Tras las huellas del coyote en Panamá

Actualizado
  • 18/01/2023 00:00
Creado
  • 18/01/2023 00:00
Esta especie animal migró de Estados Unidos hacia el país hace 40 años. Es considerada una amenaza para los animales domésticos como cabras, vacas, gallinas. Según los expertos, el avance de la deforestación favoreció la rápida expansión de los coyotes en Centroamérica
La fácil distribución del coyote fuera de su hábitat original se debe a que es una especie oportunista y se ha adaptado sin problema a los cambios de uso de suelo ocasionados por el hombre.

El coyote (Canis latrans) es un mamífero silvestre que se adapta fácilmente. Este depredador, cuyo aspecto es muy similar a un perro pastor alemán –hocico alargado, orejas erectas, cola caída y peluda– puede habitar en una amplia gama de condiciones ambientales.

Esta especie animal nativa de Estados Unidos que llegó al istmo, ya ha colonizado casi toda Centroamérica, según datos de expertos. El cánido lleva 40 años en el país y se cree que ya cubre todo el territorio nacional, puesto que se prevé que cruzó nadando el Canal de Panamá hacia el sur del país cuando se pensaba que sería la barrera final a su expansión.

“Sabíamos que los coyotes se estaban moviendo hacia el sur del país, pero no sabíamos qué tan lejos habían llegado”, comentó Roland Kays, investigador asociado al Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y científico del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte.

“La captura sistemática con cámaras a través de bosques y tierras agrícolas nos ayudó a descubrirlo”, dijo el experto en una nota publicada por el STRI.

¿Qué los obliga a migrar?
Los coyotes son animales regularmente sigilosos y esquivos, pero siempre habrá ocasión en que el ser humano y estos se encuentren en áreas de granjas o bosques.

De acuerdo con Alexander Montero, técnico de la Dirección de Áreas Protegidas y Biodiversidad, del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), algunas de las razones de la constante expansión de este animal son la deforestación y el desarrollo agrícola que ha creado hábitats ideales para esta especie, además de la disminución de las poblaciones de los grandes depredadores, como el puma y el jaguar.

La fácil distribución del coyote fuera de su hábitat original se debe a que es una especie oportunista y se ha adaptado sin problema a los cambios de uso de suelo ocasionados por el hombre, principalmente donde se han transformado las áreas de bosques en zonas agropecuarias y urbanas, señaló Montero.

“Si la deforestación continúa en Panamá y América Central, los coyotes podrían estar entre los primeros mamíferos en un nuevo intercambio biótico americano no tan grandioso”, con impactos ecológicos desconocidos en las presas o competidores nativos, comentó el científico Kays.

De acuerdo con el experto, también autor de varios estudios sobre el coyote en Panamá, de lo que sí están seguros es de que este animal se encuentra distribuido por todo Panamá hasta Darién.

Un depredador sigiloso

Según el técnico de MiAmbiente, los reportes de coyotes han aumentado en el país sobre todo en áreas agrícolas, ganaderas o zonas donde tienen aves o animales fuera de corrales, donde se crea un ambiente o nicho adecuado para esta especie, que requiere de estos alimentos. Actualmente es considerada como una “especie problema”, ya que hay múltiples lugares en donde hay animales y aves sueltas, presa fácil para la depredación.

Montero también indicó que es necesario que el ser humano aprenda a convivir con estas especies, tomando medidas necesarias para evitar la depredación de los animales de corral.

Regularmente para los animales domésticos que pueden verse afectados por estas especies, se recomienda mantenerlos en corrales cerca de la vivienda, instalar luces y mallas para evitar su depredación.

¿Representan un peligro para los humanos?

Los coyotes son animales regularmente sigilosos y esquivos, pero siempre habrá ocasiones en que el ser humano y los animales se encuentren en áreas de granjas, bosques o hasta zonas abiertas.

Si se encuentra con un coyote es recomendable mantener la distancia, no acercarse al animal, mucho menos si tiene cría, ya que todo animal con cría va a defenderla.

En caso de encontrarse con un coyote, Montero recomendó no correr, pues el coyote lo puede confundir con una presa. Tampoco intimidar o subir a un lugar alto, agitando los brazos o haciendo sonidos fuertes para que el animal se aleje. Si hay niños pequeños, cargarlos y mantenerlos seguros.

La época de reproducción es entre los meses de diciembre y febrero, intensificándose más en el último mes. La camada por parto es de 4 a 8 cachorros, pero la supervivencia es muy baja (entre el 50% al 70% de los individuos mueren antes del primer año).

En tiempo de gestación y crianza se vuelven muy activos, bulleros y territoriales. En cuanto a su alimentación, su dieta es muy variada por lo que se consideran omnívoros. Su dieta incluye roedores (inclusive conejos y ñeques), insectos, reptiles (culebras, lagartijas), vegetales y frutas. Pero pueden buscar comida entre basureros mal tapados y comida de mascotas.

Los coyotes son una especie de mamíferos muy ágiles y rápidos, pueden saltar hasta una altura de dos metros y correr a una velocidad de 65 km por hora.

Según los expertos, las especies generalistas como el coyote pueden tener mucha resistencia a parásitos, bacterias y virus, por ende, pueden propagarlos. Además, especies como el coyote se acercan más a los sitios donde hay humanos y ahí hay un riesgo por exposición a sus excrementos e interacción con animales domésticos, lo que puede llevar a un intercambio de patógenos que pueden ser zoonóticos.

¿Especie invasora?

Actualmente existen muchos mitos sobre el coyote en Panamá. Algunos establecen que llegó al país como una especie invasora, otros incluso aseguran que fue introducida.

En un estudio de la distribución del coyote en la provincia de Chiriquí, se valora la posibilidad de que la presencia de los primeros especímenes observados o capturados, se encuentra relacionada con individuos introducidos y mantenidos previamente en cautiverio en el distrito de Dolega, provincia de Chiriquí.

Según el estudio realizado por Carlos Iglesias H, zoólogo, entomólogo y docente de la Universidad Autónoma de Chiriquí, la aplicación de encuestas en el área fronteriza con Costa Rica reportó la presencia del coyote por primera vez en los distritos de Barú y Renacimiento, a partir del año 1995.

Sin embargo, en el distrito de Gualaca, a unos 70 km de la frontera, las encuestas señalan que desde 1980 se escuchan y observan los coyotes. Además, en ese año se capturó la primera hembra de Canis latrans, que junto a otros individuos habían matado varios terneros en la finca Los Pirrales, en el distrito de Gualaca.

Iglesias también señaló en este estudio que en el corregimiento de Potrerillos, distrito de Dolega, había una finca privada donde se mantenía en cautiverio a numerosos animales exóticos, entre ellos coyotes. “Este sitio constituye, según las encuestas, el lugar a donde fueron llevados o introducidos los coyotes por primera vez en Panamá”, según señala el artículo.

El experto concluye que es probable que a partir de este lugar de cautiverio fueran dispersadas las primeras poblaciones de Canis latrans en Chiriquí, y que a las poblaciones de coyotes registradas en el área de la frontera, a partir del año 1995, las cataloga como una especie invasora.

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