Masculinidad en crisis: violencia contra la mujer

Actualizado
  • 24/10/2016 02:00
Creado
  • 24/10/2016 02:00
La resistencia a la equidad de género puedo manifestarse en crueles formas de abuso. ¿En qué pensamos cuando decimos ‘un hombre de verdad'?

La masculinidad está en crisis. El modelo patriarcal ya no aguanta más. A través de diversos cambios sociales la mujer se ha logrado emancipar de sus roles tradicionales de género. Esta inestabilidad de la masculinidad hegemónica, la necesidad de demostrar ser ‘un hombre de verdad', ha jugado un rol dominante en lo que conocemos como violencia basada en género.

‘DEBEMOS ENSEÑARLE A LOS MUCHACHOS A SER MENOS ‘HOMBRES DE VERDAD' Y A SER MÁS HUMANOS. PORQUE EL SER MUY HOMBRES NOS ESTÁ MATANDO Y ESTÁ MATANDO A OTRA GENTE'

CARLOS PAVEL SMITH

Así lo planteó el pasado sábado el psicólogo Carlos Pavel Smith, en su charla ‘La masculinidad tradicional como factor de riesgo de la violencia basada en género (VBG)' durante el XVI Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología de Panamá.

MACHISMO COMO NATURAL

La dominación machista ha permeado en nuestra sociedad de manera sutil, sustentado no en la violencia sino en la ‘hegemonía' cultural.

La socióloga R.W. Connell (1987) establece que esto se da a través de la imposición de ideas, la doctrina religiosa, los medios, creencias, normas, ideologías, el diseño del hogar y las políticas públicas.

‘¿Por qué la licencia de maternidad de la mujer dura tres meses y la del hombre unos días?', destaca Pavel. De esta manera, la legislación presume que la crianza es un tema de las mujeres.

‘Estas ideologías hegemónicas se invisibilizan y son tan eficientes que transforman la historia en naturaleza; creemos que los hombres dominamos a las mujeres porque siempre ha sido así', agrega el psicólogo.

Inclusive se ha inmiscuido en la ciencia. Se ha ‘biologizado' lo social. Mientras el comportamiento de la mujer ha sido estudiado a fondo, se considera que las acciones de los hombres se sustentan en su construcción ‘biológica'.

En el ámbito de la psicobiología, los estudios que hablan de las diferencias en las capacidades espaciales entre hombres y mujeres no han tomado en consideración que —desde temprana edad— los niños tienen más acceso a los espacios abiertos y las niñas suelen estar más enclaustradas.

MASCULINIDAD EN CRISIS

No todos los hombres son iguales, pero todos comparten elementos que se desprenden de la masculinidad ‘hegemónica'.

Este es un conjunto de características asociadas al rol tradicional del hombre, como producto socio-histórico y cultural, pero además como una identidad subjetiva de lo que significa ser un ‘hombre de verdad'.

‘Nunca vamos a demostrar que somos hombres de verdad. Es una tarea de todos los días. Un círculo vicioso de nunca acabar', dice Pavel.

Por su parte, la crisis actual de la identidad masculina surge a raíz de diversos factores. El control de la mujer sobre su salud reproductiva, la desvincula del rol tradicional de reproducción. A su vez, los niveles educación y desarrollo profesional femenino están en su punto más alto.

El psicólogo menciona además la entrada de nuevas tecnologías y la cada vez menor dependencia en la fuerza física a nivel industrial y de campo como agentes adicionales que generan crisis.

‘Movernos hacia la equidad significa renunciar a privilegios y la violencia surge a raíz de eso', plantea.

MASCULINIDAD HEGEMÓNICA Y LA VBG

La masculinidad tradicional se puede asociar a la violencia basada en género a través de una infinidad de circunstancias.

Pavel ofrece algunas de ellas, empezando por el ámbito escolar y el ‘bullying'.

Según él, esta actitud puede afectar tanto a varones como a niñas y contiene componentes de VBG. Son víctimas los hombres que no cumplen con los estándares que se esperan de ellos, así como las mujeres que no se rigen bajo los referentes típicos de la feminidad.

También se ve desde la dominación implícita e irreconocible, tanto así que frecuentemente es defendida por las mismas mujeres.

Y se palpa en la visión de la sexualidad, cuando dominar el cuerpo del otro es considerado simbólicamente un dominio sobre la persona. ‘Es la principal herramienta con la que el patriarcado mantiene la dominación', señala Pavel.

Entre otros ejemplos, incluye el ejercicio del poder, por las buenas o por la fuerza, el no entender los límites que imponen las mujeres y el asumir que la violencia es parte fundamental de la identidad del hombre y el considerar la ‘masculinidad' como normal.

Según el psicólogo, esto incluye muchos comportamientos patológicos de los hombres que ponen en riesgo sus vidas y las de las mujeres. Pero que sin embargo, las ven como naturales.

DESAPRENDER EL MACHISMO

Para Pavel, los hombres no nacen violentos y machistas, sino que es una conducta aprendida y, por tanto, se puede desaprender. El sitio ideal donde empezar a revertir esta cultura, indica, es la escuela y el hogar

‘Debemos enseñarle a los muchachos a ser menos ‘hombres de verdad' y a ser más humanos. Porque el ser muy hombres nos está matando y está matando a otra gente', concluye.

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