Biblioteca Nacional, lista para recibir al público

Actualizado
  • 23/09/2020 00:00
Creado
  • 23/09/2020 00:00
Desde el 14 de octubre este sitio de lectura retoma sus actividades tras una larga pausa por la crisis sanitaria. La pandemia generó grandes cambios en el servicio que se ofrecía a los usuarios, fortaleciendo de esta manera los canales 'online'

Por la pandemia muchos sectores vinculados a la enseñanza resultaron afectados, tal es el caso de las bibliotecas, que tuvieron que cerrar sus puertas.

Biblioteca Nacional

Luego de ochos meses de confinamiento, la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero R. se prepara para retomar las actividades con estrictos protocolos sanitarios el próximo 14 de octubre.

Guadalupe de Rivera, directora técnica de la Biblioteca Nacional, explicó a La Estrella de Panamá que pese a la pandemia, este recinto de aprendizaje no dejó de funcionar, porque siguieron trabajando de manera remota desde casa.

“La pandemia generó grandes cambios en el servicio que se ofrecía a los usuarios, fortaleciendo de esta manera los canales online”, dijo.

En cuanto a la reapertura, de Rivera explicó que desde el pasado 2 de junio están trabajando en la organización de los servicios bibliotecarios y la adecuación del mobiliario para brindar la mejor asistencia al usuario, sobre todo con las medidas y protocolos de seguridad.

“Para esta apertura solo contaremos con el 50% del aforo. En la sala panameña hemos dejado 17 mesas y sus respectivos puestos, pero cumpliendo con los dos metros de distanciamiento. Estamos adquiriendo los insumos necesarios para tener en la entrada cuando el visitante llegue, como el termómetro y el alcohol o gel alcoholado”, mencionó.

La directora resaltó que lo más importante a destacar es que todo el material que se preste o se utilice en la sala pasará a cuarentena, es decir, estará por 14 días en un área de desinfección para luego volver a prestarlo. “Hemos visto que a nivel internacional se rigen por esa normativa de 14 días de cuarentena y en el caso nuestro contamos con un espacio bien acondicionado para que ese libro, revista o periódico pase a desinfección una vez sea devuelto. De hecho, si una persona busca un ejemplar que está en cuarentena, automáticamente le va a salir que está en ese proceso, pero si hay más ejemplares del mismo, se prestará; o si está en versión digital también se le brindará esa opción al usuario”, subrayó.

La directora añadió que independientemente de que en marzo empezó la crisis sanitaria en el país, se mantuvieron llevando a cabo muchas actividades como la celebración del Día del Bibliotecario, que se festeja cada 23 de abril en el país, así como lecturas continuas.

Incluso, la Biblioteca Nacional cuenta con la agencia panameña del International Standard Book Number (Isbn), un código normalizado internacional para libros que se debe colocar a todos los ejemplares que se publican e imprimen en el país, algo que tampoco dejó de funcionar, habilitándose el servicio digital.

“Nosotros pudimos atender a usuarios en línea y los orientamos sobre cómo podían acceder a la hemeroteca digital. De hecho, hace poco culminamos un proyecto de digitalización de 500 mil imágenes de periódicos panameños que datan de 1800 a 1984, entre ellos La Estrella de Panamá y La Prensa”, explicó de Rivera.

La directora aseguró que la aceptación de los usuarios a las herramientas digitales fue mejor de lo que se había esperado.

Según las estadísticas, hubo un importante volumen de consultas online de libros y periódicos. “Las personas aprovecharon para terminar de leer o iniciar alguna investigación, ya sea sobre la historia del Canal de Panamá u otros temas específicos”, detalló.

Fondos para seguir adelante

Desde 1998 la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero mantiene un convenio con el Ministerio de Educación (Meduca), y a través de la Fundación Pro Biblioteca Nacional que la administra, recibe un fondo para su mantenimiento y administración.

Sin embargo, de Rivera explicó que los recursos de este fondo se verán afectados por la compra de insumos para mantener la bioseguridad durante la pandemia, es decir, que se generarán gastos adicionales. “Además, hay que ver cómo quedarán económicamente las instituciones públicas y si podrán seguir brindándonos la misma cantidad de dinero que nos ofrecían hasta ahora”.

Según de Rivera, lo más difícil de la reapertura será estimular el hábito de los lectores que podrían preferir permanecer en el espacio virtual.

“Eso lo sabremos en la primera o segunda semana, cuando hayamos vuelto a las actividades”, reconoció la directora, y precisó que pronto estarán lanzando el préstamo electrónico, un catálogo en línea de libros que ofrece la biblioteca; “lo que buscamos es medir qué es lo que más se usa o qué temas son más relevantes para los usuarios”, explicó.

Solo queda esperar hasta octubre. Mientras tanto, como dijo una vez el poeta, ensayista y escritor argentino Jorge Luis Borges, “siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca”, y es que las bibliotecas cumplen una labor social de mucha importancia no solo para la lectura académica, sino para los amantes del aprendizaje.

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