Una contabilidad importante

Actualizado
  • 30/07/2013 02:00
Creado
  • 30/07/2013 02:00
PANAMÁ. Las informaciones estadísticas de natalidad y mortalidad se utilizan en el planeamiento de futuros programas de salud, vivienda ...

PANAMÁ. Las informaciones estadísticas de natalidad y mortalidad se utilizan en el planeamiento de futuros programas de salud, vivienda y educación, entre otros, los cuales promueven el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas del país, según indican los directivos del Instituto Nacional de Estadística y Censo de Panamá (INEC).

De acuerdo al Centro de Prensa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando no se contabilizan las defunciones y no se documentan sus causas, los gobiernos no pueden diseñar políticas eficaces de salud pública ni medir su impacto. Esta situación preocupa a la entidad que vela por la salud mundial.

Pero, ¿qué tan difícil es reunir toda esta información de manera veraz? Para la OMS son muchos los obstáculos que impiden el registro de nacimientos y defunciones a nivel mundial.

RECOLECCIÓN EN PANAMÁ

‘Se requiere del apoyo de la comunidad y del personal médico’, así lo manifestaron los funcionarios del INEC.

La fuente para la obtención de la información de los nacimientos vivos y las defunciones, son la Dirección General del Registro Civil, a través de los registradores auxiliares ubicados en las provincias, distritos y corregimientos; las instituciones de salud, es decir, Ministerio de Salud, Caja del Seguro Social y clínicas privadas; también las oficinas del Ministerio Público, a través del Instituto de Me dicina Legal.

Explican en la dirección de Nacimientos y Defunciones del INEC, que cuando ocurre un nacimiento vivo o una defunción, el hecho es atendido ante alguna de estas instancias, si el hecho vital ocurre en alguna instalación de salud, los datos son llenados por el personal facultado para ello, en un documento denominado ‘Formulario Único de Parte Clínico de Nacimiento o de Defunción’, según sea el caso. Si ocurre fuera de alguna instalación de salud, en casa, por ejemplo, el evento pasa a ser registrado en otro documento denominado ‘Certificado de Nacimiento Vivo’ o ‘Certificado de Defunción’, según sea el caso.

‘Estos documentos se envían a la sección de Estadísticas Vitales del INEC, con un tiempo prudencial. Una vez allí, todos los datos se someten a procesamiento estadístico: crítica de la información, evaluación de las coberturas, codificación o tabulación de las variables, revisión de tales codificaciones y grabación de las variables que implican demanda de los usuarios. Con ello se conforman las bases de datos’, aseguran voceros de la institución.

Pero al final ni con todo este protocolo se puede lograr obtener una cifra exacta, y es que muchas personas, entre ellas las que viven en los lugares más apartados de la ciudad, se quedan sin registrar. Tal es el caso de Aurora Soto de aproximadamente 78 años, quien nació en las montañas de Capira y nunca fue registrada por sus padres. Actualmente esta señora no existe para el Registro Civil ni para ningún otra de las instituciones públicas del país, son sus nietos los que actualmente están tratando de registrarla, pues temen, por su avanzada edad, que muera y no puedan hacer ningún tipo de proceso legal.

Como Aurora deben haber muchas otras personas que no han sido registradas, ni al momento de su nacimiento, ni al de su muerte. Lo que nos refleja un sistema de recolección de datos no muy efectivo en nuestro país. En la página del INEC, en la sección de estadísticas vitales, las cifras preliminares registran 72 mil 237 nacimientos y 9 mil 870 defunciones para el año 2012, ‘una vez se establecen las cifras oficiales de nuestro país, se envían anualmente a la OMS’, aseguran directivos del INEC.

El Centro de Prensa de la OMS manifiesta que son múltiples las barreras que impiden el registro de nacimientos y defunciones, por ejemplo, muchos países carecen de las leyes o la infraestructura necesarias para hacer obligatorio el registro. En algunos de ellos, tan sólo las personas que viven en las ciudades tienen acceso a los servicios de registro.

La OMS registra a países como Francia y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte como los que han tenido que pasar más de tres siglos para que los sistemas de registro civil evolucionaran a partir de los registros eclesiásticos. Los organismos de las Naciones Unidas han elaborado normas y directrices internacionales para establecer sistemas de registro civil. Es posible establecer un sistema funcional en unos cuantos decenios, como muestran las experiencias de Jordania, Malasia, Sudáfrica, Sri Lanka y Tailandia.

Por más esfuerzo que hagan las autoridades de nuestro país para lograr obtener la cifra exacta en cuanto a defunciones y nacimientos, al final lo que importa es, como lo mencionó el INEC, ‘el apoyo de la comunidad, en cuanto al registro oportuno de este hecho vital, y del personal médico, con el fin de ofrecer cifras más completas y veraces’.

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