Pandemia y protección, el rol de la mascarilla en la batalla

Actualizado
  • 04/08/2020 00:00
Creado
  • 04/08/2020 00:00
Dado que el cubrebocas se ha vuelto uno de los objetos esenciales para prevenir los contagios de covid-19, expertos aclaran dudas y brindan recomendaciones para tener efectividad en esta materia

Desde que el nuevo coronavirus apareció se han establecido alrededor del mundo medidas sanitarias preventivas, como el uso del tapabocas, una herramienta que alguna vez fue de uso exclusivo para el personal de Salud.

Al quitarse la mascarilla, introdúzcala en un recipiente o bolsa cerrada, y lávese las manos.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que en la medida en que los países van levantando las medidas de confinamiento y las restricciones de movilidad, es necesario que las personas utilicen las mascarillas para protegerse en situaciones en las que no se puede aplicar la distancia física recomendada.

Una investigación realizada por expertos de las universidades británicas de Cambridge y Greenwich, coincide en que si la población en general utiliza mascarillas en lugares públicos, se podría reducir el número de reproducción del coronavirus, así como también evitar nuevos brotes de la enfermedad. “Se lograría mantener el número de reproducción del coronavirus por debajo del 1.0 y se evitarían nuevas oleadas, combinando esa medida con los confinamientos”, reconoce Richard Stutt, autor principal del estudio, según publica la agencia de noticias EFE.

Ante estas recomendaciones, el cubrebocas se volvió de uso obligatorio y a la vez una moda puesto que hoy lo vemos en diferentes presentaciones, pero surgen muchas interrogantes: ¿Protegen al que la lleva o a los que están en proximidad? ¿Hay evidencia científica sobre ello? ¿Cada cuánto se debe utilizar? ¿Cuáles son los mejores? ¿Son efectivas las mascarillas de tela o caseras?

Marisa García Alonso, farmacéutica y especialista en análisis clínicos, en Madrid, España, compartió a través de sus redes sociales un estudio que realizó en torno al tema y cuya conclusión fue que su uso continuado, sin cambiarlas o lavarlas, puede convertirse en una fuente de adquisición de bacterias.

La también directora del laboratorio de Estudios Analíticos Aplicados a la Clínica, tomó muestras de cinco mascarillas distintas (una que tenía en uso, otra que llevaba en la cartera de poco uso, una recién comprada, otra de tela poco usada y no lavada, y una que tenía muchos días de uso).

Luego de dejar en cultivo por 24 horas las muestras extraídas de los cubrebocas, la microbióloga demostró que en todos los casos crecieron bacterias como staphylococcus, streptococcus, neisserias y bacillus. Pero, el cultivo más contaminado fue el de la mascarilla que tenía varios días de uso y que no había sido lavada ni desinfectada.

En otro video, la analista clínica, a quien contactamos, pero no contestó a nuestras preguntas, presenta cuatro formas sencillas y baratas de desinfectar las mascarillas, pero apunta a que en las quirúrgicas dura muy poco la eficacia protectora aunque se desinfecten. “Son de un uso más bien diario, solo si no te queda otro remedio que reutilizarla, hasta que consigas otra, entonces desinféctala”.

Por otra parte, para lograr una desinfección de las mascarillas, la especialista plantea hacer dos diluciones de aceites esenciales, agua oxigenada y vinagre, y luego colocar todo en una bandeja por tres horas al sol (entre las 11:30 de la mañana y las 2:30 de la tarde).

Debe cubrir totalmente la nariz y la boca: hay que ajustarla perfectamente para que no queden espacios entre la cara y la máscara.

En ese sentido, Daniel Pichel, cardiólogo clínico del hospital Paitilla, añade que es importante conocer sobre su uso correcto, ya que de lo contrario, el utensilio se podría convertir en un agente de contagio. “Si tocamos la mascarilla sea por la cara externa o interna (frente o detrás) con la mano contaminada por el virus, la convertimos en una ruta de contagio porque está en contacto con la boca y la nariz directamente, por lo que es importante mantener las manos bien lavadas cuando se va a colocar”, recomienda Pichel, quien participó la semana pasada del webinar 'Jornada científica avances covid-19'.

El galeno insiste que este accesorio es de uso individual y se utiliza una sola vez, en el caso de las desechables. “Como profesionales médicos, aprendemos a poner y quitar las mascarillas, pero el público en general no sabe cómo hacerlo. Luego de usarla hay que quitarla por las cintas o lo que la sujete a la cabeza, sin tocar la parte del frente, y tirarla en una bolsa desechable y luego a la basura. En el caso de las de tela, esta se lava antes de volver a usarla. Lavarla con agua y jabón en la lavadora de ropa es suficiente, sin necesidad de ir a extremos”.

Sin embargo, utilizar mascarillas no basta para lograr suficiente protección frente al SARS-CoV-2, de modo que es preciso adoptar medidas personales y comunitarias para contener la transmisión del virus respiratorio.

Por una protección más efectiva

Los expertos coinciden en que el uso masivo de mascarillas disminuye la propagación de la enfermedad y que cuando se combina con medidas de confinamiento “previene futuras oleadas del virus”.

En una investigación Richard Stutt, epidemiólogo en la Universidad de Cambridge y coautor del estudio, explica que si el uso generalizado de máscaras por parte del público se combina con distanciamiento físico y cierto confinamiento, puede ofrecer una forma aceptable de manejar la pandemia y reabrir la actividad económica mucho antes de que haya una vacuna.

Stutt no solamente se refiere a las mascarillas quirúrgicas o a las que contienen filtros. También respalda las elaboradas en casa. El estudio constata que las fabricadas con tela (aun siendo menos efectivas) pueden reducir “drásticamente” el contagio, si son utilizadas por un gran número de personas, publica la BBC.

Los médicos de Cambridge resumen el resultado de su investigación con un mensaje que dicen que se debería difundir entre la población: “Mi máscara te protege, tu máscara me protege”.

De hecho, la OMS recomienda para el público en general el uso de mascarillas de tela, las cuales deben cumplir ciertas condiciones para que realmente representen una protección para el portador y para el resto de la comunidad.

April Beller, experta del departamento de emergencias sanitarias de la OMS, explica que nuevas evidencias científicas (a partir de investigaciones de las universidades de Stanford y Colorado) sobre el uso de máscaras de tela, revelan cuáles son los materiales que pueden actuar como “barrera” a las microgotas que expelen las personas contaminadas cuando tosen o estornudan, y la manera en que deben combinarse para cumplir este cometido, redacta EFE.

“Si yo estoy infectada o tosiendo, todo entra en la máscara y no sale por el otro lado, así que es una manera para proteger al resto de personas”, comenta Beller.

Pero ahora, la OMS indica que “las máscaras deben usarse como parte de una estrategia integral de medidas para suprimir la transmisión y salvar vidas”.

Gregory Poland, experto en la covid-19 de Mayo Clinic, asegura que las mascarillas de tela también llamadas higiénicas no solamente sirven para disminuir la posibilidad de respirar el virus, sobre todo a través de las gotitas despedidas al aire, sino que también funcionan como recordatorio de nuestro comportamiento ante la pandemia, la vida distinta de ahora y la necesidad de lavarnos las manos antes de llevárselas a los ojos, la nariz o la boca”.

“Yo puedo tener la covid-19 sin ni siquiera darme cuenta, puesto que no estornudo ni toso ni tengo fiebre, pero el virus también se transmite cuando uno está asintomático o presintomático. Este tipo de mascarilla evita que yo exhale el virus a la gente o que despida partículas respiratorias al aire que otros podrían respirar y luego quedar infectados. Es decir, se evita el contagio en quienes no tienen el virus porque no respiran el aire contaminado ni las partículas respiratorias expulsadas”, añade Poland.

Aunque en su guía la OMS recalca que no todas las máscaras de tela tienen la misma calidad de filtración, señala que “la gran mayoría de las mascarillas higiénicas están confeccionadas de polipropileno, pero, pueden confeccionarse con distintas combinaciones de telas, capas y formas. “Son pocas las combinaciones que se han evaluado sistemáticamente y en esta categoría de mascarillas no hay un diseño, selección del material ni forma que sean únicos. Como consecuencia, la combinación ilimitada de telas y materiales da lugar a una filtración y respirabilidad variables”, detalla el organismo.

Poland enfatiza que pese a los estudios realizados no se ha determinado qué tipo de tela es mejor para fabricar los tapabocas. “Por ejemplo, las camisetas con tejido de buena calidad suelen ser mejores que las bufandas, mientras que las toallas de algodón con su tejido más grueso también son mejores que otros tejidos más livianos”, dijo.

A su vez, explicó que la diferencia entre las mascarillas de tela y las mascarillas médicas, como las N95, es que esta última es capaz de filtrar partículas de un tamaño similar al del virus respiratorio agudo como el SARS-CoV-2 o hasta más pequeñas. “El coronavirus tiene un diámetro aproximado de 0.12 micras y las mascarillas N95 protegen hasta 0.1 micras con una eficiencia del 95%, cantidad a la que deben su nombre. Con esto no estoy diciendo que las personas tiene que usar mascarillas médicas, pues eso sería perjudicial para los proveedores de atención médica y para quienes sí las necesitan”, advirtió el galeno.

Uso obligatorio en Panamá

El pasado mes de junio el Gobierno Nacional, mediante Resolución N° 1420, ordenó el uso obligatorio de mascarillas o cubrebocas para circular en todo el país, como medida para prevenir contagios de la covid-19. Establece además sanciones por el incumplimiento de esta disposición.

La orden surgió un día después de abrirse el bloque 2 de actividades económicas en el país, lo que aumentó significativamente la circulación de personas.

Pese a los reiterados llamados de las autoridades sanitarias a los ciudadanos para que salgan con mascarilla o cubreboca, muchos aún insisten en no utilizar esta medida de protección.

En el último informe, el Ministerio de Salud reportó más de 67 mil casos acumulados y más de 1,400 defunciones por el nuevo coronavirus.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus