La Ciudad de Saber conmemoró su vigésimo quinto aniversario de fundación con una siembra de banderas en el área de Clayton.
- 28/01/2024 00:00
- 27/01/2024 09:48
Escribir es un acto solitario, íntimo. Hay hombres y mujeres que se trazan mapas en su imaginación que luego dan como resultado libros que después son devorados por los lectores.
A Alejo Carpentier le parecía interesante sentarse a conversar con personas que tuvieran ideas iguales y distintas a las suyas.
Al escritor cubano le hubiera encantado participar del Hay Fórum Ciudad de Panamá, un festival que el 23 y 24 de enero atrajo a 1,500 personas que dialogaron con creadores de las más diversas disciplinas, quienes han publicado libros de ficción, ciencias sociales, derechos humanos, medioambiente...
Los invito a conocer a unos cuantos de esa treintena de personalidades que estuvieron en centros culturales ubicados en San Felipe y Santa Ana.
La escritora Velia Vidal llegó a la capital de nuestro país por primera vez gracias al Hay Fórum, aunque su relación con el istmo es cercana porque buena parte de su diario andar lo ha hecho en comunidades entre la frontera de Colombia y Panamá.
“Panamá también lo siento como mi país. Desde el Pacífico Norte veníamos a Panamá al médico, a estudiar y bailamos música típica panameña. Yo bailo la música de Samy y Sandra Sandoval”, compartió con la moderadora, la profesora mexicana Elisa Guerra y el público que llegó con deseos de conocerlas a La Manzana.
Por eso, además de volver a encontrarse con familias suyas que residen en esta capital, puso música de su admirado Rubén Blades en la habitación de su hotel para celebrar estar en Panamá.
Velia también compartió con la audiencia su sano afán de convertir en lectores a niños y adultos del Chocó y la necesidad que que los libros muestren desde el respeto a los sectores tradicionalmente marginados.
“Los obstáculos para la lectura en mi territorio los veo como oportunidades. Les he leído completo a los mediadores de lectura de mi comunidad el manifiesto por la lectura de Irene Vallejo (ensayista española)”, comentó Velia, una de las 200 mujeres más influyentes del planeta de acuerdo con la BBC.
“Ser gestor cultural es asumirse parte del Estado en una visión amplia. Es garantizar que haya espacios culturales como un derecho para los y las ciudadanas”, manifestó.
“Las fotografías de Mordzinski fundan realidades que no podrán darse en otro medio”. Así piensa el escritor istmeño Carlos Wynter Melo sobre el fotógrafo argentino Daniel Mordzinski, quien presentó su libro Hotel Chile (Tusquets), dedicado a la amistad que tuvo con el chileno Luis Sepúlveda (1949-2020).
Adora todos los libros de Sepúlveda, desde Un viejo que leía novelas de amor a Patagonia Express, pasando por Mundo del fin del mundo. “Cada uno de sus libros fue una poderosa llamada al viaje y a la aventura”.
Compartieron travesías tanto en América como en Europa. Esas vivencias las reunieron luego en crónicas y libros. “En los viajes, Luis me contó historias increíbles que no escribió. Con su fallecimiento entendí que me hizo guardián de esas historias para ponerlas en imágenes”, comentó Mordzinski en La Manzana.
“Hotel Chile es un doble homenaje a nuestras tres décadas de amistad: la del amigo y compañero de muchos viajes y la del fotógrafo que ha tenido el privilegio, la suerte y la oportunidad de documentar, con total libertad creativa, la crónica subjetiva, personal y necesariamente sentimental de estos últimos 30 años”, explicó quien es el fotógrafo oficial de todos los Hay Festival de lengua española.
A lo largo de tantos lustros de cofradía compartió con Sepúlveda todas sus facetas: activista social, periodista, director de cine, novelista, poeta, amigo, hijo y padre.
Se encontraron por última vez en el festival literario “Correntes d’Escritas”, que ocurre en Póvoa de Varzim, al norte de Portugal. Era febrero de 2020.
Asistieron a ese llamado portugués de las letras escritores como Rosa Montero, Ana Luisa Amaral, Juan Gabriel Vásquez, Antonio Colinas, Mario Delgado Aparaín, Mario Lucio, Miguel Rojo, Manuel Valente, María do Rosario Pedreira, Carmen Yáñez y Luis Sepúlveda.
Por entonces, las autoridades sanitarias a nivel mundial hablaban cada vez con mayor preocupación de una enfermedad llamada Covid-19.
Como siempre cuando se encontraban había conversaciones interminables, mucho mate, vino y comida. “El coronavirus era algo chino y lejano. Pensábamos que éramos superhéroes y que eso no llegaría a Portugal”.
A los pocos días, Sepúlveda ingresó al hospital, donde estuvo recluido por mes y medio. “El 16 de abril de 2020 Luis nos dejó para hacer su último viaje. Quedé roto. No supe cómo salir de tanta tristeza”. Hasta que el duelo lo hizo en forma de un libro traducido a casi una docena de idiomas.
“En América Latina, 500 años después de la colonización, la voz de los pueblos originarios son una voz que debe ser más escuchada. Son nuestros hermanos mayores. Son parte de la discusión para resolver los problemas sociales de la región”. Esa reflexión la hizo en el Teatro Anita Villalaz el explorador canadiense Wade Davis.
“Los libros todavía tienen un impacto enorme. Mi libro sobre el río Magdalena no es mi libro, es el libro de todas las personas que encontré a lo largo de 5 años”, indicó en otro conversatorio, esta vez en el Museo del Canal Interoceánico.
“En Colombia hay momentos sacados del realismo mágico de Gabriel García Márquez. En un solo pedacito del territorio de Colombia tienes más especies de mariposas que en toda Canadá”, resaltó.
Bien pronto los personajes, y sus autores, han demostrado que la Tierra es bastante ancha y vale la pena recorrerla.
De eso está convencido el escritor Juan Gabriel Vásquez, quien citó como ejemplos de esa verdad al protagonista de El Lazarillo de Tormes y al Quijote de Cervantes.
“Ficción es quizá contar todo lo que imaginamos de la vida de los otros que no soy yo, que puede ser distinto a mi raza, religión y profesión”, le comentó a la moderadora, la abogada Olga De Obaldía (Panamá) y a sus fans que abarrotaron el Teatro Anita Villalaz.
“La ficción se revela contra cualquier verdad absoluta. Es para hacer preguntas y no para dar respuestas. Las novelas que nos importan más no son las que simplifican el mundo sino aquellas que nos muestran sus complejidades y ambigüedades”, resaltó quien trajo libro nuevo al Hay Fórum Ciudad de Panamá: La traducción del mundo. Las conferencias Weidenfeld 2022 (clases dictadas en la Universidad de Oxford).
Para este autor colombiano la imaginación presente en la literatura nos abre caminos de comprensión. “No escribimos novelas para juzgar a nadie, ni para dividir al mundo entre culpables e inocentes, lo hacemos para entender”.