El presidente Mulino cuestiona lo poco enérgicas que son las medidas cautelares de los jueces de garantías
- 26/10/2011 02:00
GUADALAJARA. El béisbol, deporte nacional de Cuba y su principal orgullo deportivo, ha sufrido dos decepciones consecutivas, algo que al parecer jamás le había sucedido.
Tras perder 2-1 ante Holanda el Campeonato Mundial celebrado hace más de una semana en Panamá, todos los cubanos consideraron los Juegos Panamericanos como el escenario perfecto para cobrar venganza.
Cuba entró como gran favorito para ganar el oro del béisbol panamericano; pero sus brazos no pudieron resistir el castigo en los primeros episodios, y sus bates respondieron muy tarde para remontar un déficit de 12 carreras.
Al final, Estados Unidos los venció 12-10 y los apeó de la lucha por la dorada.
La dolorosa derrota puso fin a un dominio cubano en el béisbol que se inició en los Juegos Panamericanos de 1967 en Canadá.
La tropa dirigida por Alfonso Urquiola fabricó sus doce rayitas en los episodios dos, tres y cuatro, mientras que los cubanos amenazaron seriamente en el octavo episodio, cuando anotaron tres carreras; pero la rebelión fue sofocada. Los cubanos disputaban ayer la medalla de bronce con México, que perdió 5-3 ante Canadá; un duro revés para el deporte más laureado y representativo de la isla caribeña.