Un presupuesto y la proyección de un camino a través del Ministerio de Cultura

Actualizado
  • 09/09/2020 00:00
Creado
  • 09/09/2020 00:00
Actualmente se debate el presupuesto general del Estado para la vigencia fiscal 2021 a fin de promover el desarrollo del país. En él está incluido el presupuesto del Ministerio de Cultura, cuya creación fue una de las promesas más importantes del Ejecutivo, que abriga a uno de los sectores desatendidos por diferentes administraciones

Pese a la crisis a causa de la pandemia, Panamá busca restablecer su economía. Actualmente se discute en la Asamblea Nacional el proyecto de Ley 362 que dicta el presupuesto general del Estado para la vigencia fiscal 2021, a fin de facilitar el desarrollo del país.

Uno de los objetivos es la rehabilitación de Portobelo.

En este marco se sitúa el presupuesto del Ministerio de Cultura (MiCultura) por un monto de $36,419,521 millones, distribuidos en $11,845,700 millones para inversión y $24.5 millones en funcionamiento.

Por su parte, en los últimos años, el antiguo Instituto Nacional de Cultura (Inac) contó con un presupuesto de $38.3 millones en 2017; para 2018 se elevó a $49.2 millones, y para la vigencia de 2019 fue reducido a $46.9 millones.

Carlos Aguilar, ministro de Cultura, sustentó que pese a que el presupuesto asignado es menor al de 2020 ($66,048,600 millones), esto permitirá avanzar en proyectos como la construcción de la Ciudad de las Artes, que en la actualidad está en un 54% de avance y apenas se reactive la construcción, pronostica significativos avances.

“Para ello se adelanta en la adjudicación para restaurar y rehabilitar Portobelo y el castillo de San Lorenzo, ubicado en la provincia de Colón, con una inversión de $4,8 millones. En esta misma línea, se trabaja en la rehabilitación de la aduana de Portobelo, proyecto que incluye la museografía para un nuevo museo de la Real Aduana de Portobelo”, dijo el ministro mediante un comunicado.

El titular de la cartera de Cultura agregó que en el ministerio “nuestro trabajo se alinea con el plan estratégico nacional, con una visión de Estado que cumple con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.

Pero, ¿alcanzará ese presupuesto para la gestión cultural de 2021?

Rafael Ruiloba, exdirector (1999-2003) del extinto Inac, enfatiza que el Ministerio de Cultura “nació con un grillete” entre los pies, y es que los patronatos no permiten una política cultural dirigida por el Estado, ya que estos “asumen que son los que deciden la política cultural”.

“Esta privatización de la gestión cultural, además de un presupuesto bajo, hace que el Ministerio de Cultura como entidad poderosa que debería ser, siga como una entidad con una capacidad de gestión limitada”, dijo.

Ruiloba, también investigador y miembro de la Academia Panameña de la Lengua, aseguró a este medio que ha sido muy positiva la creación de MiCultura, ya que si bien “la gestión cultural en Panamá tiene 40 años de atraso”, lo importante es que haya comenzado un cambio que le permita al sector manifestarse como algo particular de la vida social y no sometido a otros intereses.

“Ese atraso de 40 años de la cultura permitió que el neoliberalismo destruyera la formas básicas del Estado y su gestión cultural”, aseguró.

Carlos Aguilar, ministro de Cultura

Para el escritor, la creación de MiCultura fue fundamental desde el punto de vista de la estructura política; sin embargo, la gestión cultural necesita recursos y definir una estrategia dirigida a los gestores del gremio en las estructuras de la vida social y no a los “burócratas culturales”.

“Un mal endémico de la cultura política panameña y del ejercicio del poder es que los presupuestos relacionados con la cultura siempre han sido reducidos. No obstante, debemos entender que si bien hoy hay un recorte en los recursos del Ministerio de Cultura, es porque estamos en una situación económica grave provocada por una pandemia que ha cambiado la lógica de las estructuras económicas y que ese recorte pudiese entenderse como algo natural en esta coyuntura. Sin embargo, el Estado debería pensar que una gestión cultural sería fundamental en la interacción social en el marco de una sociedad en crisis”, contempló.

Ruiloba insiste en que la cultura es el lenguaje de la sociedad y no el lenguaje del poder; “es ahí de donde proviene la confrontación entre el saber y el poder, entre la cultura mediatizada por los poderes del Estado”.

“Tenemos que comprender estas circunstancias para ubicar las prioridades del Estado”, zanjó.

Un año de gestión y proyecciones futuras

Ha transcurrido un año desde que se concretó la gestación de MiCultura –lo que transformó y elevó al Inac tras 44 años de fundación–, mediante la aprobación de la Ley 90 del 15 de agosto de 2019, reconociendo de esta manera la importancia de los artistas como un motor de desarrollo económico del país.

En este sentido, el ministro comentó que el recorrido de los primeros 365 días de gestión permitió avanzar con la creación de la Red de Centros de Arte y Cultura (Acción 93 del plan de gobierno), transformando un depósito de chatarra en el Centro Cultural Metropolitano, y se inauguró su primera fase el 14 de octubre de 2019. “Para el diseño de este proyecto se realizó una consulta ciudadana y fue un trabajo interinstitucional con el Banco Hipotecario, el Ministerio de Vivienda, el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Educación, el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales, el Servicio de Protección Institucional, entre otros”.

Resaltó la creación de la Dirección Nacional de Economía Creativa y del Grupo Coordinador de Economía Creativa con el Ministerio de Relaciones Exteriores (Mire), el Ministerio de Comercio e Industrias (Mici), la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme) y el sector civil y privado. “También lanzamos Crea en Panamá junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Unión Europea (UE) para la creación del plan estratégico para el desarrollo de la Economía Creativa Sostenible y creamos incubadoras de proyectos culturales”, mencionó Aguilar.

Según Aguilar, actualmente el ministerio cuenta con el primer registro de artistas y emprendedores creativos y culturales que lleva 10,500 emprendedores creativos y culturales inscritos, al tiempo que gestiona alianzas con Ampyme, el Banco Nacional y el Instituto Panameño Autónomo Cooperativo (Ipacoop) para asegurar que los emprendedores tengan acceso a programas como Banca de Oportunidades y préstamos para las pymes durante la reactivación económica.

Por otra parte, Aguilar destacó que “procedimos con la licitación para la restauración integral del Museo Antropológico Reina Torres de Araúz, con una inversión de $14,710,283 e implementamos acciones para sacar a Portobelo y San Lorenzo de la lista de Patrimonio en peligro de la Unesco antes de 2023. Para completar estas tareas contamos con un equipo de primera línea comprometido con el desarrollo de la cultura para seguir construyendo el gran país que tenemos”.

Ley de cultura

De acuerdo con el titular de Cultura, “Panamá hará historia” en la materia, puesto que recién se inició el primer debate del proyecto de ley 202 'General de cultura', que busca legitimar las actuaciones públicas en beneficio de una amplia gama de actividades, procesos y sectores que no habían sido concebidos desde la normativa cultural nacional.

Ruinas de San Lorenzo

“Es un día de regocijo y un momento histórico, pues tendremos una herramienta legal, jurídica y filosófica que contribuye a una institucionalidad cultural. Este proyecto ya tiene una historia. Es el trabajo en conjunto de aportes importantes de panameños desde varias administraciones gubernamentales”, comentó Aguilar.

El proyecto de ley general de cultura dota al Ministerio de Cultura de un marco y enfoque moderno, al sustentar su actuación en dos pares que guían los objetivos de la gestión pública cultural: los derechos culturales y el desarrollo sostenible.

Así mismo, este proyecto, que se debate en bloques, reconoce la cultura como eje transversal de las políticas públicas y la necesidad de establecer políticas y acciones intersectoriales para mejorar la calidad de vida de las personas.

“Este primer bloque trata fundamentalmente las definiciones de folclor, industrias culturales, qué entendemos por cultura, y hemos trabajado con base en los documentos que la Unesco ha generado para el mundo y también tomando en cuenta las mejores experiencias de leyes de cultura que hay en América Latina y el mundo”, subrayó.

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