Un país construido sobre el agua

Desde hace algunos años el tema medio ambiental y del desarrollo sostenible desvela a aquellos que se preocupan por el futuro de la humanidad. ‘El mayor de los desafíos que plantea el desarrollo sostenible sigue siendo de orden conceptual’, advierte el investigador panameño Guillermo Castro Herrera.

En la obra El agua entre los mares el autor discute los conceptos de desarrollo, de progreso y de sostenibilidad. Uno de los grandes atractivos de este libro, que está dividido en dos capítulos -‘Sostenible por lo humano’ y ‘El agua entre los mares’-, reuniéndose así varios ensayos, es que su lenguaje no es seco, positivista o cientificista, aunque sí revela rigurosidad, manejos de citas pertinentes y tesis que ilustran cada ensayo aquí reunido.

Esta presencia de las Humanidades y las Ciencias Sociales en el análisis conceptual del desarrollo sostenible da muestra del espítritu interdisciplinario del autor, un espíritu que es verdaderamente comprensible por ser de un país que está unido por el agua con el continente y con el mundo.

Hermosa metáfora la de Castro cuando afirma sobre Panamá que es ‘un país construido sobre el agua’, una metáfora con una historia ambiental y ecológica particular desde que los españoles construyeran el ‘Camino de Cruces’ por el Istmo en el siglo XVI, un camino que ha determinado la historia de un país, su naturaleza, y su gente.

Ciertamente, en Castro podemos escuchar ecos -lejanos- de una discusión latinoamericana de años pasados, y, por supuesto, es posible pensar que la dialéctica del transitismo (inserción de Panamá en el mundo del Atlántico) y tránsito (formar en que Panamá se ha organizado la actividad económica con predomino de la ruta Interoceánica) son variaciones de esa dialéctica de desarrollo/subdesarrollo que se articula en la teoría de la dependencia. Pero, de hecho, la mirada interdisciplinaria de Castro, nos da una mirada global de nuestro mundo, y, especialmente, de Panamá, país construido sobre el agua.