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- 13/10/2019 00:00
- 13/10/2019 00:00
Los Filis de Filadelfia despidieron al mánager Gabe Kapler, después de dos años de una promesa incumplida, pero con la sensación de que el único gran movimiento de la franquicia no fue suficiente.
Kapler llegó al equipo en 2017, presentando al propietario John Middleton un plan de trabajo para que los Filis llegaran a la postemporada “con seguridad”.
El plan incluía contratar jugadores “importantes”, más que trabajar con los prospectos de sus equipos de ligas menores; garantizar el éxito de su plan de trabajo pasaba por tener un jugador “súper estrella”, al que rodearía de talento circundante.
Kapler, de 44 años, no había dirigido equipos, mucho menos de Grandes Ligas; su única experiencia se remontaba al año 2007, pero no a un nivel superior.
Aún así, Middleton compró el proyecto, y Kapler terminó el 2018 con marca de 80-82, terceros en la División Este de la Liga Nacional.
Para el 2019, los Filis consiguieron los servicios multimillonarios de Bryce Harper, quien en sus siete temporadas con los Nacionales solo remolcó 100 carreras una vez, y en tres ocasiones superó los 30 cuadrangulares; sin embargo, se aseguró un contrato por 13 años y 330 millones de dólares.
Harper justifió la paga, con 35 jonrones y 114 carreras remolcadas, su mayor cantidad; sin embargo, quienes le acompañaron en el orden ofensivo se quedaron atrás.
Filadelfia acabó con registro de 80-82, y Kapler una vez más no cumplió con el proyecto que presentó.
Sin embargo, ¿fue realmente el culpable de que las cosas no fluyeran en Filadelfia, con solo un gran cañón y solo un abridor de consistencia en Aaron Nola?
La respuesta quizá este en que la realidad muestra que los Filis carecen de muchas cosas para ser contendientes, y que pusieron todos los huevos en una sola canasta, sin resultados positivos.