Desigualdades en el sistema de salud

Actualizado
  • 03/04/2018 02:00
Creado
  • 03/04/2018 02:00
Según la OMS, solo cinco países de Latinoamérica invierten 6% de su PIB en salud, el porcentaje mínimo recomendado por este organismo

Una igualdad en el acceso a los servicios sanitarios, una atención proporcional a las necesidades y el trabajo conjunto con otros sectores pueden conseguir un efecto estimable en el camino hacia la equidad efectiva en salud y son algunos de los objetivos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), según el informe ‘Las desigualdades sociales en salud y la atención primaria', que se publicó en la Gaceta Sanitaria de 2012.

Sin embargo, las desigualdades e inequidades en la prestación de servicios de salud, así como en la financiación de los sistemas sanitarios aún persisten en muchos países de América Latina. Según el informe, los cinco países con la peor situación respecto a la salud de su población son Haití, Guatemala, Bolivia, Venezuela y Honduras, por lo que cada uno se ve enfrentado a grandes retos para poder desarrollar sistemas de salud sostenibles, es decir, proveer —tanto en el ámbito público como en el privado—, elementos básicos como calidad, seguridad y cobertura universal e innovación y actualización.

EQUIDAD SANITARIA

La mala salud no afecta únicamente a los más desfavorecidos

En todos los países, con independencia de su nivel de ingresos, la salud y la enfermedad siguen un gradiente social: cuanto más baja es la situación socioeconómica, peor es el estado de salud.

Corregir esas desigualdades —las enormes diferencias sanitarias susceptibles de solución que existen dentro de cada país y entre los países— es una cuestión de justicia social.

‘Y no es que no haya una preocupación por llegar a la equidad en términos de salud en la región', comenta el director médico de Livemed y ExpoMED México 2018, Ángel Vázquez Hernández, y agrega: ‘Por el contrario, se están impulsando estrategias para hacer evolucionar el sector de salud y lograr un mayor y mejor acceso a éste y la Agenda de Salud Sostenible para las Américas es un claro ejemplo de ello'.

Esta iniciativa asumida por los Estados miembros de la OPS está enfocada en once objetivos orientados a garantizar que toda persona tenga derecho a una vida sana y productiva, en donde temas como rectoría y gobernanza, conocimiento, tecnología, investigación e innovación, juegan un rol preponderante para construir una salud sostenible y universal rumbo a 2030.

PANAMÁ Y LA SALUD

En Panamá no se puede hablar de equidad sin pensar en la visión revolucionaria del doctor José Renán Esquivel, médico panameño, ya fallecido, que irrumpió en los ámbitos de la salud pública con su consigna ‘salud igual para todos'. Su planteamiento central era que el médico y el equipo de salud no deberían reducir su trabajo al tratamiento de la enfermedad; al contrario, debería hacer énfasis en la producción de salud en las comunidades y a prevenir la enfermedad.

‘Aunque nuestro país está catalogado en términos absolutos, sin tener en cuenta la distribución de la riqueza, como un país de ingresos económicos medio-altos, sin embargo, el crecimiento sostenido del ingreso per cápita, no necesariamente significa un aumento igual en el ingreso económico de todos panameños, señala un Informe en Desigualdades en Salud del Ministerio de Salud de Panamá (Minsa) de 2016.

‘Esta desigualdad económica en la distribución de los ingresos se puede medir a través del índice de Gini, el cual mide hasta qué punto la distribución del ingreso (o, en algunos casos, el gasto de consumo) entre individuos u hogares dentro de una economía se aleja de una distribución perfectamente equitativa', agrega el informe del Minsa.

De acuerdo con las Naciones Unidas, un coeficiente de Gini superior a 0.40 es alarmante, ya que esto indica una realidad de polarización entre ricos y pobres, siendo caldo de cultivo para el antagonismo entre las distintas clases sociales pudiendo llevar a un descontento o agitación social.

El índice de Gini en Panamá es de aproximadamente 0.519, ocupando la posición número 140 de los 160 países que conforman el cuadro que al año 2012 publica el Banco Mundial. Panamá es uno de los países con una peor distribución de sus ingresos per cápita. Al analizar el coeficiente de Gini de Panamá en 1990 (0.560), en 1999 (0.536) y en 2006 (0.548) comparado con el coeficiente del 2012 (0.519) notamos una leve mejoría en la equidad.

NUEVAS TECNOLOGÍAS

Es una realidad que la innovación y las nuevas tecnologías brinden diferentes oportunidades de crecimiento a cualquier sector, y el de la salud no es la excepción, sobre todo si se considera el uso de la tecnología como un facilitador en el intercambio, manejo y control de la información entre pacientes y personal médico.

Según Vázquez Hernández, el sector salud está apostando hoy por las mejoras tecnológicas que facilitan y benefician la relación entre médicos, usuarios, pacientes, que van más allá del desempeño del personal, incrementando la seguridad del paciente, mejores procedimientos éticos, minimización de riesgos y pérdidas de material, así como el mal manejo o mal uso de medicamentos.

‘Por ejemplo, la evolución tecnológica en el uso de los registros médicos de electrónicos permitirá que la productividad crezca en 20%; reducir en 60% los tiempos y días de espera para recibir consulta; ahorros de hasta un 80% en papelería; reducir los tiempos de programación de cirugías, que llegan a ser de hasta 62 días; así como disminuir el desperdicio de medicamento; además de colocar a Panamá y Latinoamérica a la altura de otros países que ya implementan este mecanismo como Cuba, Argentina, Uruguay, Chile y México', acotó Vázquez Hernández.

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