Guarania, el alma musical paraguaya creada por el perseguido Asunción Flores

Paraguay celebra este jueves el 95 aniversario de la Guarania, su más importante género musical, una conmemoración que incluye a su creador, el músico José Asunción Flores (1904-1972), quien por su militancia comunista fue perseguido por la dictadura y murió exiliado en Argentina.

La jornada difiere de las de años precedentes, siempre en el día del nacimiento de Flores, debido a la aparición de la pandemia, que ha obligado a que los eventos de la Semana de la Guarania lleguen a los hogares a través de la televisión abierta o redes sociales.

Una modalidad virtual que no ha impedido transmitir otro año más el espíritu de la guaranía, surgida en 1925 y con el poeta Manuel Ortiz Guerrero como el autor de las letras de la mayor parte de las composiciones de Flores.

"La guaranía, de un ritmo más melodioso que la polca, expresa de una manera genuina la personalidad de la gente de Paraguay, de su contorno físico, de su naturaleza, de su cultura bilingüe e historia", dijo a Efe el investigador y periodista Antonio Pecci.

Al respecto, Pecci resaltó el testigo recogido por otros compositores como Herminio Giménez o Demetrio Ortiz, y la proyección lograda al ser incluidas algunas de esas piezas en el repertorio de Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa o Nana Moskouri.

GUARANIA Y JUSTICIA SOCIAL

Pecci también destacó el componente social de algunas de las guaranias más conocidas de Flores, como las que refieren las duras condiciones de vida de los trabajadores de las plantaciones de yerba mate de Paraguay y de Argentina en el segundo decenio del siglo XX.

Esas vivencias también subyacen en la ideología de Flores y retrotraen, a modo de inspiración, al periodista español Rafael Barrett (1876-1910), que durante su estancia en Paraguay denunció esa explotación laboral.

De acuerdo con Pecci, el socialismo de Flores se oficializó tras la guerra civil de 1947, cuando tuvo que dejar el país y marchar a la vecina Argentina, en cuya capital, Buenos Aires, se adhirió al Partido Comunista Paraguayo en el exilio.

Su actividad, notoria debido a su creciente fama como artista, provocó su entrada en las listas negras de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), que persiguió a pensadores e intelectuales de ideas socialistas y proscribió las composiciones de Flores.

Desde el exilio, Flores prosiguió su agenda internacionalista, como representante por América Latina del Consejo Mundial de la Paz, viajes que le llevaron por ciudades como París y Varsovia y en los que se granjeó la amistad de Pablo Neruda, Jean Paul Sartre o Pablo Picasso.

Pecci recordó que Flores estuvo también en Moscú y que grabó en esa capital "Gallito Cantor", tema propio luego convertido en cortina musical durante más de tres décadas de los programas de Radio Moscú para América Latina.

GUERRA DEL CHACO

Antes de esos avatares, el músico ya había dado su medida como hombre de acción y comprometido con su tiempo, al tomar parte en la Guerra del Chaco, que Paraguay libró contra Bolivia entre 1932 y 1935.

Pecci señaló que Flores estuvo en primera línea como operador de ametralladora, pero fue desmovilizado a los pocos meses tras una iniciativa de referentes de la cultura que temieron por la vida del por entonces referente de la música popular.

"Casi muere no por efecto de las balas sino de sed", dijo Pecci, de acuerdo a un material inédito sobre el músico en el que está trabajando.

TRASLADO DE RESTOS A PARAGUAY

Flores murió el 16 de mayo de 1972, a los 67 años, en Buenos Aires. Sus restos fueron repatriados en 1991, dos años después de la caída de Stroessner, para ser depositados en la plaza de Asunción que lleva su nombre y el de Ortiz Guerrero.

Su figura fue recordada este jueves en el Senado por el legislador Carlos Filizzola, que era intendente de Asunción cuando desde la Municipalidad se comenzó a gestionar ese traslado.

En su evocación en la Cámara Alta, Filizzola, presidente del Frente Guasu, la mayor formación de izquierda de Paraguay, hizo un homenaje al Flores músico y al hombre de ideales democráticos.

"Es una persona que ha dado lustre, no solamente desde la música y la cultura, sino que también fue una persona recta, honesta, con ideales. Fue una persona que luchó por los derechos humanos, que ha tenido una firme convicción democrática", dijo Filizzola.

Tanto la Secretaría Nacional de Cultura como otros gestores culturales están en una etapa de culminación de los trámites para solicitar ante la UNESCO que la guaranía sea declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.