En el Canal, la gente también muere

Actualizado
  • 26/10/2014 03:00
Creado
  • 26/10/2014 03:00
Este año, el catedrático de la Universidad de Panamá, Víctor Manuel Rodríguez Gómez, se alzó con el ‘Miró’ 

El mismo año que el francés Ferdinand De Lesseps gestionaba la primera construcción del Canal de Panamá; en La Habana, un cubano descubría cuál era el vector de la fiebre amarilla. La sincronía de los eventos, sin embargo, estaría lejos de ser un buen presagio. Tuvieron que pasar veinte años para que los avances en políticas sanitarias fueran adoptadas por la comunidad internacional. El resultado sería una epidemia que robaría el aliento de miles de obreros en el Istmo, impidiendo la culminación del puente que uniría al mundo.

Este año, el catedrático de la Universidad de Panamá, Víctor Manuel Rodríguez Gómez, se alzó con el ‘Miró’ en la categoría de ensayo por su obra Los trabajos y los días en el Canal . El escrito indaga sobre los desafíos técnicos que planteaba la ingeniería de la época, en la que los franceses dirigían la construcción de la vía interoceánica; los desafíos en política sanitaria; y el llevar adelante el proyecto con tanto volumen de obreros y gente, que parece haber sido el desafío mayor.

El ensayo de Rodríguez Gómez se trata de una perspectiva personal, un escrito que posee una cierta manifestación estética, un texto argumentativo, que además es polémico por la naturaleza del género, y exhibe una manifiesta intención didáctica. ‘Un buen ensayo no es una historia compleja’, advierte el profesor que ha impartido clases de filosofía en el Instituto América.

En las más de cien páginas que conforman el texto, el catedrático también recorre la historia de la época de construcción a cargo de los estadounidenses y se refiere, de manera breve, a la llegada de Colón a América, y la reciente ampliación de la ‘maravilla arquitectónica’. Pero también se perfilan conceptos como el de identidad. ‘A partir de prácticamente la conformación de la República y la presencia de Estados Unidos — enuncia el magíster en estudios políticos— nuestro estado se ve lesionado de nacimiento en su soberanía. Eso fue un factor que de alguna manera afectó el tema de la identidad, a veces para fortalecer, otras veces con un efecto contrario. Y es una explicación al hecho de que los panameños, por décadas, hayamos estado de espaldar al mar’. Para el docente universitario, ‘lo poco marítimos que somos los panameños’ es un amplio tema que ya debate con colegas e intelectuales.

La documentación y elaboración del ensayo le tomó aproximadamente dos años, pero puntualiza que lo respaldan más de dos décadas lidiando con el género. Ya en 1991, Rodríguez había sido galardonado con el ‘Ricardo Miró’, por primera vez, con su ensayo Libelo contra la muerte , en el que sugería una teoría de la sociedad desde la perspectiva utópica. ‘Era sobre cómo en cada momento histórico hay una visualización de algo mejor, pero cuyos perfiles no se tienen claros, entonces se recurre a la utopía’.

La historia se repetiría en el 2000 con La palanca del mal , cuyo título fue inspirado en el autor milenario San Ambrosio, quien postulaba que ‘la fortaleza sin justicia es palanca del mal’. Y en 2008 el filósofo e historiador decide incursionar con acierto en la ficción literaria, lo que le valdría su tercer Miró con la novela Un milagro bastante raro .

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