Ciudades azules-verdes, la convergencia de valores hidrológicos y ecológicos

Actualizado
  • 15/01/2021 00:00
Creado
  • 15/01/2021 00:00
El concepto de ciudades azules y verdes es aplicable en Panamá, tanto para la recuperación de espacios públicos y naturales, como para la construcción de áreas de recreación y turismo
Una ciudad azul-verde tiene como fin recrear el ciclo del agua de forma natural, contribuyendo a la comodidad de la ciudad al unir la gestión del agua y la infraestructura verde.

“A Panamá le falta avanzar en la conciencia de la importancia del agua para tener una vida digna”; la misma “tiene una relación directa con la cobertura boscosa”, aseguraba en días pasados Yakarta Ríos, en entrevista con La Estrella de Panamá.

Esta es una acotación que resalta la valía que la huella verde/azul tiene en el desarrollo del país y que está sustentada por la Asamblea General de las Naciones Unidas que reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable, limpia, y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.

Inclusive los Objetivos de Desarrollo Sostenible indican que de aquí a 2030, debemos lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos y también debemos proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad.

La ONU va más allá y fortalece el objetivo 11 al indicar que, para su consecución, los Estados deberán apoyar los vínculos económicos, sociales y ambientales positivos entre las zonas urbanas, periurbanas y rurales fortaleciendo la planificación del desarrollo nacional y regional.

Infraestructura azul-verde propuesta a través de la cuenca del río Juan Díaz en ciudad de Panamá (ONE Architecture – Diálogos del Agua).

Ahora bien, ¿cómo logramos articular acciones que fortalezcan una vida digna para los ciudadanos? El concepto de ciudades azules-ciudades verdes puede darnos una visión de cómo lograrlo.

¿Qué son ciudades azules-verdes?

Una ciudad azul-verde tiene como objetivo recrear el ciclo del agua de forma natural, contribuyendo a la comodidad de la ciudad al unir la gestión del agua y la infraestructura verde.

Esto se logra combinando y protegiendo los valores hidrológicos (activos azules por el color del agua) y ecológicos (activos verdes por la biodiversidad) del paisaje urbano, al tiempo que se brindan medidas resilientes y adaptativas para hacer frente a las inundaciones, por ejemplo.

Según, la iniciativa de BlueGreenCities del Reino Unido, las ciudades azules-verdes generan una multitud de beneficios ambientales, ecológicos, socioculturales y económicos. Además, impulsa, integra y valora la conexión y la interacción entre los activos azules y verdes.

Modelo de desarrollo

En Panamá, el modelo de desarrollo que se ha implementado se caracteriza porque la ciudad crece donde hay ejes de transporte, pues donde se abre un camino para generar conectividad, después suele llegar el agua potable, el alcantarillado, la luz, las escuelas y las barriadas, no necesariamente en este orden.

La expansión de la huella urbana de la ciudad se dio hacia el norte y hacia el este. La expansión hacia el norte se debió a la carretera Transístmica, que como lo indica la palabra, atraviesa el istmo, y la expansión hacia el este se dio como consecuencia de la restricción que ejercía la Zona del Canal en el territorio de la capital.

Debido a la delimitación de las áreas para la construcción del Canal, la ciudad solo pudo avanzar hacia el norte y este. Así crecen los polos de desarrollo de Pacora, Juan Díaz y Tocumen. Inclusive el aeropuerto se consolida en el área este, Tocumen.

Pérdidas en los activos verdes y azules

La conciencia de la importancia del agua para tener una vida digna, planteada por la abogada Ríos, puede entenderse como la necesidad de establecer y consolidar el concepto de una huella verde, lo que permitiría vincular el estado ambiental de las ciudades en Panamá con la pérdida de cobertura boscosa.

Cuando las ciudades avanzan a lo largo de los ejes carreteros sin planificación urbana, las áreas boscosas y los cuerpos de agua por lo general son modificados. Las áreas boscosas, es decir su activo verde, son modificadas o reemplazadas por pavimento y, las áreas azules, su activo azul, son entubadas o canalizadas.

A medida que avanzamos en la transformación del territorio, los meandros de los ríos desaparecen. Se ocultan bajo rellenos o se enderezan para ganar terreno. Cada vez que perdemos un activo azul o uno verde, perdemos los recursos naturales y la posibilidad de fomentar polos de desarrollo que nos permitan cumplir con los objetivos del desarrollo sostenible a 2030.

La pérdida de estos activos no solamente está ligada a los recursos naturales, sino también al aumento de la presión socioeconómica en los ciudadanos, los cuales tendrán que pagar precios más altos por el acceso a los activos que antes se encontraban en las cercanías de sus hogares.

Y si le damos valor a los activos verdes y azules, ¿qué podría pasar?

La cotización en bolsa de algunas materias primas, como el trigo y la soya, se realizan para que los productores y los compradores tengan sostenibilidad en los precios a los que se comprará y se venderá cada grano.

De esta manera, el mercado se vuelve sostenible porque hay rangos de valores máximos y mínimos a los que cada grano puede ser vendido o comprado a futuro. Cotizar en bolsa otorga confianza a los actores del mercado.

En el caso de Panamá, si el agua cotizara en bolsa, una posibilidad que pudiera ocurrir es que el mercado que depende de ella estaría organizado y estructurado. La materia prima de estas industrias, compradoras y vendedoras, serían los “activos azules y activos verdes”. Posiblemente sería un mercado marcado por la sostenibilidad de sus industrias, pudiendo ser una de ella el turismo y el comercio.

Imaginemos un área de la ciudad con cobertura boscosa extensa y ríos sanos. Limpios. Cristalinos. En este lugar primaría el desarrollo sostenible de los recursos naturales, lo que daría valía a las estructuras que fueran a desarrollarse en esa zona.

Imaginemos un área de movilidad urbana donde el comercio se desarrolle ordenadamente. Áreas definidas para el desarrollo comercial a lo largo del paisaje verde. Caminos o ciclovías que crucen las áreas de comercios, tanto para conectarlos con las áreas residenciales como para articularlos con áreas recreativas y turísticas. Sectores de turismo para avistamiento de aves migratorias en zonas de humedales. Turismo de ecosistemas en manglares y ríos. Un área con planificación urbana accesible a los ciudadanos.

El recurso natural (activos verdes y activos azules) que cotizaría en la bolsa dependería de que el Estado contabilizara sus recursos, que supiera cuál es el balance hídrico en cada cuenca, además de cuánta agua aporta cada río a ese balance; que el Estado publicara de forma periódica cuánta cobertura boscosa existe en cada cuenca, en cada corregimiento y cuánta de ella es posible trasformar sin que se afecte el índice de calidad del agua en los ríos para no agotar el recurso. Con esto se conservaría el valor de los activos azules y verdes, dado que la sostenibilidad del mercado dependería de ello.

Ciudades sostenibles

El concepto de ciudades azules y verdes es aplicable en Panamá, tanto para la recuperación de espacios públicos y naturales, como para la construcción de áreas de recreación y turismo.

Oenegés, como Wetlands International, apuestan por la aplicación de este concepto para alcanzar los ODS.

La autora es investigadora científica en recursos hídricos e ingeniera civil. También es doctora en ingeniería agrícola con mención en recursos hídricos en la agricultura (Chile).

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