Programa de música para niños con autismo

Actualizado
  • 02/05/2016 02:00
Creado
  • 02/05/2016 02:00
El músico y psicólogo Rafael González explica la importancia del arte en el proceso de aprendizaje de un niño con discapacidad cognitiva

A Rafael González muchos lo conocen por interpretar el bajo eléctrico. Ha tocado con varias bandas locales, entre ellas la legendaria Cabeza de Martillo, que recibió un reconocimiento de la Alcaldía de Panamá en le Festival Mupa 2016 por su trayectoria.

Pero nuestro encuentro de hoy es en otro escenario. El músico y psicólogo está terminando de ajustar un programa de música en el Centro Ann Sullivan de Panamá (Caspan), para quienes no la conocen, una institución enfocada en niños con autismo y otras discapacidades cognitivas.

APRENDER CON MÚSICA

Rafael explica que el autismo es un trastorno del neurodesarrollo. Es decir, en el momento en el que el cerebro se desarrolló, un factor (que puede ser genético o ambiental) provoca que este órgano no procese la información con normalidad.

RAFAEL GONZÁLEZ
MÚSICO Y PSICÓLOGO

‘A veces uno tiene toda la buena intención pero no conoce tal enfermedad o no sabe cómo ayudar'

‘Lo que tú escuchas en un volumen normal, de repente para una persona con autismo puede ser muy alto', indica el músico. ‘No es más siempre, simplemente es distinto'.

Esta discapacidad se evidencia, por ejemplo, cuando se le enseña a contar hasta 10 a un niño con autismo. Simplemente el cerebro no procesa el orden como un niño cualquiera. ‘Tienes que buscar la manera de que les llegue el mensaje, y la ciencia sabe que la música para ellos es sumamente atractiva'.

Con regularidad, aprendemos información por medio de canciones. Son herramientas de enseñanza, y por eso ahora se intentan aplicar en Caspan.

Actualmente, el también psicólogo está trabajando en la composición de canciones para enseñarle procesos a los chicos del centro. La primera es sobre los números: del 1 al 10. ‘Se les disfraza la información, pero la están aprendiendo', indica Rafael. ‘Sucede lo mismo con las vocales'.

PRODUCCIÓN

El cantautor panameño Gonzalo Horna es quien está colaborando con la producción de una parte de este programa de música. El hijo de Gonzalo posee síndrome de Asperger, de acuerdo con Rafael, un trastorno que forma parte del autismo.

Justamente ha sido él quien ha podido enseñarle algunas cosas a su hijo por medio de sonidos. ‘No saben cómo salir solos, no saben cómo comunicarse con los demás y la persona que no es funcional, que no sabe adaptarse, va a tener muchos problemas', añade Rafael.

Pero por medio de acentos y ritmos, ambos músicos se han unido con el fin de introducir la música como elemento de aprendizaje en una discapacidad cognitiva. Es la primera vez que se hace en Caspan, pero no es la primera vez en el mundo, de hecho, es una práctica con éxito en centros de Estados Unidos y el resto del mundo.

La canción de los números ha sido la primera en Caspan, y ya se ha puesto a prueba con los chicos obteniendo resultados positivos. También hay una canción sobre las vocales, otra sobre los modales y una sobre la familia. Una canción, un mensaje y un aprendizaje.

APOYO DE ARTISTAS

Además de producir las canciones una a una en el estudio de Gonzalo Horna, y de seguir desarrollando el programa de música para Caspan, Rafael tiene pensado una producción discográfica para este proyecto.

‘Musicaspan consiste en la producción de un disco con canciones infantiles-juveniles didácticas', sostiene el joven psicólogo y músico. Actualmente, comenta, continúa componiendo más temas para este repertorio.

Su objetivo es darle difusión a esta discapacidad, y educar. ‘Queremos que cada canción del disco sea cantada por un artista diferente', dice, ‘así conviertes algo pequeño en algo mucho más grande a nivel social'.

Rafael formula que cuando se trabaja en lugares como Caspan, lo que se busca es crear consciencia. ‘Es psicoeducar a las personas', desglosa. ‘El autismo no son necesariamente niños brillantes, porque ese es un estereotipo que se tiene del trastorno, por ejemplo'.

CONSCIENCIA

Que cada canción cantada por un artista, sea un granito de arena y se vaya expandiendo hasta que cause impacto en la comunidad. Ese es el propósito.

‘Hay mucha gente en Panamá que quiere ayudar, yo creo mucho en mi sociedad', se sincera el también profesor de música. ‘Hay mucha gente buena, y a veces uno tiene toda la buena intención pero no conoce tal enfermedad o no sabe cómo ayudar'.

A veces la gente incluso desconoce la existencia de lugares como Caspan, donde se les brinda apoyo a niños con autismo, o Fundación Soy Capaz, en la que se le brindan recursos a jóvenes mayores de edad con este mismo trastorno. Por eso, con este programa de música y a través del disco físico, se busca llegar a la gente.

‘Si juntamos todo nuestro trabajo y pasión al final tendríamos un Panamá mucho más consciente, mucho mejor', comenta el profesor en Caspan. ‘Hay que olvidarse del concreto y todo eso, y sacar nuestro lado más humano'.

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