¿Fútbol reformado o deformado?

Actualizado
  • 07/03/2019 01:00
Creado
  • 07/03/2019 01:00
Un análisis de las nuevas normas que revolucionan el balompié

A lo largo de la historia del soccer , se han añadido normas y reglas que le han permitido convertirse en lo que es hoy: un juego con polémica pero disfrutable que, como en cualquier otro, hay árbitros ( referees o jueces) que colaboran para que la justicia domine en el espectáculo.

Fue hace varios años que se incorporaron las tarjetas de amonestación y expulsión, el número de cambios permitido por encuentro, los tiempos extras y hasta los penales, entre otros. Claro, sin olvidar el más reciente catalizador de controversias, que ha producido igual o más horas de debate que un político, denominado por sus siglas en inglés VAR (video assistant referee).

Un elemento que se ha incorporado para apoyar a los silbantes después de entender que su labor es única y concluyentemente apreciativa. Sin embargo, el apoyo visual que se ha introducido en los campos de juego no ha sido del todo positivo, y es aquí donde la FIFA ha querido continuar con la reyerta.

En días pasados se aprobaron algunas nuevas reglas que tendrán efecto en junio del presente año (Copa América), por lo que he decidido compartir el análisis de cada una de ellas en estas líneas con el objetivo de entender la –vasta o nula– funcionalidad que tendrán en su manejo.

La primera de ellas es referente a la salida de un jugador al momento de ser sustituido. Ahora podrá abandonar el césped desde cualquier punto del rectángulo, sin necesidad de acudir al punto central. Una norma que busca reducir la pérdida de tiempo al efectuarse dicho movimiento. El verdadero reto estará en el temperamento de los réferis para obligar al elemento a que abandone el cotejo por determinado sector. Nada fácil pues las personalidades son muy diversas.

La segunda es que cualquier mano en el área, meditada o no, será penal. Una decisión desafortunada, pues hay ocasiones en que el balón, producto de un disparo fuerte o cercano al cuerpo, puede pegar en el brazo/mano sin que exista una intención tácita del defensor en obstruir la trayectoria del esférico. Aquí se le resta mérito a la presunta inocencia del jugador, una característica escasa pero no extinta.

La siguiente reforma va en relación al saque de meta. En la actualidad el balón tiene que salir del área grande para que se dispute. Bueno pues eso pasará a la historia debido a que ya no hará falta, la pelota se podrá jugar en ese espacio y con eso nos demuestra la FIFA que buscaban un relleno estructural para su escena de nuevas reglas al soccer. ¿En realidad era tan indispensable? –Eso sin tomar en cuenta que son pocos los arqueros que saben salir con los pies–.

Una más: cuando la bola le pega al árbitro, de los sucesos cómicos que se asoman en una gala de patadas. La solución que han propuesto es un salomónico bote a tierra que les aseguro que traerá más problemas. Por ejemplo, si un equipo mantiene la posesión del balón, pero sucede lo anterior, y el rival lo recupera, ¿quién tendría el derecho a reclamar la pelota?, ¿y si era opción clara de gol?, ¿y si tenían un jugador menos?, ¿qué procede con el fair play ?, parece que no acabo. Igual podían haberlo pensado un poco más… o ni siquiera haberlo considerado. Gente con trabajo que parece que no lo tiene.

Otra de las reglas es que al momento de cobrar un tiro libre, los jugadores del equipo que no defienden esa opción de gol, tendrán que apartarse de la barrera al menos un metro de distancia. Estoy de acuerdo en que su función debe cumplirse al tratar de desviar el balón, pero ¿no hay mejores temas que atender, como la capacitación a los oficiales que ven las repeticiones del VAR?

La penúltima de las reformas será que los entrenadores ya podrán ser amonestados y expulsados con las tarjetas de los colegiados, tal y como si fueran jugadores. Una decisión que pone en consciente advertencia al estratega para administrar sus acciones de la misma forma que sus tutorados. Diría que es un acierto para el control emocional del banquillo.

Por último habrá una regla experimental: al momento de que un penal sea atajado o que el balón toque alguno de los postes, la jugada se termina para evitar cualquier contra remate. En el instante en que el esférico no entre a la portería se termina la opción de gol y se reanuda el partido con un saque de meta. ¡La esperanza agónica sobre la posible existencia de una anotación es parte de la esencia de éste deporte!

En fin, esas son las ideas ‘modernas' que buscan revolucionar al fútbol para pasar a los anecdotarios, estatutos que despertarán múltiples criterios al momento de calificar su marcha en cada partido, y es aquí donde me pregunto ¿será un fútbol reformado o uno deformado?

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