La floración de los guayacanes se convierte cada año, entre los meses de marzo y abril, en un espectáculo visual que pinta de amarillo el horizonte de...
- 05/09/2014 02:00
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La protagonista de Lucy tiene el denominador común de las primeras heroínas de las películas de Luc Besson. Es fuerte y débil al mismo tiempo, poderosa y vulnerable, carismática por momentos, y seductora hasta el final. Con esas características se hicieron memorables personajes como la pequeña Mathilda de Natalie Portman o la Nikita de Anne Parillaud.
Es probable que esta película no logre hacer lo mismo con Lucy, pero sí podríamos decir que afianza a Scarlett Johansson como un ícono de la ciencia ficción. En los últimos dos años, Scarlet se burló de su condición de sex-symbol con Don Jon (2013), en Her (2013) nos conquistó a pesar de ser la voz de un sistema operativo, y con la alienígena de Under the skin (2014) demostró que aún poniendo cara de póquer durante toda una película puede mantener el interés del público.
Este año, además, volvió al cine indie junto a su colega Jon Favreau en Chef (2014), y repitió su personaje de Viuda Negra en Capitán América: El soldado de invierno (2014). Cerca de cumplir los 30, Scarlett sabe que su verdadero talento va más allá de un cuerpo sexy.