Sadio Mané

El delantero rompió el molde del futbolista moderno. El jugador confiesa que pasó hambre, trabajó en el campo, jugó descalzo y no fue a la escuela. Hoy puede ayudar a su gente. “Prefiero construir escuelas y dar comida y ropa a la gente pobre”, ha declarado el jugador del Liverpool en nsemwoha.com, siempre comprometido con los más desfavorecidos y siempre intentando ayudar a esos colectivos. Mané, un niño que nació en Sédhiou, una aldea cercana a las orillas del río Casanza, en Senegal. En su familia nadie entendía nada de fútbol. Pero él se empeñó en aprender y amar este hermoso juego. “Quería ser Ronaldinho. Lo estudiaba muchísimo. Era mi héroe. Y no soñaba con ser un profesional. Soñaba con ser el mejor del mundo”, palabras de el senegalés.