Cómo vencer el síndrome de la cabaña

El miedo a salir de casa luego de estar confinados debido a la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2, puede presentarse en muchos casos. Aunque en Panamá particularmente la segunda fase de reapertura económica implica salidas progresivas para quienes laboran en ciertos sectores, es normal que algunos sientan temor a exponerse o realizar actividades que antes eran cotidianas; este fenómeno se conoce como el síndrome de la cabaña.

Según especialistas, este síndrome ocurre en muchos casos cuando el encierro viene acompañado de problemas como hipocondría, ansiedad, estrés, depresión, y muchos otros, por lo que es importante aclarar que no se trata de una patología como tal y no hay una definición oficial sobre ello.

Más bien se habla de una consecuencia conocida, o incluso “natural”, al hecho de pasar tanto tiempo en encierro.

Ana Trujillo Zafra, psicóloga especialista en el tratamiento de trastornos psicológicos, describió en el portal español Psicólogos Málaga, que la mayoría de las personas, tras permanecer durante un periodo de tiempo confinadas, pueden padecer ese miedo intenso a cambiar de entorno sin importar que el sitio donde se encuentren, no sea el mejor.

“Somos conocedores del riesgo real que supone exponerse a salir. Esto lleva a que asociemos la calle con peligro y percibamos nuestra casa (donde pasamos tanto tiempo) como el único lugar seguro, de forma que cada vez que cambiamos a un entorno fuera de esta, se genera un miedo incapacitante. Tras tantas semanas de confinamiento, nuestro cerebro se ha habituado a la seguridad de nuestro hogar”, explicó Trujillo Zafra, en Psicólogos Málaga.

Eliécer Pérez Rivera, psicólogo de familia y parejas, coincide en que la ansiedad y el miedo que se experimentan (y que son sus síntomas más característicos) resultan lógicos ante situaciones como las vividas durante la cuarentena por la pandemia, pero se trata simplemente de una reacción de adaptación ante la nueva normalidad.

El psicólogo indicó a La Estrella de Panamá que la forma de entender mejor esta situación es procesando los acontecimientos más recientes.

“Muchas personas entraron en pánico ante la noticia del confinamiento. No hubo tiempo para asimilar lo que estaba pasando. Conforme pasaron los días, nuestra casa pasó de estar casi siempre vacía a ser como un refugio, puesto que hemos estado dentro de ella por más de tres meses por miedo a infectarnos con el virus. Es lógico que ahora a muchas personas les cueste salir a la calle”, reconoció.

El especialista añadió que tanto los adultos como los niños pueden padecer este fenómeno, sin embargo, hay que prestar más atención a los pequeños de la casa, ya que podrían necesitar ayuda.

“Los infantes son los que más sufren, ya que a raíz de la cuarentena se les hace más difícil volver a esa nueva normalidad. Hay que prestar atención y observar sus comportamientos de ahora en adelante; es una crisis que afecta a todos y hay que ir poco a poco”, recomendó el psicólogo.

Otro de los síntomas del síndrome de la cabaña es la falta de motivación en relación a actividades que se tengan que hacer especialmente en el exterior.

Según Pérez Rivera, es importante darse un tiempo hasta que la persona sienta que puede salir. “Sentir miedo es una emoción normal acorde a lo que estamos viviendo; además, cada quien tiene un ritmo de adaptación”, explicó.

Ante el miedo a salir a la calle, es importante ir realizando exposiciones de manera gradual. Empezar por hacer cosas como sacar la basura, y luego paseos cortos e ir aumentando el tiempo de estos, recomendó el psicólogo.

“Es importante no intentar controlar aquello que no podemos. Solo hay que tomar las precauciones necesarias. Por ejemplo; las medidas propuestas por  el Ministerio de Salud es lo único que nosotros podemos controlar”, recalcó.

También exhortó a no hacer interpretaciones alejadas de la realidad, ni anticiparse a los acontecimientos.

Según Pérez Rivera, hay que establecer una nueva rutina con objetivos realistas, y retomar la cotidianidad habitual de forma gradual. “Es importante no excusar el encierro con la idea de que no es necesario salir”, puntualizó.

Según explicaron medios internacionales el nombre inicial de este fenómeno fue “cabin fever”. El concepto de síndrome de la cabaña se empezó a usar a principios del siglo XX, en Estados Unidos. Época en la que muchos colonos americanos debían pasar largas temporadas en invierno dentro de sus cabañas, experimentando síntomas depresivos, ansiosos y sensación de enjaulamiento. 

Pese a que se habla de este fenómeno como un trastorno psicológico al  miedo a salir del confinamiento. Según expertos, se trata de una situación única para cada persona, que no debería catalogarse bajo un mismo fenómeno.