'Lilo, Lilo, el cocodrilo', una divertida exploración de la música y la pasión

Desde 1962, Lilo el cocodrilo ha sido un gran protagonista de las historias infantiles, creado en el mundo literario por Bernard Saber. Un cocodrilo que sabe cantar, pero no habla, y usa una colorida bufanda mientras baila y se escurre por las calles de un agitado Manhattan. Es una imagen graciosa y tierna de por sí, pero Will Speck y Josh Gordon le añaden una nueva dimensión al crear un mundo en el que Lilo busca lo mismo que muchos de nosotros en la audiencia: un hogar al que pertenecer.

La cinta es una divertida experiencia para toda la familia; presenta primeramente al mago y cantante frustrado Héctor T. Valentine (Javier Bardem), quien sufre al no lograr hallar un acto lo suficientemente espectacular que lo lance al estrellato en Nueva York. Es entonces que nota una tienda de animales exóticos donde escucha una voz mágica. Lo que no esperó fue que proviniera de un pequeño cocodrilo especial, al que llama Lilo. Es así que Lilo (Shawn Mendes) y Héctor se convierten en una dupla talentosa, pero el terror del cocodrilo por cantar en público frustra los sueños del mago.

Tras tomar la decisión de buscar un espacio donde ambos puedan brillar, Héctor desaparece y Lilo crece en el ático de un edificio en la calle 88 este, en el que pronto conoce a la familia Prima que se muda al apartamento contiguo, ignorantes de la existencia de Lilo. Al pasar los días, y luego de que Josh (Winslow Fegley) descubre al gigante reptil, una amistad se forja en la base de buscar un acompañante de aventuras y un lugar donde ambos pueden ser ellos mismos.

No, la premisa no es muy original, pero el trabajo de efectos visuales para traer a Lilo a nuestro plano existencial es increíble y bien logrado, por lo que en las primeras escenas de conocerlo quedamos enamorados de su ternura y astucia, así como de su derroche de talento (en el doblaje latino representado por Nando Fortanell) cada vez que abre su enorme hocico para deleitar a los Primm con una canción que les recuerda que la vida es más que estabilidad y que romper las reglas es necesario algunas veces.

Constance Wu y Scott McNairy actúan convincentemente como padres angustiados y un tanto asustadizos ante la primera aparición de Lilo, pero la familia rápidamente se deja llevar por él para crear una armonía difícil de negar en la pantalla grande. Las canciones originales son provistas por el dúo talentoso de Justin Paul y Ben Pasek ('Dear Evan Hansen', 'The Greatest Showman') que brindan una nueva esencia a la historia de Lilo. Canciones como 'La historia cambió' tornan cada escena en un espectáculo que logra llegar directamente al corazón de la audiencia.

Si bien la historia de Lilo ha estado presente en la vida de muchos niños por décadas, Gordon y Speck traen una nueva versión moderna del cocodrilo para las nuevas generaciones, y da en el clavo con un nuevo amigo para los más pequeños, y un espejo en el que los adultos pueden verse y recordar la inocencia y el asombro de la niñez que debemos mantener vivos a través de los años.

El clímax de la cinta llega cuando el antipático Mr. Grumps (Brett Gelman) considera un plan para sacar a Lilo de la ciudad, y la familia junto con Héctor deberán hacer todo lo posible por rescatar a Lilo de las garras del vecino vigilante. El momento de tensión pudo haberse manejado de una forma más ágil y menos demorada, pero en el intento y error otras cintas podrán usar el éxito de Lilo como plano para crear mejores universos familiares.

La cinta estrena hoy en suelo panameño y presenta una oportunidad imperdible para dejar a un lado los problemas cotidianos y soltar una canción desde el corazón.