Una casa para el arte istmeño

Actualizado
  • 15/04/2012 02:00
Creado
  • 15/04/2012 02:00
PANAMÁ. Panarte y el MAC han sido, sobre todo, proyectos llevados adelante por mujeres, sin desacreditar el valioso aporte que le han da...

PANAMÁ. Panarte y el MAC han sido, sobre todo, proyectos llevados adelante por mujeres, sin desacreditar el valioso aporte que le han dado los hombres que han presidido su junta directiva, como Francisco Young, Dicky Durán, Eloy Alfaro, Steve Maduro y Facundo Bacardí, además de los fundadores y miembros de su patronato.

Olga Zubieta de Oller tiene un sitial muy importante, fue su directora desde la fundación del Instituto hasta la creación del MAC. Le siguieron Maribel Heilbron y Elda de Garuz,- que dejaron una estela de excelencia-. Graciela Quelquejeu de Eleta y Coqui Calderón, su actual presidenta, fueron desde el inicio los emblemas permanentes del arte panameño y después de 50 años siguen dando su valioso tiempo, esfuerzos y prestigio al MAC.

Han sido curadoras también las reconocidas historiadoras de arte Mónica Kupfer y Carmen Alemán y hoy día está al frente de la Dirección Ejecutiva Lizzi Rodríguez, hija del arquitecto. Raúl Rolando Rodríguez Porcell. José Pablo Sánchez, un personaje invisible para la mayoría de las personas ha sido un inconmensurable aporte desde la humildad de su cargo como conserje, pues ha estado en la institución desde los inicios de Panarte. Tiene alrededor de 80 años, ha sido trabajador manual, encargado del montaje de las exposiciones, confidente de los pintores y siempre ha laborado con gran amor y lealtad a su trabajo. Hay quienes afirman que es un gran conocedor de arte.

Como todas las propiedades iniciales de las áreas revertidas, el terreno se le asignó a Panarte y sobre él se hicieron las mejoras del inmueble que se adquirió pero no le pertenecía. Hace unos años la antigua ARI traspasó a esta organización cultural el título de propiedad y hoy aspira a mudarse porque el espacio se ha quedado pequeño. Ojalá que dentro de unos pocos años podamos decir, como en 1983, ¡Al fin museo!

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