Aprender a decir 'no' sin sentir culpa

Hoy vivimos permanentemente bajo presión, estrés, agotamiento físico, lo cual reduce nuestras expectativas de concentración y enfoque. A veces repetimos estas conductas a las que nos acostumbramos y no nos detenemos a revisar qué nos sucede ni hacia dónde estamos enfocándonos.

Siempre decimos que “sí” sin elegir, y pagamos un alto precio por pertenecer al mundo del “sí”.

Y este sistema, sin que nos demos cuenta, toma el control de nuestras emociones y nuestros pensamientos.

Para salir del agotamiento necesitamos descubrir realmente qué es lo que nos interesa e importa, hacer lo relevante, lo que verda deramente suma; determinar el presente.

Debemos hablar bien del futuro, al levantarnos, decir: “Este día será maravilloso”, “hoy es mi oportunidad”, y al acostarnos, “mañana estaré más cerca de mi éxito”.

Disfrutar del placer y gozo, ya que cuando nos reímos, el cuerpo libera endorfinas que es como la morfina, por eso cuando una persona se ríe, se relaja y queda contenta.

Cuando estamos amargados, quejosos, resentidos o negativos, nuestro cuerpo libera sustancias tóxicas como la epinefrina, la acetilcolina y la norepinefrina, que dañan nuestra salud.

La única manera de salir victorioso es aprender a decir “no”, sin sentir culpa, cuando alguien nos pida algo que escapa de nuestro tiempo y espacio. Aprender a decir no, aprender a poner un límite, y así también estaremos cuidándonos.