor un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los dos países y en 2023 Colombia exportó 499 millones de dólares a Israel e importó 95,3 millones de dólares, según datos oficiales.
Comercio sin diplomacia
El excanciller Londoño considera que a pesar de la ruptura diplomática ordenada por Petro, “es posible que las relaciones de carácter comercial continúen” porque así sucedió en el pasado cuando el país mantuvo vínculos comerciales con otros con los que no tenía relaciones, como Cuba o Sudáfrica “en tiempos del apartheid” y actualmente con Taiwán.
“Supongo que los campos más sensibles, como en la cooperación en el campo militar, el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Militares habrán tomado las previsiones del caso”, agrega el excanciller, que además es coronel retirado del Ejército.
El rompimiento de relaciones diplomáticas fue criticado por separado por los expresidentes Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe, Iván Duque y Andrés Pastrana, quienes consideran que traerá consecuencias negativas al país, que desde la firma de los Acuerdos de Paz de Oslo ha defendido “la solución de dos Estados”.
“Romper relaciones con Israel para nada contribuye a esa solución y tiene consecuencias negativas para los colombianos. Nuestra política exterior debe siempre defender la solución pacífica de los conflictos”, manifestó Santos, Premio Nobel de Paz de 2016.