Pinceles, trazos y colores, al servicio de la sociedad

Actualizado
  • 09/06/2020 00:00
Creado
  • 09/06/2020 00:00
Profesionales del arte detallan, desde sus perspectivas, cómo contribuye la pintura con el ser humano, desde sus inicios hasta la actualidad

Desde tiempos antiguos, mejor dicho, desde el inicio de la vida humana en la Tierra, las acciones del hombre tienen –o deben tener– una intención, y si esta es a favor del grupo o sociedad, sin duda es bien vista, recibida, reproducida y hasta mejorada. En este orden, ¿ha sido la pintura un arte al servicio de la sociedad?

Nicky Nodjoumi aborda la política iraní, la historia, el poder y la corrupción.

“Prefiero ampliar el compás y referirme al valor social de la cultura en general, en todos sus géneros en el tiempo. Y es que ningún género cultural está aislado de los demás, al contrario, se nutren entre sí formando sinergias cruciales”, indica el reconocido pintor panameño Eduardo Navarro.

Explica, además, que la pintura, la danza, la música, el teatro, el canto, la escritura, la poesía, el arte, el grafiti, todo es parte integral de una nube bajo –y entre– la cual la humanidad coexiste.

Desde la pintura rupestre hasta la última pieza contemporánea creada, cada pincelada aporta, de una u otra forma, a la humanidad. Es una forma de expresión y comunicación, que empleada debidamente, transforma, impacta y ejerce un efecto liberador para quien lo practica y/o lo disfruta.

“Los artistas orgánicos y auténticos por naturaleza interpretamos lo que nos rodea, nuestras experiencias, nuestros sueños, o sea que por definición el arte en todas sus formas siempre ha estado y siempre estará de la mano con la humanidad y la sociedad que la define”, señala Navarro.

Kuczynski muestra su lado más crítico en los temas de actualidad.

Si nos vamos a las primeras épocas de la historia, la pintura rupestre, una de las manifestaciones artísticas más antiguas de las que se tiene constancia, y otras manifestaciones asociadas revelan que el ser humano, desde tiempos prehistóricos, organizó un sistema de representación artística no con una intención, sino con varios propósitos que de hecho contribuían con la colectividad del momento. Según la literatura universal, estas expresiones artísticas, en general, estaban relacionadas con prácticas de carácter mágico-religiosas para propiciar la caza, entre otras acciones, lo cual beneficiaba a familias y poblados.

Hoy, lo que en su momento fue realizado desde la perspectiva artística con función social colectiva, instruye y revela datos valiosos sobre los ancestros, sus actividades y manera de desenvolverse en el día a día, dicho de otro modo, las expresiones artísticas antiguas continúan contribuyendo con las sociedades.

“Desde la época de las cavernas, donde se encuentran las primeras manifestaciones artísticas manchadas a mano en las paredes, las cuales encuentro realmente básicas y preciosas, estos símbolos llegaron a tener importancia narrativa de cómo esas sociedades vivían y se desarrollaban, además de ser un lenguaje comunicativo entre los seres humanos que vivían en las primeras sociedades que existieron en la tierra”, expone Navarro.

Así fue en la antigüedad, ¿pero con el paso de los años se mantuvo ese carácter social en la expresión artística? Según el pintor panameño, en las carreras de los maestros universales en todos los géneros culturales se pueden deslindar en sus obras las historias y vivencias de las épocas que han vivido, de los países donde han residido y las cosas que les han sucedido e impactado en su momento, a ellos y a la sociedad en que vivían.

Eduardo Navarro: “Los artistas orgánicos y auténticos por naturaleza interpretamos lo que nos rodea”.

Navarro no solo defiende el papel social de la pintura en el tiempo, sino que argumenta que “a través de la cultura se han podido denunciar y relatar todo tipo de tiranías, dictaduras, abusos, pestes, plagas, guerras, conquistas, desastres naturales... yo diría que el arte y la cultura han cumplido con una función social y de crítica siempre y ¡con creces!”.

Como prueba de ello, la literatura registra artistas cuyas pinceladas plasman críticas a situaciones que en su momento impactaron la sociedad. Es el caso de Pawel Kuczynski, un artista de 41 años nacido en Szczecin (Polonia), ganador de 92 premios nacionales e internacionales en caricatura e ilustración. “Trato de convertir en dibujos mis observaciones sobre la condición humana”, apunta Kuczynski.

Su obra es amplia, pero destaca en la sátira política, social, económica y medioambiental, donde muestra su lado más crítico en los temas de actualidad. Su trazo es sencillo, pero contundente cargado de crítica social e ironía.

Nikzad Nodjoumi, comúnmente conocido como Nicky Nodjoumi, es un pintor de bellas artes iraní-estadounidense. Sus pinturas abordan la política iraní, la historia, el poder y la corrupción. Los trazos de Nodjoumi plasman imágenes históricas y contemporáneas que se mezclan con fuertes comentarios políticos.

Desde sus perspectivas, Kuczynski y Nodjoumi con pincel y color delinean situaciones sociales por las que atraviesa un país o grupo, colocando el arte en un pedestal crítico al servicio de una sociedad.

Sin embargo, para el maestro de artes contemporáneas Aristides Ureña, en la actualidad “no es necesario” que la pintura sea un arte al servicio de la sociedad. “Me explico mejor”, dice Ureña, “el arte sublima al hombre, cuando no son instrumentos panfletarios de gobierno y de culto de personalidades”.

“Al inicio de la pintura servía de cohesión en culto y tenía su función en sus ritos, hoy las artes son el reflejo de la sociedad, en ese sentido toma una función”, dice Ureña.

El maestro de maestros Leonardo Da Vinci expresó: “El arte eleva el espíritu humano, sublima sus emociones básicas y cultiva el sentido de ser más sensible a las cosas buenas de la vida. El arte da la paz y la vitalidad a la mente humana y al alma”.

Sumado a ello, “las artes son un soporte a cada momento histórico y han ilustrado la complejidad del pensamiento donde se ha desarrollado. Es la manera pictórica la que ha evolucionado junto al pensamiento humano. La búsqueda interpretativa dentro del lenguaje artístico es la que evoluciona acompañando el pensamiento humano”, reflexiona Ureña Ramos.

Pawel Kuczynski convierte en dibujos sus observaciones sobre la condición humana.

El maestro de arte contemporáneo cuyas obras han recorrido Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Argentina, Estados Unidos, y parte de Europa considera que el pensamiento humano siempre ha buscado nuevos horizontes y a su vez el lenguaje artístico. “Ambas han servido de soporte para el desarrollo del hombre”.

“Las artes hoy se desarrollan en manera desarmónica, al igual que el pensamiento humano contemporáneo. Muchos artistas se dedican al decorativismo pictórico, al desarrollo de los lenguajes y algunos a la crítica social”, asegura Ureña.

El artista concluye que el arte hace desarrollar a las personas, porque las obliga a interrogarse. “Es un instrumento para hacer avanzar el pensamiento de cada persona”.

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