‘Innovar es arreglar problemas, no Silicon Valley'

La innovación es un ‘estilo de vida' de personas normales y corrientes que necesitan solucionar problemas cotidianos, y no solo los avances tecnológicos de Silicon Valley, dijo el economista español Xavier Sala Martín en una entrevista con Efe.

‘La innovación es un estilo de vida, es saber que la vida te va a dar problemas por todas partes y es una manera de solucionarlos', señaló el catedrático de la Universidad de Columbia y asesor económico principal del Foro Económico Mundial de Davos, que estuvo en Chile recientemente para participar en un foro.

Sala Martín cree que la innovación se confunde con la Innovación y Desarrollo (I+D), un concepto muy de moda que remite a menudo a compañías tecnológicas y exitosos e innovadores emprendimientos.

‘Muchas ciudades del mundo quieren ser el nuevo Silicon Valley y para ello quieren crear un entorno donde se facilita que vayan las empresas digitales, las farmacéuticas o las de automóviles, que son los tres grupos que hacen más I+D', sostiene. ‘Pero hay innovación en todos los sectores porque innovar es arreglar problemas', agrega Sala Martín.

La innovación es uno de los temas de su más reciente libro, Economía en colores , la adaptación literaria y ampliada de un exitoso programa que realizó en la televisión pública de Cataluña para explicar la economía de un modo desenfadado y cercano.

De hecho, el capítulo sobre la innovación empieza con un ejemplo que tiene como protagonista al entrenador de fútbol Pep Guardiola. El economista recuerda que en 2009, en el clásico entre el Real Madrid y el Barcelona, el técnico catalán decidió cambiar de sitio a Lionel Messi y ponerlo como ‘falso' nueve para aprovechar una franja deshabitada entre los centrocampistas y los defensas.

‘Guardiola no tenía patentes, ni I+D ni nada. Tenía que innovar constantemente para solucionar un problema y es lo que hizo', explica.

Sala Martín destaca que Guardiola y otros innovadores como Amancio Ortega, fundador del grupo Inditex, o los creadores del Cirque du Soleil o las cafeterías Starbucks, partieron con la idea de solucionar un problema común y no se consideran a sí mismos grandes innovadores.

Pero para tener ideas que en el futuro se transformen en proyectos innovadores hay que cambiar radicalmente el modelo educativo, especialmente en la etapa infantil, para fomentar la creatividad, sostiene el académico.

‘En la escuela enseñamos a los niños a responder. El profesor pregunta y el niño responde. Y al niño que pregunta demasiado, lo castigan. Los otros niños se ríen del niño que pregunta. Los niños tienen vergüenza de preguntar porque los van a criticar y, sin embargo, esa es la clave de la innovación, cuestionárselo todo', afirma Sala Martín.

En su opinión, los sistemas educativos tienen un enfoque equivocado. Se evalúan los conocimientos de matemáticas, ciencias y lenguaje, y se deja de lado el arte, la creatividad y el espíritu crítico.