Los Padres de San Diego están felices con Allen Córdoba

Allen Córdoba nunca jugó más allá de la liga de novatos, sin embargo, los Padres de San Diego confiaron en sus habilidades como pelotero. La respuesta del joven pelotero panameño ha sido mejor de lo que se habría esperado.

Después de conectar su primer cuadrangular en las Grandes Ligas, aunque en un partido perdido 5-4 el lunes ante los Bravos de Atlanta, Córdoba comienza a ganarse la confianza del mánager Andy Green, y el respeto de sus compañeros.

La página electrónica de Major League Baseball (MLB) registra la buena actuación del joven jardinero de 21 años, y la forma como comienza a labrar lo que luce en perspectiva un futuro promisorio.

Córdoba, quien fue protegido en base a la Regla 5 del draft de las Grandes Ligas, le botó la esférica a envío del lanzador Jaime García, un tablazo en el séptimo episodio que viajó a 397 pies del plato.

Al llegar a la caseta, Córdoba levantó sus brazos buscando el saludo de sus compañeros, pero ninguno hizo contacto; hasta que todos se abalanzaron son él para felicitarlo por el importante hecho en su naciente carrera.

"Es especial", señaló el receptor de los Padres, Austin Hedges; "tenemos un montón de jóvenes en el equipo, que están demostrando que pertenecen a las Grandes Ligas", destacó.

El calificativo de Hedges es perfecto para Córdoba, en el análisis que el mánager Andy Green hizo antes de darle la oportunidad de quedarse en el equipo grande.

El panameño tiene una gran disciplina cuando toma su turno al bate. Tuvo 220 apariciones al plato en el equipo Johnson City, sucursal de la liga de novatos de los Cardenales de San Luis, logró 21 bases por bolas y solo fue ponchado en 19 ocasiones, un promedio de 10% en el primer renglón y de apenas el 9% en el segundo.

"En cualquier nivel en que te encuentres, se trata de un tipo que sabe ver el juego de béisbol correctamente", destacó Green.

Córdoba lideró a Johnson City el año pasado en promedio al bate (.369), carreras anotadas (49), y bases robadas (22), valores agregados a sus habilidades naturales.

Pudiendo cubrir cualquiera de los jardines, e incluso en campo corto, Córdoba no ha tenido que hacer cambios drásticos en su mecánica de bateo para acomplarse a las Grandes Ligas.

"Solo quiero estar preparado y tener un buen turno al bate, ese es mi mayor enfoque", destacó el nativo de Changuinola, quien tiene promedio de .417 con los Padres, producto de cinco imparables en 12 turnos, con un cuadrangular y una carrera empujada.

Los Padres de San Diego inician este martes dos series en casa, tres partidos con los Diamondbacks de Arizona y otros tres con los Marlins de Miami.