La prevención como clave en los casos de melanoma

Las cifras de personas con cáncer de piel en Panamá va en aumento. Este tipo de cáncer ocupa el séptimo lugar en frecuencia y cantidad, según datos oficiales.

De acuerdo con el Instituto Oncológico Nacional (ION), en 2017 se reportaron 185 nuevos casos, mientras que en 2018 se detectaron 194 diagnósticos positivos.

Ignacio Véliz Centella, especialista en oncología médica en el ION, detalló a este medio que entre 2012 y 2016 la incidencia de melanoma –el más peligroso de los cánceres de piel– aumentó en Panamá de 1,2 a 2,3 casos por 100 mil habitantes.

“Es importante destacar que el 90% de los melanomas son prevenibles y su detección temprana puede mejorar significativamente el pronóstico y la supervivencia de los pacientes”, detalló Véliz.

De acuerdo con datos recientes del Observatorio Global de Cáncer adscrito a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 se presentaron 2,452 nuevos casos de personas con melanoma en Centroamérica.

Actualmente el melanoma representa el 1% de todos los cánceres de piel, pero causa la gran mayoría de las muertes por este tipo de cáncer. Además, es el responsable de más del 65% de muertes por cáncer de piel en el mundo.

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y desempeña una función de protección frente a lesiones, infecciones, pérdida excesiva de sudoración y radiación ultravioleta.

Sin embargo, la exposición excesiva al sol o a la radiación ultravioleta (UV) ha provocado que la incidencia del melanoma siga aumentando en el mundo. Se trata de un cáncer prevenible; y curable si es detectado a tiempo.

La mejor manera de prevenir el melanoma es disminuir los factores de riesgo que se asocian a su desarrollo. “El factor de riesgo más importante es la exposición a la luz solar, de la cual emana radiación ultravioleta tipo A (una onda larga de 320-400 nanómetros, alcanzando en una totalidad la superficie terrestre. Está presente durante todo el año, incluso en días nublados) y rayos ultravioleta tipo B con una onda media de 280-320 nanómetros, penetra hasta la epidermis (capa inferior a la dermis), así que la mejor manera de evitar el melanoma es protegernos del sol”, dijo el médico.

Igualmente mencionó otro aspecto vinculado al riesgo de padecer melanoma, como los bajos niveles de vitamina D. “Las personas tienen que asegurarse de que el cuerpo contenga los niveles adecuados de esta vitamina; principalmente las poblaciones de mayor riesgo. Además, los factores genéticos también pueden contribuir en el desarrollo del cáncer de piel”, resaltó.

Esta dolencia afecta mayormente a la población blanca. Sin embargo, Véliz enfatizó que es crucial proteger a la población infantil, porque son más susceptibles a los rayos solares y podrían desarrollar melanomas en edades muy tempranas.

También reiteró que esta enfermedad si no es tratada a tiempo puede extenderse hacia otras partes del cuerpo, incluyendo el hígado, los pulmones, los huesos, y el cerebro, provocando melanoma metastásico, el tipo de cáncer de piel más agresivo y mortal.

“El melanoma metastásico puede tener un efecto devastador en los pacientes y sus familias. Hasta hace poco tiempo, estos pacientes tenían una expectativa de vida de tan solo seis a nueve meses, después del diagnóstico. Aunque hoy gracias a las investigaciones científicas se han elaborado nuevos tratamientos con pronósticos más alentadores”, comentó Véliz.

El melanoma se forma en las células llamadas melanocitos que producen melanina, el pigmento que da color a la piel. “Es importante saber que aparte del melanoma también existe el carcinoma divididos en basocelulares y espinocelulares”, dijo.

Sumado a la protección solar como medida primaria de prevención, es importante que las personas exploren su cuerpo con frecuencia y en caso de la aparición de alguna anomalía o de un lunar cambiante o sospechoso o algún bulto pigmentado o inusual en la piel, consultar con un médico especialista.

Cuando es detectado a tiempo, el melanoma se puede curar mediante cirugía o con tratamientos como la inmunoterapia, también denominada terapia biológica. La inmunoterapia es un tipo de tratamiento para el cáncer que estimula las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer, señaló Ana Marisol Rendón, gerente médico de oncología de Merck Sharp & Dohme (MSD).

La inmunoterapia actúa deteniendo o retrasando el crecimiento de las células cancerosas; impidiendo que el cáncer se disemine a otras partes del cuerpo y contribuyendo a que el sistema inmunitario funcione mejor a la hora de destruir las células cancerosas.

Desde 2018, Panamá se convirtió en uno de los países pioneros en generar acceso público y privado a estas alternativas innovadoras para el tratamiento del melanoma.

“Las terapias inmunológicas son altamente efectivas en pacientes con melanoma, y los ayuda a alargar su pronóstico de vida”, explicó Véliz.

“Es difícil hablar de curación cuando hay enfermedad metastásica, pero hay supervivientes donde el sistema inmunológico controla muy bien la enfermedad ya veces los oncólogos nos preguntamos si el paciente ha logrado curarse totalmente. El pronóstico depende de la detección temprana”, subrayó el médico del ION.

“Conocer las señales de alerta puede contribuir a asegurar el tratamiento oportuno antes de que el cáncer de piel se haya diseminado. El melanoma se puede tratar con éxito si se detecta a tiempo”, recalcó el galeno.

Según Rendón, la regla del 'ABCDE' para la detección de lesiones sospechosas está diseñada tomando como base los signos y síntomas especificados por la American Cancer Society que pueden facilitar la identificación de estas señales.

*Asimetría: la persona debe buscar lunares o marcas con formas irregulares, o dos mitades que tengan un aspecto muy diferente.

*Bordes: son señal de alerta los bordes del lunar con irregularidades, dentados u ondulados.

*Color: debe llamar la atención que el color del lunar varíe de una parte a otra. En condiciones normales, este debería ser uniforme.

*Diámetro: un lunar de más de un cuarto de pulgada de diámetro (6 milímetros), debe ser revisado por un médico.

*Evolución: si un lunar cambia de tamaño, forma o color, o bien si sangra, pica o duele al tacto, es importante evaluarlo de manera inmediata.

Lo más aconsejable es consultar a un dermatólogo para obtener una evaluación inicial de la piel, particularmente si tiene antecedentes familiares de melanoma o si ha utilizado camas solares con frecuencia, recomendó Rendón. “Si bien es más común desarrollar lunares nuevos durante la niñez y la adultez temprana, las personas mayores pueden presentar otras manchas pigmentadas, como queratosis seborreica, que podrían confundirse con lunares y causar preocupación”, detalló Rendón

Cada 23 de mayo se celebra el Día Mundial del Melanoma con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de la prevención.

El melanoma puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Con mayor frecuencia, se localiza en áreas que estuvieron expuestas al sol, como la espalda, las piernas, los brazos y el rostro. Por esta razón, es importante tomar medidas para el cuidado de la piel y limitar la exposición solar.

La primera de ellas es la utilización de bloqueadores con factor de protección 15, si la persona se expone al sol diariamente. “Ahora, si la exposición es mucho más intensa (playa, campo,) debe ser de aproximadamente 30”, recomendó el doctor Ignacio Véliz.

El médico invita a utilizar ropa que cubra aquellas áreas que más se exponen al sol y complementar con sombreros de ala ancha, lentes oscuros y vestidos de baño que ayuden a proteger el cuerpo contra los rayos ultravioleta. “Tratar de evitar la luz ultravioleta entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m. No regresar de la playa con la piel roja. Las personas de piel muy clara o con muchas pecas deben protegerse del sol. Estas medidas simples las podemos adoptar día a día para disminuir el riesgo de melanoma”, insistió el médico.