La agenda ejecutiva, el otro vestido de la mujer profesional

Una profesional debe vestirse de acuerdo con su posición. Además, debe llevar entre otras cosas, un buen reloj, un bolígrafo distinguido y una agenda nítida, pulcra y bien ordenada.

Aunque con la fiebre de la tecnología son pocas las personas que siguen usando la pluma y el papel para sus anotaciones, aún quedan las últimas obstinadas que lo prefieren por las razones que sean.

Para ellas es este artículo, y también para las otras, porque la tecnología, como todo, no es infalible.

¿A quién no le ha pasado que le falla el celular y se queda sin poder llamar a alguien porque no se sabe el número, o que luego de pasar mucho tiempo escribiendo un artículo que esperan con urgencia, de pronto ¡zas!, de un tirón desaparece como las llaves en las manos de David Copperfield, sin esperanza de recuperarlo?

Confieso que a mí me ha pasado y es para llorar; de hecho, ¡he llorado!

Como actualmente hay una gran cantidad de equipos y aplicaciones, algunos combinan la agenda habitual de papel con la agenda electrónica, mientras que otros utilizan solo la última.

Mi consejo es conservar las dos opciones por lo menos para citas y programas importantes, por si ocurriera algún inconveniente o falla.

El elemento primordial de la agenda es priorizar, escoger qué es lo que va primero.

Divida el trabajo según las prioridades, tomando en consideración que lo importante siempre va primero que lo urgente, porque la urgencia es un elemento temporal, y lo  importante es un componente de objetivos.

Primero: Los trabajos más importantes. A estos hay que dedicarles el mayor tiempo.

Segundo: Todas aquellas tareas que pueden aplazarse o ser delegadas, aunque sea en parte.

Tercero: Trabajos usuales a los que dedica mucho tiempo, pero que no ayudan a lograr metas.

- Cada día antes de finalizar la jornada dedique unos minutos a reorganizar las citas y las tareas del día siguiente.

- Revise continuamente la agenda para que rectifique las reuniones: hora, lugar, asistentes.

- Confirme toda la información, interna y externa.

Las anotaciones de su agenda también deben seguir otros lineamientos importantes para su trabajo, como por ejemplo:

- Dejar espacios en blanco

- Conocer bien la finalidad de todos los eventos proyectados

- Confirmar por escrito las citas pactadas verbalmente

En el mundo empresarial ser una buena ejecutiva tiene tanta importancia como parecerlo, y es allí donde entra en juego su imagen.

La imagen está conformada por muchos factores: Desde su vestuario, aseo, su conversación, buena educación, hasta las maneras en la mesa... todo.

Unido a eso, su maletín ordenado con los documentos en su lugar para encontrarlos la primera vez sin necesidad de una lupa, y la agenda profesional en donde todos los detalles de su reunión estén en primer orden, ampliarán ese perfil de excelencia que es la meta final.

Cortesía, respeto, buenas maneras, excelente presentación física, buen vestuario, limpio y pulcro, un maletín ejecutivo elegante y ordenado, y su agenda al día.

¡Yo contrato a esa ejecutiva!