Lo mejor de la Riviera Maya con inspiración en el México contemporáneo

Antes de regresar a Panamá, luego de cuatro días por la Riviera Maya, México, tuvimos la oportunidad de conocer y hospedarnos en La Casa de la Playa, el tercer complejo hotelero de Grupo Xcaret, un espacio donde la intimidad y el lujo convergen en un entramado artesanal, donde la serenidad reconforta al espíritu y la sostenibilidad conduce el respeto al entorno. Durante la estadía en el hotel inaugurado en diciembre de 2021, bajo un concepto de hospedaje boutique solo para adultos, exploramos desde amenidades premium hasta una atención personalizada. Definitivamente una experiencia inolvidable.

El lujo no solo se expresa en los exquisitos detalles de la propiedad, sino en el amplio espectro de experiencias únicas que se pueden vivir a través del concepto All-Fun Inclusive, que incluye cenas especiales en este y demás hoteles, visitas a los sitios icónicos en los parques, transporte privado en autos de lujo como el que disfrutamos dentro de un Tesla, una compañía de vehículos 100% eléctricos fundada por el magnate sudafricano Elon Musk.

“Nuestra Casa de la Playa está hecha para ese segmento de huéspedes de lujo que buscan unas vacaciones a la medida, dentro de un ambiente equilibrado en la naturaleza, nuestro principal mensaje”, detalló Jeniffer Rivera, directora de ventas para la Región Andina Norte de hoteles Xcaret.

De acuerdo con Rivera, las habitaciones exaltan la cultura mexicana ya que muchos de los productos que se encuentran dentro de cada una provienen o son hechos por artesanos de Quintana Roo, los cuales resaltan el lujo y van de la mano con la sostenibilidad.

De hecho, La Casa de la Playa impulsa un programa de reproducción y liberación de especies en vías de extinción y por eso en cada habitación hay una pecera con medusas. Además, dentro de los parques del grupo también “contamos con un programa de liberación y reproducción de la guacamaya roja, una de las aves que estaba en vías de extinción y gracias a nuestro programa ya salieron de la lista de aves en peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Uicn)”, detalló Rivera en una entrevista para La Estrella de Panamá.

Añadió que dentro de cada espacio que ofrece este hotel se verá resaltado el programa de sostenibilidad. “La casa ofrece 63 suites con nueve categorías diferentes, desde piscina privada hasta jacuzzi de piedra volcánica en la terraza de la habitación y con vista panorámica a la playa, mientras que otras se enclavan en la selva maya con acceso directo al mar, sin duda un hogar de lujo, con un diseño inspirado en el México contemporáneo, pero siempre bajo el concepto de protección y conservación del medio ambiente”, explicó.

Igualmente, en las habitaciones el visitante también podrá encontrar hamacas artesanales y camastros. Cada habitación cuenta con una decoración de arte huichol y equipamiento de lujo.

“El viajero de lujo ya no es como antes. Ahora lo que busca es vivir experiencias que conecten con la naturaleza y la cultura. Por ello buscamos una colección de momentos que provoquen gran sentido de pertenencia con el lugar”, comentó.

Según Rivera, este hotel boutique a diferencia de los otros del conglomerado, más allá de ofrecer experiencias formidables brinda a los visitantes tranquilidad, gastronomía y espacios totalmente confortables ”, resaltó.

Otra experiencia que pudimos disfrutar en este hotel fue el spa muluk en el cual se incluyen las salas de lodo y sales, un ritual de hidroterapia con vista al mar, piscina lúdica, sauna, vapor y cuarto frío, además una zona de relajación y estética con sus amplios espacios abiertos y una botica para preparar las esencias que se utilizarán en los tratamientos rejuvenecedores.

Más allá de la gastronomía, también pudimos deleitar el paladar con dulces de chocolate. “Contamos con una exposición de dulces gourmet a manos del colectivo gastronómico de la Casa de la Playa, pero también está combinado con el chocolate típico mexicano siguiendo la línea de exaltar la cultura del país”, expresó Rivera.

Igualmente está la bodega donde encontramos los sabores del mezcal, uno de los licores típicos de México. También visitamos el cuarto de las maravillas, una boutique para el huésped que busca justamente diseños únicos, por lo que “brindamos la oportunidad a diferentes diseñadores de la zona para que presenten sus trabajos artísticos en este sitio”.

Respecto a la oferta gastronómica, Rivera detalló que cuentan con cuatro restaurantes.

El primero es Tuch de Luna, cuya propuesta gastronómica es de la celebrity chef Martha Ortiz, quien despliega arte, ciencia y cocina con una perspectiva femenina, enalteciendo la cultura y el sabor de México. “Su cocina abierta y el menú cambiante hacen de este restaurante un ambigú hogareño y brinda a los comensales la oportunidad de interactuar con los creadores culinarios”, planteó.

Luego está Lumbre, dirigido por los hermanos Rodrigo, Patricio y Daniel Rivera-Río, el cual ostenta un menú de carnes con lo más representativo de los estados del norte del país como Sonora, Chihuahua y Nuevo León, en un ambiente festivo amenizado por un Dj. Abre cuatro días a la semana.

Centli, también creado por Rodrigo, Patricio y Daniel Rivera-Río, se basa en el concepto del ying y el yang, con una selección de los mejores platillos de Yucatán, Chiapas y Tabasco, en un ambiente relajado y amenizado con música ambiental. Abre tres días a la semana.

Mientras que Estero, es un restaurante a cargo del chef peruano Virgilio Martínez Véliz (uno de los 50 mejores chefs del mundo), cuya propuesta gastronómica es un menú de siete tiempos que aborda los sabores de las costas mexicanas, creando una interesante fusión de sabores y estilos latinoamericanos (Perú, la Amazonía, los Andes; el Caribe y sabores mexicanos)

“Martínez también cuenta con una estrella Michelin y tiene un restaurante en Perú, y para nosotros es una dicha tenerlo en nuestra casa”, comentó Rivera.

La mayor parte de las amenidades con las que cuenta cada habitación son hechas en comunidades rurales indígenas, como el champú, la crema y el jabón, de Mérida y Yucatán; las canastas decorativas de Tlamacazapa, Guerrero; los cojines bordados de San Andrés Larráizar, Chiapas. Al igual que los dulces artesanales fabricados en Cancún, Quintana Roo por una pequeña empresa, la cual surte “nuestros hoteles cada 15 días, apoyando el ingreso constante de varias familias de campesinos locales”, dijo.

En cuento al room service, es otra gran experiencia que experimentará en su visita a la Casa de la Playa, a fin de que pueda satisfacer todos sus deseos, así como también será asistido por un equipo de mayordomía, que lo acompañará a lo largo de toda su estadía.

Para finalizar nuestra estadía en este hotel boutique, tras la invitación exclusiva de Copa Airlines y Grupo Xcaret, no puedo dejar de resaltar la degustación exclusiva de vinos mexicanos que nos ofreció el sommelier Pavel Martínez, con la marca propia de La Casa de la Playa.