Amador, la última morada de los próceres

Actualizado
  • 03/09/2017 02:05
Creado
  • 03/09/2017 02:05
El cementerio más antiguo de la ciudad es víctima del abandono de las autoridades y la comunidad. La Alcaldía de Panamá propone la necrópolis como parte de una ruta de turismo social que permita que sus vecinos conozcan su valor histórico y cultural

Victoriano Lorenzo, caudillo y héroe nacional; Manuel Amador Guerrero, primer presidente de la República de Panamá; Manuel E. Amador, su hijo, quien también participó en la gesta patriótica; José Antonio Remón Cantera, ex presidente asesinado en plena gestión el 2 de enero de 1955, y Ascanio Arosemena, dirigente estudiantil fallecido durante los incidentes del 9 de enero de 1964 comparten morada eterna en el Cementerio Amador, junto con algunos de los otros grandes actores de la historia nacional. Es imposible pasear distraidamente por el campo santo sin tropezar -a veces literalmente- con una lápida de evocación patria.

‘El mérito cultural que tiene la necrópolis Amador es relativo, en cuanto a la importancia que le da la población y los organismos administrativos del Estado al depositario de los restos de aquellas personas que sirvieron al país'

FERMINA SANTANA,

DIRECTORA DEL DEPARTAMENTO DE HISTORIA DE LA FACULTAD DE HUMANIDADES UP

A pesar de su riqueza, incluso artística, este importante cementerio ubicado en el corregimiento de El Chorrillo no goza de la relevancia que le corresponde.

‘El mérito cultural que tiene la necrópolis Amador es relativo, en cuanto a la importancia que le da la población y los organismos administrativos del Estado al depositario de los restos de aquellas personas que sirvieron al país', apunta Fermina Santana, directora del departamento de Historia de la Facultad de Humanidades, Universidad de Panamá (UP).

Linette Colucci, jefa del departamento de Servicios Funerarios de la Alcaldía de Panamá, asegura que el mantenimiento del lugar es ‘permanente', pues hay un personal que rota en los cementerios bajo administración de la Alcaldía y ‘pasa a cada cementerio dos veces a la semana'.

A pesar de esto, Olga Cárdenas, representante comunitaria de El Chorrillo, señala que la limpieza en el área es un tema pendiente.

‘Está demasiado descuidado, yo iba frecuentemente al lugar, pues allí están mis abuelos y hasta huesos me he encontrado', revela.

Por su parte, Colucci explica que la labor de limpieza del cementerio más antiguo de la ciudad de Panamá se ve afectada por acciones inapropiadas de residentes en ls áreas aledañas.

‘Las personas encargadas de la limpieza no están seguras en el lugar. Cuando realizan su trabajo, los residentes de los edificios que colindan con el cementerio les arrojan bolsas de basura y hasta con excrementos. Utilizan el cementerio para botar colchones, refrigeradoras y estufas', detalla Colucci.

Según Santana, doctora en Historia y quien asegura frecuentar el cementerio, en el lugar se pasean orates y drogadictos, lo que lleva a que las personas que tienen sus parientes allí tengan temor de acercarse al área.

‘Quizás tratando de salvaguardarse de las situaciones vigentes se acercan solo cuando es el Día de los Difuntos', asegura.

Y es que el lugar no escapa de la delincuencia. ‘No podemos tener un vigilante municipal en el cementerio, pues la vida de esta persona estaría en riego', reconoce Colucci.

De hecho, el fotógrafo a quien se asignó este trabajo debió retirarse de manera apresurada al ser amenazado por un grupo de adolescentes que le recomendaron que ‘cuidara su cámara fotográfica'.

CONSERVACIÓN, UN TRABAJO EN GRUPO

El cementerio Amador es la última morada de muchos próceres de la independencia y personajes importantes en nuestra historia.

Así lo describe el investigador Mario Lewis y añade que su conservación es tarea no sólo del Estado, sino de los familiares de los que allí descansan, de los moradores de las áreas aledañas y en el caso de los extranjeros, de las misiones diplomáticas de donde son originarios los difuntos.

‘Es un trabajo en equipo', concuerda Santana y agrega que esto es formación familiar. ‘Comenzamos desde la familia, no dejemos al Estado toda la responsabilidad. Todos tenemos responsabilidad en el mantenimiento no solo del cementerio Amador, si no de todos los cementerios. Claro que el Estado debe darle un mantenimiento, pero a la comunidad le corresponde limpiar sus tumbas y no realizar actos en contra del lugar'.

‘El valor cultural del cementerio de Amador también depende del mismo cariño de los descendientes de los personajes históricos que allí están, que le den ese reconocimiento al cementerio', afirma la profesora, quien a su vez indica que la situación del lugar, años atrás era diferente.

‘En la década de los 60 y 70 daba gusto ir al cementerio, las familias se preocupaban por mantenerlo limpio, quienes vivían a su alrededor era gente respetuosa, aunque su situación económica-social no era buena. Era como ir a una necróplis de una ciudad desarrollada porque la estructura y esculturas de las tumbas del [cementerio] Amador tiene parecido a la de otros países', apunta Santana.

En este sentido, Lewis señala en su investigación sobre el cementerio, que hay tumbas que son verdaderas obras de arte y de arquitectura, entre estas la de Honorina Orillac de Lyons, Adelaida A. De Lecompte, Charlotte Kaiser, Próspero Pinel, Anastasio Ruiz, la dedicada a los bomberos; los mausoleos de las familias Arango, Arias-Feraud, Boyd, Brin Duque, Icaza, Muller, Obarrio, Quelquejeu, Recuero, Rodaniche, Samudio, Torrente y Vallarino.

Según la profesora de Historia a partir de la década de 1990 empezó a notarse el deterioro en el cementerio —La fecha coincide con la destrucción del Cuartel Central de la Guardia Nacional— y aunque, tanto Santana como Lewis reconocen que se ha trabajado en el lugar, coinciden en que ‘hace falta por hacer'.

TURISMO SOCIAL

Siendo conscientes del valor histórico del lugar, la Alcaldía de Panamá propone que el cementerio forme parte de un recorrido de turismo social.

‘A fin de año inauguramos la ruta dos de Mi Ruta PTY , un proyecto de turismo social e inclusivo, mediante el cual queremos que niños, jóvenes, adultos y personas con discapacidad conozcan los destinos de atractivo turístico del distrito de Panamá', dice Colucci.

La ruta incluiría áreas del Casco Antiguo, como las iglesias para apreciar el aspecto arquitectónico y cultural, además del Cementerio Amador.

Los primeros en hacer este recorrido serán los moradores de El Chorrillo.

‘Vamos a comenzar con estudiantes del área. Creo que esta ruta PTY será el inicio de la concienciación a los moradores del lugar sobre su valor histórico', dice la jefa de Servicios Funerarios.

Muy conveniente, ya que Cárdenas reconoce que ‘los niños, jóvenes y hasta dirigentes del barrio no conocen el valor que tiene este lugar para los panameños'.

AMADOR

Exequias y exhumaciones

Aunque no se cuenta con el número de exequias realizadas en el cementerio Amador desde su apertura, la administración del lugar asegura que se hace un trabajo de digitalización de la información que se tiene desde 1856.

‘Recientemente encontramos dos libros que contienen registros antiguos', señala Linette Colucci, jefa del departamento de Servicios Funerarios de Alcaldía de Panamá.

En 2014 se inhumaron 183 cuerpos, mientras que en el 2015 la cifra subió a 201, en el 2016 fueron 197 y de enero a julio de 2017, van 110.

Colucci indica que hay un tema de morosidad muy alto por lo que hay exhumaciones.

Por su parte, Olga Cárdenas, dirigente de El Chorrillo señala que a falta de espacio, las autoridades les envían a sepultar a sus familiares en cementerios muy distantes como el de Juan Díaz, Corozal y ‘hasta a Pacora nos han mandado'.

REGISTROS

El cementerio más antiguo de la ciudad de Panamá

El artículo ‘Primeros cementerios de la ciudad de Panamá' del investigador y gestor cultural Eduardo Charpentier Herrera, publicado en 1990 en la revista ‘Lotería', da cuenta de que al español Alejandro Hore, quien salió de Cádiz a mediados de 1815 con destino a tierra firme para formar aquí un gobierno enteramente militar, se le debe la construcción del primer cementerio fuera del recinto urbano.

El cementerio que posteriormente fue llamado Amador, está dividido en Amador Herrera, Amador Rosario, Amador La Cruz, Amador Amador y Amador Extranjero, explica Jacqueline Deleuze, subdirectora de Empresas Municipales de la Alcaldía de Panamá.

Deleuze indica que se tienen registros de inhumaciones desde 1856 hechos a mano. En los documentos se establece el nombre de la persona, la causa de muerte, edad en que murió y de dónde procedía.

Entre los sepulcros más antiguos, y ubicados en el Amador Extranjero, que documenta el investigador Mario Lewis se encuentran los de de John Le Mesurier y Leonard Childers, llegados al istmo en calidad de secretarios de Edward James Dawkins, delegado del Rey (Inglaterra).

En el cementerio Amador también se encuentra el obelisco que marca el sitio donde reposan los restos de George Loew, nacido en Alsacia, Francia en 1822 y muerto en Panamá el 29 de junio de 1879. Loew fue un visionario ligado a la actividad hotelera en Panamá. Según la investigación de Lewis, fundó el Hotel Lousiana en 1852, el Aspinwall en 1856 y el viejo y primer Grand Hotel en 1867.

Al lado de la tumba de Loew están los obeliscos y sepulcros de otros importantes personajes como el ingeniero francés Gaston Blanchet, cercano colaborador de Ferdinand Lesseps y quien estuvo a cargo del primer grupo de ingenieros franceses que llegaron a Colón en 1881. El obelisco tiene grabado ‘G. Blanchet 1881'.

A pocos metros de Blanchet está el obelisco de mármol blanco dedicado al médico francés Emile Le Bretton, fallecido en 1867.

Durante su recorrido por el histórico lugar, Lewis observó las tumbas de los presidentes José Domingo de Obaldía, Carlos A. Mendoza, Ramón Valdés, Belisario Porras, Pedro Díaz y Juan Demóstenes Arosemena (aunque su cuerpo fue trasladado a la Escuela Normal de Santiago).

Están como Mateo Iturralde, Mariano Arosemena, Justo Arosemena, Carlos Icaza, Gil Colunge, Ramón Gamboa y Victoriano Lorenzo, por mencionar algunos.

De los poetas y escritores: Ricardo Miró, Amelia Denis de Icaza, Nicolle Garay, Demetrio Korsi, Guilermo Andreve y Rogelio Sinán.

Entes los pintores y artistas están Roberto Lewis y William Leblanc. También está el pionero de la fotografía, Florencio Carlos Herbruger.

De los educadores y médicos: Rosa y Elena Rubiano, Fermín Naudeau, José Daniel Crespo y Nicolás Solano

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