Canadá y Suecia se postulan para quebrar el imperio del fútbol femenino

Actualizado
  • 04/08/2021 00:00
Creado
  • 04/08/2021 00:00
En su tercera semifinal olímpica, Canadá accede a su primera final tras superar a Estados Unidos después de 20 años. Suecia repite presencia en el duelo decisivo tras perder el oro en 2016
La victoria 1-0 de la Selección de Canadá sobre la de Estados Unidos en la semifinal de Tokio 2020, alteró las pretensiones estadounidenses de alargar su reinado en el fútbol femenino desde 2019, sumándole el oro olímpico de Tokio 2020.

Con una final inédita, Canadá-Suecia, se disputará mañana jueves el partido por la medalla de oro del fútbol femenino de Tokio 2020. Será un encuentro al que llegan los rivales con sensaciones de propósitos alcanzados en gran parte. Ambos conjuntos tienen en el historial el haber compartido podio en Río de Janeiro 2016, las suecas adjudicándose la plata y las canadienses el bronce.

Canadá llegó, según su Federación, en busca de que esta vez su medalla superara el color del bronce, alcanzado también en Londres 2012, y lo logró al asegurarse con la final, mínimamente la medalla de plata en su cuello. Un paso más allá es un extra motivacional.

Las suecas anhelaban repetir esta instancia pretendiendo una revancha de Río de Janeiro 2016 donde cayeron derrotadas por Alemania 2-1 en la final; están nuevamente allí y su objetivo es que se escriba esta vez su nombre con letras de oro.

Por su paso firme durante el torneo, la de Suecia era una cita esperada en la final. Ganó sus tres partidos en la fase de grupos y el de cuartos de final, para presentarse como favorita en la semifinal ante Australia, a la que venció 1-0.

Canadá superó 20 años de frustración ante las estadounidenses y alcanzó tres podios consecutivos en los juegos olímpicos (2012, 2016 y 2020).

En cambio, Canadá escaló serpenteando con mayor dificultad. Ganó un partido y empató dos de los tres partidos de la fase de grupos; superó los cuartos de final tras un nuevo empate, venciendo solo en la tanda de penales. En la semifinal ante Estados Unidos, aunado al poderío de las estadounidenses estaba presente el recuerdo de que las había eliminado igualmente en las semifinales de Londres 2012, además del dato estadístico de que desde hace 20 años las canadienses no podían superarlas en ningún enfrentamiento (desde marzo de 2001). Por ello, la derrota 1-0 fue una sorpresa que repercutirá por un tiempo en Estados Unidos.

Estados Unidos, la reina en entredicho

El fútbol que ellos denominan soccer ha logrado en Estados Unidos posicionarse en los primeros planos en su versión femenina, como en ningún otro país. A los estadounidenses, acostumbrados a ser regularmente protagonistas deportivos, el fútbol femenino les ha correspondido otorgando regularmente títulos mundiales que le son ajenos a su versión masculina, la cual incluso quedó por fuera de Rusia 2018. Cuentan además con un enorme potencial y acogida en la esfera colegial y universitaria.

La Selección Femenina de Estados Unidos logró su primer impacto deportivo y mediático al obtener la primera Copa Mundial Femenina de Fútbol disputada en China en 1991. En las ocho versiones que lleva el torneo han ganado cuatro y son las actuales campeonas mundiales tras su conquista en Francia 2019.

Cinco años después de caer 2-1 en la final ante Alemania (Río de Janeiro 2016), la Selección de Suecia tiene la posibilidad de buscar nuevamente la medalla de oro.

Desde que se acogió el fútbol femenino en Atlanta 1996, cuatro de las seis medallas de oro que se han entregado en las olimpiadas han sido obtenidas por ellas. La meta para Tokio 2020 era recuperar protagonismo después de quedar fuera del podio en Río de Janeiro 2016; todavía pueden conseguirlo aunque solo les queda luchar mañana ante Australia por el bronce.

Se aspiraba al oro y el resultado negativo ante Canadá caló en los medios de comunicación. En The Washington Post lo registraron entre sus principales noticias deportivas y sugirieron que “Es hora de pasar el testigo”, para impulsar la necesidad de renovar el equipo.

Barry Syrluga, el enviado a Tokio, escribió: “La mitad de este equipo, nueve de 18, tiene más de 30 años. Si hubiera habido fanáticos en las gradas aquí, fanáticos estadounidenses, habría sido hora de videos de tributo en los marcadores a ambos extremos del estadio”.

En The New York Times el periodista Andrew Keh describió el hecho: “Después del pitido final, mientras el tornado de júbilo canadiense continuaba arremolinándose, Carli Lloyd de Estados Unidos estaba agachada en el césped, completamente quieta, con la cabeza hacia abajo entre las manos. Estados Unidos, el equipo número uno del mundo, esperaba seguir su título de la Copa del Mundo de 2019 con una medalla de oro olímpica. Pero nunca pudieron juntar las piezas necesarias en Japón, nunca se parecieron al monstruo que han sido durante generaciones”.

Mientras esto sucedía en Japón, en Las Vegas la Selección Mayor Masculina de Estados Unidos se adjudicaba la Copa Oro 2020 al vencer a México 1-0, su segundo título regional en los dos últimos meses, pues había vencido 3-2, también a México, por la Liga de Naciones de la Concacaf, mostrando luces de que deportivamente va mejorando su nivel. Hechos todavía en un segundo plano, pues la preocupación es el tropiezo de la Selección Femenina en las olimpiadas, el ciclo de edad de sus figuras más relevantes y cómo recuperar liderazgo.

Pero mientras a las estadounidenses les queda pensar y planificar hacia París 2024, canadienses y suecas tienen en las próximas horas una ventana que, con la obtención del oro, puede convertirse en un trampolín perfecto para poner la mira completa en la Copa Mundial de Fútbol Femenina Australia y Nueva Zelanda 2023. Un título en poder de Estados Unidos y que intentarán conservar.

¿Quién asumirá el liderato?

Canadá se ha convertido, con su victoria ante Estados Unidos, en el tercer país en ganar medallas en tres torneos olímpicos femeninos consecutivos (2012, 2016, 2020), un logro también alcanzado por Estados Unidos y Alemania. Quedó en cuarto lugar en la Copa Mundial de Fútbol Femenino Estados Unidos 2003 y fue dos veces campeona de la Concacaf (1998 y 2010). Además, suma notorias participaciones en categorías inferiores del fútbol femenino.

Suecia quedó subcampeona en la Copa Mundial de Fútbol Femenino Estados Unidos 2003 y ha ocupado el tercer lugar en otros tres mundiales (1991,2011 y 2019). Se presenta esta vez por el título olímpico con mejores resultados de los que obtuvo en Río de Janeiro 2016.

Ganó en Tokio sus tres partidos de grupo, arrancaron venciendo 3-0 a Estados Unidos, luego 4-2 a Australia, cerrando con un 2-0 sobre Nueva Zelanda. En cuartos de final doblegaron 3-1 a Japón, la selección anfitriona, y en la semifinal volvieron a derrotar a Australia, esta vez 1-0.

En Río de Janeiro empataron en el debut con China 0-0, cayeron estrepitosamente frente a Brasil 5-1 y derrotaron a Sudáfrica 1-0. En los cuartos de final empataron1-1 con Estados Unidos en 120 minutos de juego y vencieron 4-3 en la tanda de penales. Para superar la semifinal igualaron 0-0 con Brasil en el tiempo de juego y los tiempos extras, pero avanzaron por la tanda de penales al ganar 4-3 a las brasileñas. Comparadas las gestas de Río de Janeiro y Tokio, la realizada en tierra nipona se presenta más sólida que la de Brasil.

La escuadra canadiense abrió su participación en Tokio empatando 1-1 con Japón, venciendo 2-1 a Chile y empatando después 1-1 con Gran Bretaña. En cuartos de final empató 0-0 con Brasil en 120 minutos de juego, derrotándolas 4-3 en la tanda de penales y en la semifinal venció a Estados Unidos 1-0, el extraordinario resultado que la ha llevado a disputar la final olímpica.

En Río de Janeiro 2016, en la fase de grupo Canadá se impuso a Alemania 2-1, a Zimbabue 3-1 y a Australia 2-0; en cuartos de final vencieron a Francia 1-0 y en semifinal perdieron 2-0 ante Alemania, ganando el bronce 2-1 ante Brasil. Salvo en la semifinal en la que cayeron contra Alemania, a la postre campeona olímpica, y a la que habían derrotado en la fase de grupos, aquel fue un equipo más inclinado al juego ofensivo, con cinco victorias, una derrota y ningún empate.

Más allá de las estadísticas, las dos selecciones son conscientes de que están ante una oportunidad única para presentarse como la alternativa del fútbol femenino de selecciones. Intentarán tomar riesgos ofensivos y guardar los recaudos defensivos necesarios en pos de una medalla de oro que, aunque está hecha de plata pura y chapada en oro, cotizada nominalmente en solo $800, el valor simbólico de obtenerla no tiene precio. El nombre de quien la luzca, Canadá o Suecia, seguirá resonando hasta el próximo Mundial femenino y hasta las olimpiadas de París 2024.

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