La llama del ajedrez ilumina la India con la clausura de la Olimpiada

Actualizado
  • 09/08/2022 09:30
Creado
  • 09/08/2022 09:30
"Estamos respirando ese nivel, ese gusto y esa tradición por el ajedrez", dijo a Efe la jugadora española Sabrina Vega.

Hace falta remontarse casi una década para acercarse al fervor con el que la India se volcó con el ajedrez como lo hizo durante estas dos últimas semanas en las que ejerció de anfitrión de la 44ª Olimpiada de este milenario deporte, que llegó este martes a su final con la inesperada victoria de Uzbekistán.

Cuna de 27 de los 75 Grandes Maestros de la India, entre ellos el excampeón del mundo Viswanathan Anand, la sureña ciudad del Chennai acogió desde el pasado 28 de julio la primera Olimpiada de Ajedrez que se ha celebrado en la India, y que reunió a más de 1.700 ajedrecistas procedentes de más de 190 países, repartidos en 350 equipos distintos.

Para encontrar una devoción similar por el ajedrez en la India hay que retroceder al año 2013, cuando Chennai se vistió de gala para ver a su compatriota Anand revalidar el trono mundial, pero acabó convirtiéndose también en el lugar en que el entonces retador, el noruego Magnus Carlsen, destronó al ídolo indio y comenzó una hegemonía que concluirá en 2023 tras su renuncia a defender el título por quinta vez consecutiva.

EN BLANCO Y NEGRO

Nueve años después de ese momento, Chennai repitió como centro del ajedrez mundial, y las referencias a las 64 casillas del tablero proliferaron por toda la ciudad, con uno de sus símbolos, el puente Napier, tiñéndose de blanco y negro para conmemorar la llegada de los mejores ajedrecistas del planeta.

Desde el aeropuerto, que disponían de mesas decoradas con tableros de ajedrez, hasta algunas cafeterías con mesas y paredes pintadas de blanco y negro: cualquier rincón era óptimo para jugar una partida rápida.

Pese a que la sede del evento se sitúa a unos 50 kilómetros al sur de Chennai, en la localidad de Mahabalipuram, un lugar más tranquilo para los jugadores, según la organización, no les impidió empaparse del apoyo de la afición local.

"Estamos respirando ese nivel, ese gusto y esa tradición por el ajedrez", dijo a Efe la jugadora española Sabrina Vega, que actúa como primer tablero en la que ha sido su octava Olimpiada.

Aunque el torneo ha dejado grandes partidas, una de las más sorprendentes sucedió en la primera semana de competición, cuando un grupo de submarinistas disputó varios juegos a casi 20 metros bajo el agua.

"La expectación de la afición local es muy buena. Además hay muchos carteles por las calles, prácticamente recorres cualquier calle y está el anuncio de la Olimpiada, y hay pintadas de piezas de ajedrez. Es bonito de vivir", señaló Vega.

A LA CARRERA

Pese al éxito de la actual Olimpiada en Chennai, el evento no estaba pensado para disputarse en la India, sino que su traslado al sur de Asia sucedió tras la ola de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania.

Ante esa vacante, la Federación de Ajedrez de la India (AICF, en inglés) decidió apostar por convertirse en la nueva sede pese a que el tiempo corría en su contra, con apenas cuatro meses para organizar un evento que suele requerir entre 18 y 24 meses de preparación.

"Afrontamos muchos desafíos, pero creo que salimos adelante en cada uno de ellos. Trabajamos muy duro durante cuatro meses y combinamos todo con el apoyo del Gobierno de Tamil Nadu y el Gobierno central", afirmó a Efe el director del torneo y secretario honorario de la AICF, Bharat Singh.

Una vez determinados a organizar la competición, la elección de Chennai fue sencilla para la federación debido a su amplia cultura de ajedrez, agregó Singh, para quien la Olimpiada supondrá un nuevo impulso a este deporte en la India.

"Esperamos que el numero de jugadores de ajedrez se doble a largo plazo", señaló, y para ello han organizado numerosas actividades alrededor del evento principal, como torneos oficiales o seminarios, y han invitado a cientos de niños en edad escolar a presenciar las partidas.

ORO DE UZBEKISTÁN

Esta edición del torneo es la primera presencial desde la Olimpiada de 2018, después de que en 2020 y 2021 la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) realizara dos eventos virtuales por la pandemia de covid-19.

Aunque todavía no hay cifras oficiales sobre el impacto que ha supuesto la Olimpiada para la ciudad, el director general de la Corporación de Desarrollo Turístico de Tamil Nadu, Sandeep Nanduri, aseguró a Efe que el turismo ha aumentado significativamente estos días, principalmente impulsado por viajeros indios que se han trasladado a Chennai para ver las partidas.

En ellos persistía la ilusión por ver el primer triunfo de la India en una Olimpiada presencial, después de que el país asiático fuera declarado vencedor junto con Rusia del torneo virtual de 2020, debido a la desconexión fortuita de varios jugadores indios durante la final.

Sin embargo, Uzbekistán se alzó con el primer oro de su historia en la Olimpiada de ajedrez de Chennai, contra todo pronóstico.

La victoria del Gran Maestro uzbeko Jakhongir Vakhidov, de 27 años, contra su oponente, el holandés Max Warmerdam, otorgó a su equipo el punto definitivo para ganar el oro tras la firma de tablas de sus compañeros en el resto de tableros. EFE

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