Comunicación y lenguaje corporal, algunas claves

Actualizado
  • 12/06/2021 00:00
Creado
  • 12/06/2021 00:00
Por ejemplo, tirar de nuestro lóbulo de la oreja mientras luchamos por recordar algo es un acto muy obvio e inconsciente. Sin embargo, hay otros gestos que son discretos, minuciosos y fugaces
Reconocer estos detalles puede ayudarnos a descifrar a los demás y a reconocer qué comportamientos son los más precisos o reveladores.

Desde un pie que apunta hacia la salida más cercana, hasta ajustarnos la ropa cuando alguien nos hace una pregunta incómoda, nuestros cuerpos se comunican constantemente, aunque no nos demos cuenta y, por más que queramos ocultar nuestros sentimientos, deseos, miedos e incluso, nuestras intenciones, a menudo ellos se expresarán primero a través de nuestro lenguaje silente mucho antes de que estemos conscientes.

Reconocer estos detalles puede ayudarnos a descifrar a los demás y a reconocer qué comportamientos son los más precisos o reveladores. Por ejemplo, tirar de nuestro lóbulo de la oreja mientras luchamos por recordar algo es un acto muy obvio e inconsciente. Sin embargo, hay otros gestos que son discretos, minuciosos y fugaces.

Si los movimientos rápidos del rostro se llaman microexpresiones, los del cuerpo se llaman taquicinésicos, esta palabra viene del griego tachys (rápido) y kínesis (movimiento o comportamiento). Por ejemplo, antes de que nuestro cerebro pensante se dé cuenta de que alguien nos pisó los dedos de los pies, ya estamos haciendo muecas de dolor.

Al ser muy instintivos y fugaces, los comportamientos taquicinésicos revelan mucha información personal, especialmente si el individuo oculta sus miedos, luchas, ansiedades o finge estar tranquilo bajo presión y justamente, por este detalle, ellos son los que desenmascaran la verdad.

Así que a partir de ahora, amigo lector, le revelaré algunos gestos que las personas suelen hacer sin darse cuenta del mensaje que transmiten. Hago la aclaración de que el contexto será clave para confirmar su razón.

Movimiento de párpados:

El movimiento repentino de los párpados sugiere que algo anda mal o que una persona está luchando con algo que escuchó, vio o está procesando. A menudo se ve cuando las personas tienen dificultades para encontrar la palabra correcta o no pueden creer lo que acaban de escuchar o presenciar.

Contracción ocular:

Bajo mucho estrés, los músculos pequeños justo debajo del ojo y por encima del pómulo se contraerán brevemente de manera incontrolable, ese temblor en particular indica un alto grado de malestar psicológico o tensión.

Contracción pupilar:

Ocurre cuando vemos algo que no nos gusta o cuando tenemos emociones negativas. Obviamente, es más fácil de detectar en ojos claros, pero cuando las pupilas se contraen repentinamente, ha ocurrido algo negativo. Curiosamente, nuestro cerebro gobierna esta actividad para asegurarse de que nuestros ojos estén muy enfocados, ya que cuanto menor es la apertura, el iris en este caso, el cual rodea la zona pupilar del ojo ofrece mayor claridad. El tamaño de las pupilas puede cambiar en menos de una milésima de segundo.

Entrecerrar los ojos:

Esta es nuestra forma de mostrar disgusto o preocupación, especialmente cuando escuchamos o vemos algo que no nos gusta. Con algunas personas, la respuesta es tan precisa que cada vez que escuchan algo que no les gusta, entrecierran los ojos muy brevemente. Habiendo dicho eso, tenga en cuenta que también entrecerramos los ojos cuando nos enfocamos en algo o intentamos darle sentido a algo que hemos escuchado.

Apretar la lengua:

Para aliviar el estrés (generalmente un estrés significativamente alto), una persona presionará rápidamente la lengua contra el interior de la boca, lo que se nota en las mejillas. Esto también se ve en personas que son sorprendidas haciendo algo mal. Debido a que desaparece rápidamente, es fácil pasarlo por alto.

Salto de la manzana de Adán:

Cuando se levanta repentinamente (como pan en una tostadora), es probable que la persona haya escuchado algo que le cause mucha ansiedad o miedo. El estrés o la ansiedad extrema son los culpables de este comportamiento y, por más dramático que parezca, la mayoría de los hombres no se dan cuenta cuando lo hacen.

Pulgares hacia arriba:

Los pulgares que aparecen repentinamente mientras los dedos están entrelazados indican confianza en lo que se dice. Por lo general, se ve cuando las manos están en el regazo o encima de un escritorio o mesa. A medida que la persona enfatiza genuinamente, los pulgares aparecen como dos signos de exclamación. Debido a que las conversaciones pueden ser muy fluidas, este comportamiento es fugaz y temporal dependiendo del flujo de la discusión.

Retirada del pulgar:

Cuando nos sentimos inseguros o amenazados, retiramos nuestros pulgares inconscientemente y los colocamos junto a nuestros dedos o incluso debajo de ellos. Un doblado repentino del pulgar significa que una persona está preocupada, ansiosa, temerosa o amenazada. Esta es una táctica de supervivencia que tenemos y es muy similar a la que hacen los perros cuando bajan las orejas debido al miedo.

Notar estos gestos le ayudarán en su día a día y negocios, porque al ocurrir inmediatamente y sin deliberación consciente revelarán la verdad. Si bien todo el cuerpo se comunica de diferentes maneras, la taquicinesis es un estudio que nos ayuda a comprender las comunicaciones humanas y decodificar lo que realmente hay en el corazón y en la mente.

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