Tony Conigliaro: calidad, coraje e infortunio

Hay imponderables en la vida, y como el béisbol es parte de ella, también trastocan carreras, oscurecen horizontes, tronchan destinos.

Algo tan aciago como esto le aconteció a un pelotero de Los Medias Rojas de Boston de nombre Tony Conigliaro, el 18 de agosto de 1967.

Fue un juego contra los Angelinos de California. En la baja del cuarto inning , Conigliaro fue a batear después de Reggie Smith y con un out en la pizarra, frente al derecho Jack Hamilton, quien de manera involuntaria le da un pelotazo en el rostro, causándole severos daños óseos y una profunda lesión en la retina izquierda. Un terrible accidente para este pelotero encaminado a grandes logros en el béisbol.

Conigliaro había nacido un 7 de enero de 1945 en Revere, Masachusetts. Debutó en las mayores con Boston con solo 19 años de edad y ya para su segundo juego (17 de abril de 1964) se había volado la cerca.

En esa, su temporada de novato, largó 24 cuadrangulares. Al año siguiente, con apenas 20 años, Conigliaro se convierte en el jugador más joven de la historia en lograr el liderato de jonrones (32) de su liga.

Era tan imponente su posición al pararse en el plato para batear, que hizo decir al gran Ted Williams: “No cambies esa sólida postura tuya; no importa lo que te digan”. Conigliaro siguió sacando pelotas de los parques.

Para 1967, con 22 años y 197 días de edad, se convirtió en el pelotero más joven de la historia en alcanzar los 100. cuadrangulares. sin embargo, la fatalidad estaba a la vuelta de la esquina.

Conigliaro intentó un primer regreso al béisbol manteniéndose entre 1969 y 1971, años en los que logró 20, 36 y 4 Jonrones, respectivamente.

Las molestias físicas resurgían, problemas de visión, recortando sus posibilidades de desarrollo como pelotero. Trató de regresar nuevamente, cuatro años después con poco éxito (123 de promedio al bate y 2 vuelacercas en 21 encuentros).

Era el fin. Anunció no con poco pesar y amargura, su retiro. Al final de su carrera acumulaba 166 cuadrangulares. Algunos analistas proyectan que Conigliaro habría podido batear entre 500 y 600 jonrones, cosa que nunca podremos saber, lo cierto es que tuvo una excepcional capacidad para batear con poder (conectó también 139 dobletes).

Luego de su retiro, Conigliaro quiso seguir en el mundo del béisbol, como presentador deportivo de Providence y San Francisco. Hacia 1982 se postuló para comentarista de TV para cubrir los juegos de los Medias Rojas, a los dos días sufrió un derrame cerebral que lo mantuvo bajo cuidado hasta su muerte (1990), con apenas 45 años de edad.

Tony Conigliaro fue una especie de brillante cometa que atravesó el cielo del béisbol. Un lamentable accidente lo sacó de trayectoria. El infortunio se atravesó en una carrera que se vislumbraba grandiosa, pero tal y como escribió una vez el padre de los historiadores, Heródoto:

“De todos los infortunios que afligen a la humanidad, el más amargo es que hemos de tener conciencia de mucho y control de nada”.

Vale la pena apuntar que los peloteros Bryce Harper (en 2012) y Juan Soto (2018) igualaron a Tony Conigliaro como los únicos jugadores que, antes de los 20 años, lograron al menos 20 jonrones en la MLB.

En tributo a Conigliaro, los Medias Rojas crearon en 1990 un premio que lleva su nombre, y que busca distinguir a aquellos peloteros que logran superar grandes adversidades en su carrera. Testimonia el galardón toda la tenacidad y fuerza que tuvo Tony Conigliaro. Todo un luchador .