Cuando los tacones eran masculinos

Actualizado
  • 29/06/2021 00:00
Creado
  • 29/06/2021 00:00
Los zapatos de tacón fueron usados por siglos en el Medio Oriente por los jinetes de Persia, nombre histórico de Irán

Hermosos, elegantes y sexys, pero ni sus más vehementes adictas, como yo, discutimos que son prácticos. No son buenos para caminar y a veces son algo incómodos; se quedan atascados en las calles, resbalan, se tuercen y nos hacen caer. Se podría decir que los tacones altos no fueron hechos para caminar.

Tacones masculinos

Pues bien, inicialmente ese no era su destino.

Los zapatos de tacón fueron usados por siglos en el Medio Oriente por los jinetes de Persia, nombre histórico de Irán. Los soldados se agarraban a los estribos y el tacón ayudaba a sujetarse para poder disparar con más exactitud.

A finales del siglo XVI, el sha Abbas I tenía la mayor caballería del mundo. Cuando quiso crear lazos con gobiernos de Europa occidental para tener aliados con quien enfrentar al imperio romano, envió su primera misión diplomática a Europa, desatando una ola de interés por Persia, y los zapatos “al estilo persa” fueron acogidos con furor por aristócratas que buscaban una apariencia viril, lo que solo se conseguía con zapatos de tacón.

Cuando esta moda llegó a las clases más bajas, la aristocracia respondió aumentando su altura, originando así el calzado de tacón alto.

En las calles adoquinadas estos zapatos no tenían ningún valor, pero era el estilo de la época: lograr estatus social a través de hábitos imprácticos. (La clase alta siempre utilizó ropajes poco prácticos, incómodos y ostentosos para demostrar su posición privilegiada).

Los tacones y las suelas eran de color rojo, tal como hoy es la marca de fábrica del famoso diseñador francés Christian Louboutin, cuyos zapatos de suela de ese color son la locura de las famosas (y también la mía).

La moda pasó a Gran Bretaña, y en su coronación, el rey Carlos II de Inglaterra usó zapatos con tacones estilo francés, a pesar de que medía 1,85 descalzo.

Luego, en 1670, Luis XIV firmó un edicto donde solo los miembros de su corte podían usar tacones rojos; en la práctica, la alta sociedad usaba imitaciones.

La manía de las mujeres por copiar el vestuario masculino hizo que pronto se extendiera a ellas y a los niños, utilizando los zapatos de tacón para masculinizar su vestuario.

Al final del siglo XVII hubo un cambio, los hombres sacaron los tacones bajos, mientras que los de las mujeres eran más altos y curvos, dando inicio a lo que se llamó “la renuncia del gran macho”, que trajo el abandono de las joyas, de los colores brillantes y de las telas ostentosas.

Llegada la moda de colores oscuros y homogéneos, los tacones altos lucían afeminados y en 1740 los hombres dejaron su uso.

En la mitad del siglo XIX la fotografía cambió la moda con mujeres desnudas posando en posiciones que recordaban a los desnudos clásicos, pero calzando tacones altos de la era moderna.

Ese fue el nacimiento de los tacones femeninos, lo que hasta nuestros días no se ha dejado de usar para el placer de todas las que vemos poco elegantes y nada distinguidos los zapatos bajos.

Pero no entremos en discusiones... si le gustan bajos, úselos y gócelos.

Yo seguiré feliz con mis tacones de medio metro mientras el cuerpo aguante.

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