Desarrollo resiliente e inclusivo, una respuesta al cambio climático

Actualizado
  • 15/04/2022 00:00
Creado
  • 15/04/2022 00:00
El GBM considera que los cinco sistemas clave para impulsar acciones que mitiguen el cambio climático son los sistemas de energía, agricultura, alimentos, agua y tierra, porque están enmarcados en las ciudades, el transporte y las manufacturas y generan más del 90% de las emisiones de GEI
Siendo la agricultura, alimentos, agua y tierra, elementos clave en el futuro de las inversiones climáticas hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el BM aumentará el apoyo a la agricultura climáticamente inteligente.

El documento del Grupo Banco Mundial (GBM), 'Plan de acción sobre el cambio climático 2021-25', señala la importancia de avanzar en los aspectos relacionados con el cambio climático a través del enfoque de un desarrollo verde, resiliente e inclusivo, de manera que se logre contribuir a la erradicación de la pobreza y el impulso de la prosperidad compartida sin perder de vista la sostenibilidad.

En este documento, el GBM plantea su estrategia de acciones hacia los países (clientes), de acuerdo con las economías de los países en vías de desarrollo y por ello busca alinear el clima y el desarrollo al diagnosticar, planificar y diseñar políticas sobre el clima para el desarrollo sostenible en los países, siempre con base en el acuerdo de París.

De esta manera impulsará el financiamiento en temas de clima que tengan impacto en las sociedades. Esto permite al GBM priorizar las transiciones en los sistemas clave de las economías, tales como energía, agricultura, alimentos, agua, tierra, ciudades, transporte y manufacturas.

Para alcanzar los diagnósticos necesarios para el diseño de políticas relacionadas con el tema de cambio climático, el GBM considera que es necesario identificar y priorizar las oportunidades de adaptación y mitigación, teniendo en cuenta las ventajas, las desventajas y los costos de transición, para obtener el máximo nivel de resultados en el contexto de las necesidades, circunstancias y prioridades singulares de cada uno de los países (clientes).

Es la oportunidad para los países de incrementar la posibilidad de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible a 2030.

Es decir, con estas acciones los países obtendrán un enfoque integral en sus soluciones y estas abarcarán aspectos de la economía, políticas y planes destinados a crear el entorno propicio para la acción climática.

La integración en las soluciones incluirá, además de criterios ecológicos en los proyectos, la integración de criterios en el ciclo económico.

Es decir:

1. Incorporar las prioridades climáticas en los marcos macroeconómicos de los países que guían la política fiscal y las grandes inversiones nacionales.

2) Integrar la planificación climática en los presupuestos y gastos nacionales para brindar un apoyo presupuestario adecuado a la acción climática, y optimizar la asignación general de recursos públicos, desbloqueando los flujos de financiamiento privado.

3) Incorporar los objetivos climáticos en las regulaciones y los incentivos del sector financiero para que el sector sea resiliente a los impactos del cambio climático y a los riesgos de la transición, hacia bajos niveles de emisión de carbono, y movilizar fondos para la acción climática;

4) Incorporar objetivos climáticos en la planificación de los sistemas para integrar el clima en los objetivos económicos, de inclusión social y de otro tipo, evaluar las vinculaciones multisectoriales y los impactos regionales, e identificar las ventajas, las desventajas y las sinergias.

5) Integrar los objetivos climáticos en reformas y políticas tendientes a lograr entornos propicios para atraer la inversión privada.

El GBM considera que los cinco sistemas clave para impulsar acciones que mitiguen el cambio climático son los sistemas de energía, agricultura, alimentos, agua y tierra, porque los cinco están enmarcados en las ciudades, el transporte y las manufacturas; a su vez, estos generan más del 90% de las emisiones de GEI a nivel mundial.

Para el GBM, abordar estos sistemas logrará impulsar un futuro resiliente y con bajas emisiones de carbono, además de apoyar en la restauración y conservación del capital natural y la biodiversidad.

Además, abordarlos significa la oportunidad para los países de incrementar la posibilidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible a 2030, puesto que la acción climática centrada tanto en la mitigación como en la adaptación en estos sistemas clave puede generar mayor productividad, más puestos de trabajo, economías más resilientes y mayor inclusión social.

De allí la importancia de que los países realicen una inversión significativa en educación, capacitación y reconversión para desarrollar habilidades en estos sectores clave, a fin de que los habitantes de los países clientes se beneficien de los puestos de trabajo creados en la economía verde.

Debido a esto, el GBM dará prioridad a la acción climática en estos sistemas para promover los objetivos de desarrollo a través de operaciones y programas de gran impacto en los países, como son las reformas de políticas, inversiones del sector público y privado, garantías y servicios de asesoría.

Lo anterior incluye apoyo técnico y financiero a las medidas de adaptación en otras áreas prioritarias, como la gestión del riesgo de desastres, la resiliencia costera y la seguridad hídrica.

Siendo la agricultura, alimentos, agua y tierra, elementos clave en el futuro de las inversiones climáticas hacia el logro de los objetivos de desarrollo sostenible, el BM aumentará el apoyo a la agricultura climáticamente inteligente (ACI) en toda la cadena de valor de la agricultura y el sector de los alimentos a través de sólidas intervenciones normativas y tecnológicas.

Con esto logrará impulsar tres beneficios concretos: incrementar la productividad, reducir las emisiones de GEI y aumentar la resiliencia.

Uno de los puntos clave del BM para los países es que establecerá el Centro de Alerta Temprana para la Acción Temprana, en favor de la seguridad alimentaria, que apoyará la detección rápida y el diagnóstico de las nuevas crisis de inseguridad alimentaria.

Con ello logrará enfocarse en tres temas estratégicos: i) ayudar a aumentar la productividad y, al mismo tiempo, reducir el uso de insumos y las emisiones de GEI por tonelada de producción, en especial a través de la agricultura de precisión y la agricultura regenerativa o de conservación; ii) incrementar la sostenibilidad de la producción ganadera y, a la vez, aumentar la productividad, y iii) reducir las pérdidas posteriores a la cosecha en las cadenas de suministro a nivel mundial, a través del mejoramiento de la cadena logística y distribución, soluciones de empaquetado adecuadas, instalaciones modernas de almacenamiento y cadenas de frío, entre otros.

Como último punto en esta entrega de Huella Verde, dedicada a compartir las acciones que el GBM tiene planificadas para el apoyo de acciones dirigidas al clima que impulsen el desarrollo sostenible, se mencionan como soluciones integrales, aquellas basadas en la naturaleza.

El GBM considera las soluciones basadas en la naturaleza, elementos fundamentales en la transición de los sistemas de alimentos, agua y tierra, porque en la agricultura y la producción de alimentos estas soluciones pueden mejorar las funciones ecosistémicas en paisajes afectados por las prácticas agrícolas y la degradación de la tierra mejorando la disponibilidad y calidad del agua, la productividad de los sistemas de cultivo y la salud del ganado.

Las soluciones basadas en la naturaleza también pueden aplicarse en zonas costeras para estabilizar las costas y reducir las inundaciones y los impactos de la erosión, lo cual ayuda a la conservación de las reservas pesqueras como fuente de alimentos y a la sostenibilidad de los medios de subsistencia relacionados con la pesca, el turismo y la recreación.

Inclusive, apoya en las estrategias de reducción de las emisiones debidas a la deforestación y a la degradación forestal, conservando los bosques y aumentando las reservas forestales de carbono (REDD+).

Con estas acciones planificadas por el GBM, Panamá y los países de la región tienen la opción de concretar financiamientos que les permitan alcanzar el desarrollo sostenible de los sistemas clave de sus economías.

La autora es investigadora científica en recursos hídricos e ingeniera civil. También es doctora en ingeniería agrícola con mención en recursos hídricos en la agricultura (Chile).
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