Las canteras de la Isla de Pascua fertilizaron el suelo de los cultivos por siglos

Actualizado
  • 02/11/2019 12:47
Creado
  • 02/11/2019 12:47
La excavación en las canteras para el tallado de las estatuas en la Isla de Pascua (Rapa Nui) fertilizó el suelo y permitió durante siglos el cultivo según la revista Journal of Archaeological Science

La excavación en las canteras para el tallado de las estatuas en la Isla de Pascua (Rapa Nui) fertilizó el suelo y permitió durante siglos el cultivo de papa dulce, malanga (taro), plátanos, mahute, calabazas y otras especies alimenticias en esa isla chilena, según un artículo en la edición de noviembre de la revista Journal of Archaeological Science.

"El propio trabajo de la cantera, donde se tallaron unos mil moáis a lo largo de al menos 500 años, enriqueció el suelo con fósforo y otros minerales, mejorando las condiciones para la producción de plantas de uso doméstico", dijo a Efe en una entrevista el arqueólogo José Miguel Ramírez Aliaga, de la Universidad Playa Ancha, en Valparaíso.

Ramírez formó parte del equipo internacional encabezado por Sarah Sherwood, del Departamento de Tierra y Sistemas Ambientales en la Universidad del Sur (Tennessee), que encontró un sitio de horticultura en la cantera Rano Raraku, de Rapa Nui, 3.690 kilómetros al oeste de la costa continental de Chile.

Rano Raraku es la cantera de donde se extrajeron las rocas para tallar las esculturas gigantes conocidas como moáis y los científicos centraron su atención en uno de los sólo tres moáis de la isla en el cual se ha encontrado un conjunto denso de motivos jeroglíficos.

"Nuestros resultados confirman la presencia de un paisaje cultivado en las laderas interiores sur y este de Rano Raraku desde el siglo XIV y hasta comienzos del siglo XIX", indicó el estudio.

Durante este período de transformación sociopolítica y cambios en el uso de la tierra, en toda la isla se desarrollaron huertas que requerían uso intenso de mano de obra para aumentar la productividad a medida que la fertilidad del suelo disminuía en el contexto de la deforestación, y quizá una sequía.

"Todas las plantas de uso doméstico fueron introducidas por los colonizadores polinésicos, lo que significó el traslado y adaptación de especies del trópico a una isla pequeña y extremadamente aislada en un clima subtropical, "explicó Ramírez.

"No sabemos cuánto tiempo requirió este proceso de colonización, necesario para producir una cantidad suficiente de excedentes para mantener una sociedad jerarquizada, con jefes, sacerdotes, y una variedad de especialistas sostenidos por la agricultura intensiva de tubérculos", añadió

Los colonizadores polinésicos introdujeron su propio árbol sagrado, el mako'i, que utilizaron especialmente para la confección de tablillas grabadas con una escritura jeroglífica aún indescifrada (rongo rongo), y el mahute, el arbusto que les servía para la confección de la vestimenta.

"La productividad del suelo al interior del cráter facilitó su uso agrícola hasta tiempos históricos, otra evidencia en contra de la obsoleta imagen del 'colapso' del ecosistema y la decadencia de la cultura a partir de la sobreexplotación de sus escasos recursos", comentó Ramírez.

Afectados por una sequía prolongada "los isleños supieron desarrollar técnicas para proteger las plantas y mantener la producción agrícola, construyendo recintos circulares de piedra (manavai) para proteger las plantas altas del viento, y jardines de piedra para mantener la humedad del suelo, para los tubérculos".

La excavación hasta la base del moái en Rano Raraku permitió observar que fue puesto en un nicho excavado especialmente para que se mantuviera de pie en la base de la ladera, con fines probablemente rituales, explicó el arqueólogo chileno.

"La intensa actividad asociada a ese moái se ubica entre los años 1500 y 1700 AD, hacia el final de la época megalítica y el comienzos de la crisis ambiental", agregó. "La productividad del suelo del cráter permitió sostener mucho más tiempo una agricultura intensiva".

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