Markova Concepción: 'Quien viole los derechos humanos del país debe asumir las consecuencias'

El despacho de la ministra de Desarrollo Social (Mides) es modesto y luminoso. Desde allí Markova Concepción Jaramillo (David, Chiriquí, 1973) recibe a este periódico para conversar sobre las carencias de nuestro país.

Más allá de ser una mujer que toma decisiones dentro del Ejecutivo es una dama discursiva y cálida que sabe poner las tildes en las palabras esdrújulas de la vida: ha entendido que tras una caída, una se levanta, se limpia las rodillas y continúa su camino.

Markova, ya lo ha avisado: tiene planes para combatir la pobreza, la desigualdad, la brecha salarial, el suicidio... Y tiene claro que en cinco años no se solucionarán todas las trabas que nos sacuden, sin embargo se compromete “a resultados avalados por la ciencia”. Hoy toma con seguridad las riendas de un Ministerio que busca el bienestar social de una sociedad. Aquí una panameña con buenas intenciones que puede usar la política para transformar. Ya juzgaremos su desempeño en 2024.

La injusticia. Ver y tener contacto con niños en situación de carencia, abandono pobreza, maltrato, abuso. Me quita el sueño que esos niños no puedan tener las mismas posibilidades de muchas personas en el país. Los tomadores de decisiones tenemos la posibilidad de equiparar la balanza y la responsabilidad y la sociedad debe contribuir.

Desde la infancia debemos generar empatía con los niños. Cuando estás en la escuela y hacen los servicios sociales, tienes que llevar a esos estudiantes a áreas de difícil acceso, para que conozcan lo que es vivir en pobreza. Nadie puede hablar de las cosas que no conoce ni de las cosas con las que no tiene contacto. He leído cualquier cantidad de informes de pobreza, desarrollo humano, pero cuando le pones el rostro a esa carencia, es diferente.

La primera infancia es el momento crucial. Estamos en el momento justo de la inversión. He querido traer la ciencia y el conocimiento. No podemos seguir tomando decisiones de políticas públicas ni haciendo más programas y proyectos que no se sustenten en evidencias científicas.

Dos cosas importantes, que los primeros días de los niños se desarrolla el 87% del cerebro. La pobreza, la desnutrición el maltrato, afectan el cerebro de los niños. Hay imágenes de la ciencias que te muestran: un cerebro expuesto a pobreza y el otro con estimulación y crecen de manera diferente. En el 45% de la población de este país , las familias disciplinan a los niños a través del castigo físico y verbal. Por eso hay victimarios y a la vez tanta violencia de jóvenes y adultos. La forma como reformamos a la niñez panameña es a través de castigos y no con una pauta de crianza positiva, pero tampoco los padres han sido enseñados con otras alternativas. Es muy fácil decir: 'no le pegues a los niños'. Y esa es la labor que tenemos nosotros como ministerio.

Los desafíos con los adultos mayores son de vital importancia para el país. La esperanza ha aumentado a lo largo de los años y va a seguir aumentando. La mujeres vivimos más que los hombres. Tenemos que generar evidencias científicas que nos den la hoja de ruta y eso es lo que vamos hacer en el Ministerio de Desarrollo Social. Después del censo de mayo de 2020 podremos reformular los programas y proyectos.

Es un tema de salud tabú que tenemos que sacar de allí. Es una realidad que afecta a todo el mundo. En estos 100 días de ejecución hemos generado con el Ministerio de Salud, la primera propuesta de ley para la prevención del suicidio, todavía no la hemos presentado. Estamos abordando el tema con este proyecto de ley para articular esfuerzos entre las instituciones. El Mides va a generar campañas y espacios para la discusión del tema. Los cuadros de depresión, ansiedad, los problemas de salud mental no identificados a tiempo y la tecnología lamentablemente no usada adecuadamente pueden ocasionar suicidios.

La situación de los 'ninis' es una ausencia de respuesta del Estado, pero no solo del gobierno. Cuando ves las características de esas familias, mayoritariamente son mujeres jóvenes. Los programas que nosotros ejecutemos tienen que ir enfocados a reducir la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres en esa población. Debemos afianzar la educación y la incorporación integral de nuevas pautas de crianza, sino la pobreza seguirá reproduciéndose. La pobreza no es solamente material. Hay pobreza mental y cultural.

El combate de la pobreza en el país no se van a solucionar exclusivamente con subsidios. Sin embargo, es un mecanismo de atención inmediata a la urgencia. La situación es que 777 mil personas viven en pobreza multidimensional y más de medio millón de niños y niñas padecen de desnutrición crónica. Ahora los subsidios no los vamos a eliminar, los vamos a fortalecer. No es más plata, sino generar acompañamiento familiar, inclusión productividad y empleo. Las decisiones a corto plazo impactan la sostenibilidad del país. Lo que nosotros decidamos estos cinco años en cuanto a la primera infancia, el adulto mayor, los 'ninis' y las mujeres impactará hasta el año 2030, por hablarte de una estimación. Pero no es solo tarea del sector gubernamental, las empresas privadas tienen que involucrarse.

Cuando hay credibilidad y vocación de trabajo, hay posibilidad degenerar alianzas público-privadas. El sector privado, hoy día, tiene confianza en el Mides. No hay una empresa exitosa en una sociedad fracasa, he aprendido esa frase.

Al margen de los casos específicos que está viviendo el país, la protección de los derechos humanos no son negociables. Si hay una violación de los derechos humanos, venga de quien venga, el responsable tiene que asumir los procedimientos legales. Nadie se exime. Ya lo dijo el presidente

(ríe) Markova Concepción Jaramillo es una mujer profesional y ama de casa. Soy madre de una chica de 22 años. Fui madre soltera. Una mujer que no para, muy trabajadora, muy comprometida con lo que hago. Soy perfeccionista, pero buscando lo mejor de mí y sacar lo mejor de la gente.

Estoy en esta institución desde hace 14 años, desde que se creó. En este mismo despacho, me tocó escribir con la ministra, lo que iba ser el Ministerio de Desarrollo Social. Tuve la oportunidad en ese momento, a mis 30 años, de ser invitada a ser parte del equipo. Pensé que sería técnica pero me ofrecieron ser la Directora de Planificación. Tuve como tres meses que no dormía. Mi nivel de compromiso me hace autoexigente para dar lo mejor. Me gusta la organización y la disciplina. Cuando Markova Concepción Jaramillo se compromete en algo, lo cumple

De mi padre tengo la disciplina, la perseverancia, el trabajo en grupo, la vocación de servicio, la mística, la solidaridad... Nos enseñó desde muy pequeñas, a mi hermana y a mí, ese contacto con la gente. Al punto de que nos inscribió en una escuela pública, teniendo la posibilidad de estar en una privada. Mi padre me enseñó que la única vía para salir adelante es la educación. El conocimiento es lo que hace la diferencia. Mi madre fue una mujer trabajadora. Una mujer muy callada pero con mucha fuerza y decisiones.

Uno puede participar y aportar en la política de muchas maneras. Uno decide por cuál. La que yo recomiendo es el conocimiento y eso amerita que estudies... y que estés en permanente actualización. Los temas que siempre me han interesado: la discriminación hacia la mujer y la brecha del género en los diferentes espacios.

La mujer que te diga que Panamá o el mundo no ha vivido una forma de discriminación machista se está pegando un tiro. La realidad de la sociedad es que está construida para que nos discriminen, desde muchas formas. Las mujeres tenemos que demostrar tres veces más que podemos desempeñar las tareas que puede hacer un varón. Cuando estás en un puesto de toma de decisión, o eres una figura pública, siempre hay prejuicios y especulaciones. Preocupa también el acoso callejero.

Hace 10 años perdí la audición del oído izquierdo. Una pérdida súbita. No hubo una razón específica. Eso es un cambio que te marca. Fue la adaptación al entorno y como soy docente universitaria, también la adaptación al aula. Los primeros momentos fueron desafiantes. Pero me enfoqué en lo positivo y no lo negativo.

No he podido leer mis géneros favoritos en estos primeros meses de gestión, pero sí he leído del ministerio. Harari, escritor israelí, me encanta. Me gusta la lectura espiritual porque es lo que me recarga. Puede sacarme de ese dolor diario que estamos viviendo todos los días. Me gusta escuchar mantras... Todo lo que te eleve el espíritu y el alma.

Lo único que yo me voy a llevar de este despacho, será mi cartera y mi reputación. Que caminé el país, porque lo estoy haciendo. Que usé la ciencia para atender a las personas con mayor situación de pobreza y vulnerabilidad. No vamos a resolver en los cinco años, todos los problemas sociales pero sí me comprometo a hacer lo mejor mientras dure. Me gustaría agregar algo, ¿puedo?

Le diría a las mujeres en este país que cuando quieran lograr algo, se esfuercen. Deben demostrar su dignidad como personas. Soy una mujer abiertamente feminista. Si somos la mitad de la población en el mundo, tenemos que estar en la mitad de la toma de decisiones.