Retos educativos críticos de América Latina

Actualizado
  • 05/03/2022 00:00
Creado
  • 05/03/2022 00:00
En la región se debe fortalecer el preescolar. Los resultados son terminantes. Los niños con más años de preescolar tienen mejores rendimientos en todo su trayecto educativo
El siglo XXI será de conocimiento intensivo. Los avances en educación definirán las posibilidades de los países.

La educación está al tope de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. El 4º es “Garantizar para 2030 una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

El siglo XXI será de conocimiento intensivo. Los avances en educación definirán las posibilidades de los países. En América Latina, que tiene una dotación privilegiada de recursos naturales, la educación es la gran palanca para convertirlos en desarrollo.

Sin embargo, las metas 2030 están en serio riesgo en la región. Debe enfrentar, entre otros, los siguientes problemas críticos:

Impactos de la pandemia

De acuerdo con Unicef, en marzo de 2021 se llegó a 56 semanas de interrupción de las clases presenciales. 114 millones de niños fueron afectados. Los más perjudicados fueron los de sectores más humildes. Entre los más golpeados por la privación de educación estuvieron los niños indígenas, de zonas rurales, y los urbano marginales.

Baja calidad de los aprendizajes

Ya antes de la pandemia las evaluaciones indicaban serios déficits de aprendizaje. El ERCE 2019, estudio del Laboratorio de Evaluación de la Calidad de la Unesco, encontró que en 6º grado de primaria solo el 34% de los niños alcanzaba el mínimo en comprensión lectora, solo el 17,6% en matemáticas, y solo el 20,7% en ciencias. Otro estudio del Banco Mundial mostró que el 71% de los niños del nivel inferior de la secundaria no puede entender un texto de extensión moderada. Antes de la pandemia era el 55%.

Incidencia de las desigualdades socioeconómicas

Se ha comprobado una muy alta correlación entre las dificultades de aprendizaje y el nivel socioeconómico de los estudiantes y de las escuelas. En un mundo muy desigual donde el 10% más rico tiene el 76% de la riqueza, y el 50% más pobre solo el 2%, América Latina es aún más inequitativa: el 10% más rico tiene el 77%, y el 50% más pobre, el 1%. Ello incide fuertemente en las posibilidades de completar la secundaria de los niños desfavorecidos. Asisten asimismo a escuelas con marcada insuficiencia de recursos. La pandemia, además, llevó a un aumento de la pobreza extrema de 5 millones en 2021.

Maestros, en dificultades

Diversos estudios indican que los sistemas digitales muy útiles, no pueden reemplazar al maestro. Ello es particularmente importante para los niños más vulnerables. En la región, el trato deficiente de la profesión de maestro ha llevado a que los de primaria ganen solo el 76% que otras ocupaciones similares, el 15% no tiene una formación docente adecuada, y escasean los planes de estímulo.

Inversión reducida en educación

La Unesco aconseja que no debiera ser menos del 6% del PIB. En América Latina es escasamente 4%. Para comparar, en los países líderes: Dinamarca 7,8%, Noruega y Suecia 7,6%, Finlandia 6,5%, e Israel 6,2%. En la región destaca Costa Rica con 6,8%.

Fortalecer el preescolar

Los resultados son terminantes. Los niños con más años de preescolar tienen mejores rendimientos en todo su trayecto educativo. En la región falta mucho por hacer en cobertura y calidad en este tema de tan alta relevancia.

Estos son algunos de los retos críticos preexistentes a la pandemia, pero que fueron agravados por ella. La región debe asumir que los discursos pro educación deben ser acompañados de una inversión mucho mayor en ella, y de profundas reformas. Será muy útil desarrollar amplios pactos nacionales entre el sector público, la empresa privada y la sociedad civil, para asegurar, como pide la ONU, una educación inclusiva, equitativa y de calidad.

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