Panamá con la obligación de… salir aplaudida

Actualizado
  • 15/11/2019 00:00
Creado
  • 15/11/2019 00:00
A horas de disputar el último partido en la fase de grupos de la Liga de Naciones, Panamá llega optimista al encuentro ante México aunque no debería confundirse, la 'obligación de ganar' no es suya sino de los mexicanos

Se ha escuchado en el ambiente y en boca de algunos jugadores el concepto de que esta noche en el Estadio Rommel Fernández “la Selección de Panamá tiene la obligación de ganarle a México”; en el amplio lenguaje del fútbol (que lo permite todo) la frase encajaría para motivar la predisposición de cara al partido, pero tal vez la frase que mejor reflejaría la meta urgente para un nuevo abrazo de la selección con su afición sería: Panamá tiene hoy la obligación de salir aplaudida.

El juego aéreo es un arma de ataque que ha perdido presencia, recuperarla aumentaría las posibilidades de anotar.

Después de la nefasta presentación del pasado 8 de septiembre de la que salió reprobada y silbada al caer derrotada 2-0 ante Bermudas, en el último encuentro disputado por la selección en el Coliseo de Juan Díaz, hablar de “obligación de vencer a México” puede sonar a desvalorización del rival.

La “obligación de ganar” la tienen ellos por lo que representa en pasado y presente su selección mexicana en el concierto futbolístico de la región y del mundo; desde esa visión la presión les corresponde: ante su afición, por ranking FIFA y en los pronósticos. Más allá de que hace 14 años no ganen aquí un partido (1-1 en 2005, 0-0 en 2013 y 0-0 en 2016), la selección canalera tampoco los ha derrotado ni aquí ni en México. Si extrapolamos calificativos, México representa en la Concacaf lo que Brasil es a la Conmebol.

No por ello el conjunto panameño debe mermar su aspiración de ganar el partido. El respeto a un rival de la talla de México debe pasar por no tenerle miedo, pero también por evitar la sobrevaloración propia que les permita y facilite resolver el partido rápido y ampliamente a su favor.

La “obligación” de la Selección de Panamá esta noche debería estar en desarrollar en el campo un juego que haga sentir a la afición su progreso, que impida a los mexicanos hacer el suyo, que recupere a Panamá como una plaza difícil para los visitantes, con entrega hasta el último minuto en busca de la victoria; que si no se gana tampoco pierde, porque se interpretaría un empate con buen juego como una señal luminosa para avanzar en el camino largo de la clasificación de la Concacaf para Catar 2022, la opción más viable a recorrer hasta el momento. Seguramente si cumple con esta “obligación” saldría aplaudida, renovando el romance con la afición presente y la que haya dejado de asistir.

Responsabilidades y alineación

Sin lugar a dudas que para alcanzarlo la Selección va a requerir de máxima concentración, una enorme cuota de desgaste físico y mental, con una movilidad que incomode al rival pero que también en las pocas o en la única oportunidad que se le presente, no le falte precisión o puntería para no quedarse de pronto con las manos vacías a pesar del esfuerzo. Hasta en un partido perfecto se cometen errores, pero tendrán que procurar que no acontezcan en una zona comprometida donde el daño sea irreparable.

Salvo algún imponderable de último momento, el partido tiene el agregado positivo y contagioso para el conjunto de que su capitán y líder, Román Torres, llega a tope con un nuevo título profesional en una final con el Seattle Sounders, jugando plenamente los 90 minutos; al igual que Gaby Torres, un referente en el ataque, en un pico de alto de rendimiento obteniendo el título de la Copa Suramericana como titular con Independiente del Valle.

Pero no puede obviarse que una de las falencias, como resultado de haber contratado la Fepafut a Américo 'Tolo' Gallego al borde de la inicio de la Copa Naciones y sin un periodo de fogueos amistosos que facilitaran el conocimiento adecuado de los jugadores y el fútbol panameño, ha sido que en tres partidos se hayan tenido tres alineaciones diferentes, sin dar todavía con una alineación base asentada. A diferencia del proceso anterior, con Hernán Darío Gómez, en el cual había un equipo cantado de memoria, solo se movían uno o dos jugadores dependiendo de las circunstancias.

La nómina que saldrá a enfrentar a México será obra del técnico argentino y sus colaboradores que evaluarán la puesta a punto de cada jugador según sus criterios, desde el enfoque periodístico una alineación cónsona sería:

José Calderón: Ante la ausencia de Luis Mejía, aparece como el portero indicado por veteranía y conocimiento del puesto. Tiene a su haber el haber enfrentado a México en el Azteca en el partido de ida por la eliminatoria a Rusia 2018.
Francisco Palacios: El lateral derecho, quien se desempeña en el fútbol local, tuvo una buena participación en el choque anterior con los mexicanos. Román Torres y Fidel Escobar: Se sobrentiende que los dos defensas centrales deben estar desde el arranque, no se necesita argumentar su presencia, su ausencia requeriría una explicación. Azmahar Ariano: el lateral izquierdo jugó en el primer partido contra México rindiendo adecuadamente, podría repetir.
Alberto Quintero: Una de las noticias agradables fue la divulgación de la recuperación de su lesión, el fútbol creativo de la selección surge muchas veces de sus botines. Armando Cooper: llamado a último momento, gusta a algunos y a otros no tanto, estoy entre quienes lo consideran un jugador desequilibrante importante. Abdiel Ayarza: mostró su valía en El Azteca y en los Juegos Panamericanos, tiene recuperación, marca y juego aéreo; guiado correctamente puede ser vital. Yoel Bárcenas: titular indiscutible.
Gabriel Torres: a su posibilidad de gol le ha sumado un mayor despliegue táctico en el frente, salvo una mala noche sería un dolor de cabeza para los defensores mexicanos. Cecilio Waterman: Si se esgrime el argumento de que a los jugadores hay que aprovecharlos en 'su momento', pareciera indicado darle una nueva oportunidad por su presente goleador en el fútbol uruguayo.

Panamá nuevamente contra México y nadando a contracorriente, puede ser un partido con trascendencia para la Selección si logra un punto de quiebre, superando el rendimiento mostrado hasta ahora, esa es su mayor obligación. El principio para alcanzar el objetivo parte de que crean en ellos, hasta el momento han irradiado convencimiento… les quedan 90 minutos para plasmarlo.

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