Nueva Orleans, un eterno carnaval con jazz de fondo

Actualizado
  • 15/10/2015 02:01
Creado
  • 15/10/2015 02:01
Anochece y las luces neón se apoderan de los caserones de madera del barrio francés. 

Anochece y las luces neón se apoderan de los caserones de madera del barrio francés. A medida que se avanza por la calle, la música suena como si alguien le estuviese dando vueltas al dial de la radio. Cada uno de los locales tiene un sonido distinto y para cualquier gusto.

Desde uno de los balcones se asoma un hombre que animará el espacio con solo lanzar collares de cuentas de colores. Las mujeres saben a lo que se atienen. Quienes desean collares deben pagar un precio: mostrar sus atributos físicos. Nadie se escandaliza, es la costumbre. Son los típicos excesos del carnaval, solo que esto puede ocurrir en cualquier día del año. Así es Nueva Orleans, no hay necesidad de visitarla en pleno Mardi Gras para vivir una fiesta.

En Nueva Orleans se puede disfrutar de un ‘hurricane', el coctel emblemático de la ciudad, u otra bebida, en cualquier día y a cualquier hora. Sin embargo, cuando cae la noche, el movimiento crece, las luces neones anuncian nombres de locales, bebidas, música. Restaurantes, bares, clubes y locales comerciales que ofrecen desde salsa picante a muñequitos vudú, todos se dan la mano recibiendo a los miles de visitantes que acuden a la ciudad todos los años.

En cuanto a la música, no se limita a escenarios de lujo o salas de concierto. El jazz resuena en prácticamente todas las esquinas, de manos (y bocas) de músicos callejeros que contagian con su energía y su ritmo a los transeúntes que recorren todos los sitios de interés en la ciudad, incluyendo los cementerios donde se despiden a los difuntos al ritmo de ‘When the saints go marchi'n in'.

Uno de los espacios musicales más emblemáticos es el Preservation Hall, con su propia banda, dedicado a ‘proteger, preservar, y perpetuar el jazz tradicional de Nueva Orleans', con su identidad tan propia, también propios de la ciudad, el zýdeco y el rithm&blues.

Con una gran influencia negra, y su innegable herencia francesa, Nueva Orleans es la ciudad más importante del estado de Louisiana, flanqueada por el lago Pontchartrain y a orillas del Mississipi, rica en tradición sureña, pero con un espíritu único. Una ciudad que, a pesar de las adversidades, mantiene las ganas de celebrar la vida.

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