Minsa preocupado por rechazo a la jornada de vacunación contra el sarampión

Actualizado
  • 21/03/2024 10:19
Creado
  • 20/03/2024 20:49
Solo el 25% de los niños ha sido inmunizado. Funcionarios han recibido amenazas

Un total de 293.646 niños deberían ser vacunados durante la campaña nacional de seguimiento contra el sarampión, informó la coordinadora general del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) del Ministerio de Salud, Itzel de Hewitt. La actividad ha sido planificada del 11 al 24 de marzo. Después del 24 de marzo la jornada de vacunación se suspenderá por la Semana Santa, y arrancará nuevamente del 1 al 16 de abril. Esta cifra de niños de 1 a 4 años la proporciona el XII Censo Nacional de Población y VIII de Vivienda 2023.

Durante una entrevista con La Estrella de Panamá, Hewitt detalló los pormenores de la campaña. “Hasta la fecha se ha podido vacunar al 25% de esta población”. El objetivo de la jornada es cortar de manera radical la transmisión del virus del sarampión en el país, explicó. La última campaña fue en el año 2018. “Se deben vacunar 293.646 niños en esta campaña” para que todos queden inmunizados.

La campaña nacional de seguimiento contra el sarampión se desarrollará en todo el país. Durante los fines de semana se tendrán centros de vacunación donde los padres de familia o cuidadores podrán llevar a sus hijos.

La campaña se debe realizar cada cuatro a cinco años, cuando el acumulado de niños susceptibles se asemeja al corte de niños recién nacidos. Los efectos de la pandemia de la covid-19 han influido en la cobertura en la vacunación contra el sarampión, debido a que el Estado estaba enfocado en cortar la cadena de transmisión de la covid-19. Los padres de familia no priorizaron las acciones para vacunar a sus niños contra el sarampión, ya que tenían temor de acudir a los centros de vacunación.

El problema es evitar que llegue un caso de sarampión, comentó. “Hemos tenido algunas dificultades de acceso a la población a la que queremos llegar, porque en algunos sectores hemos tenido contratiempos con algunos padres de familia que no permiten el contacto con el personal de salud. Algunos moradores se han puesto agresivos con el personal.

Inclusive este miércoles varios funcionarios fueron amenazados por una persona que les dijo que si continuaban con la jornada en esa área, iban a atentar contra su vida. El personal tuvo que suspender la vacunación e irse”, lamentó. Mientras que muchos condominios no están permitiendo el acceso al personal. “Hablamos con los administradores para instalar un puesto en la planta baja para que los padres de familia puedan llevar a los niños. Sin embargo, no se ha podido”.

Los padres de familia en los centros de atención integral a la primera infancia (Caipi) y parvularios tampoco permiten que vacunen a sus hijos. Además, los presidentes de clubes de padres de familia han enviado notas para que no permitan vacunar a sus hijos. “Muchos padres lo han considerado y otros no. Aprovecho este medio para agradecer a los padres que han puesto la confianza en nosotros y han permitido que vacunemos a sus hijos contra el sarampión”.

Las vacunas que se están colocando no son contra la covid-19, aclaró. “Nosotros queremos proteger a la población. Les pido la colaboración a los medios de comunicación, a los padres de familia y a la población en general. Esta es una responsabilidad del Estado. Nosotros ponemos la vacuna y a los padres les toca poner a disposición sus hijos”.

Panamá no tiene casos

“En Panamá no se han visto casos de sarampión. Existen padres de familia que dicen que en Panamá hay casos de sarampión y que el país ha vivido siempre con la enfermedad. Eso no es cierto. Es bueno que busquen la literatura científica”, remarcó Itzel de Hewitt.

El último caso de sarampión autóctono que se tuvo en Panamá fue en 1995 y en 2011 se registraron cuatro casos importados. Pero no se tuvieron casos secundarios posteriormente que se presentaran esos cuatro casos, porque en Panamá toda la población, tanto adulta como infantil, estaba vacunada en ese momento, ponderó.

“Eso significa que nuestra cobertura de vacunación permitió que la enfermedad no se quedara en el país. Cualquier extranjero [con la enfermedad] puede llegar a Panamá, pero nuestra población está tan protegida que no circula el virus. Esa ha sido nuestra corona de rey que ha permitido el certificado que indica que no tenemos sarampión”.

Cuando es un caso autóctono de una enfermedad, que se puede prevenir con la vacuna, no es un brote, se considera una epidemia. Ese sería el caso para Panamá.

“En Panamá, en pleno siglo XXI, no debemos tener defunciones por enfermedades prevenibles con vacunas. Eso no debe ser permitido teniendo el país el recurso. Y no se trata solo de que fallezca un niño, sino las consecuencias. Si al niño le da sarampión y no fallece, tendrá secuelas, desde ceguera, sordera, inflamación del cerebro durante su desarrollo. ¿Por qué exponer a un niño cuando solo se debe colocar la vacuna?”, concluyó.

¿Qué es el sarampión?

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, el sarampión es una enfermedad altamente contagiosa causada por un virus que se propaga a través del aire cuando alguien infectado respira, tose o estornuda, puede tener complicaciones graves como ceguera, neumonía o encefalitis (inflamación del cerebro). Algunas de estas complicaciones pueden llevar a la muerte.

“La vacunación contra el sarampión es la medida más efectiva para prevenir la infección y evitar su propagación”, subraya el organismo en su portal digital.

La OPS publicó una alerta epidemiológica el 30 de enero de 2024 en la que instó a los países a intensificar la cobertura de vacunación, la vigilancia epidemiológica y la preparación de respuesta rápida ante posibles brotes en la región, dado el aumento de casos en todo el mundo y la detección de casos importados a principios de 2024 en la región de las Américas.

El organismo ya había advertido a la región en 2023 sobre la disminución de las coberturas de la primera y segunda dosis de la vacuna, y de la ocurrencia de casos en países de las Américas. En 2023, la cobertura regional con la primera dosis de la vacuna contra la enfermedad (conocida como SRP o triple viral) fue del 85%, por debajo del porcentaje de cobertura ideal recomendado por la OMS de, al menos, un 95%.

“En la alerta, la Organización hace un llamado a permanecer vigilantes ante la potencial aparición de casos sospechosos y/o confirmados de sarampión o rubéola, que podrían ser importados desde otras regiones del mundo y generar brotes de diversas magnitudes en los países de las Américas. En 2023, se notificaron 14.884 casos sospechosos y 53 casos confirmados de sarampión en la región, mientras que algunos países ya han reportado casos confirmados en lo que va de este año”.

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