Focas

Actualizado
  • 12/01/2019 01:00
Creado
  • 12/01/2019 01:00
Había que hacer algo, y pronto. La situación, francamente insostenible, se deterioraba por momentos. 

Había que hacer algo, y pronto. La situación, francamente insostenible, se deterioraba por momentos. Pero todo el mundo pasmado, y yo dándole labia sólo al pensamiento, literalmente atado de pies y manos, un sucio pañuelo hecho bola metido en la boca, era un estado de cosas que nada mágico sugería. Entonces, piensa que piensa, decidí encomendarme a los viejos poderes de la ficción. Ésos que conocía tan bien, y que en otras circunstancias me sirvieron. Empecé a escribir mentalmente otra secuencia vertiginosa en la que de alguna forma, por distancia y contraste, evitase que la bomba explotara. Y lo primero, por supuesto, era encerrarme lo suficiente en la atmósfera creciente del relato como para que su halo de realidad fuera capaz de borrar de mi conciencia lo que sucedía a mi alrededor. Logré estar en la remota Alaska rodeado de focas, muerto de frío, a punto de entrar a un diminuto iglú coyuntural que a duras penas me contendría. Pero no había otro, cosas de la ficción. Entré en cuclillas, con gran dificultad, pero no pude darme vuelta ni enderezarme ni volver a salir. Atorado en esa posición, aún sentía el frío tenaz permeando mis nalgas. Ya no supe qué hacer. Y de pronto todo fue calor infernal y atroz despedazamiento al volar hecho trizas por los aires con todo y focas.

* Por la tangente , 2018.

ESCRITOR Y GESTOR CULTURAL

Lo Nuevo
comments powered by Disqus