Cristiano, su pasado en presente ante el Atlético

El delantero portugués Cristiano Ronaldo vuelve a jugar en la capital de España, esta vez contra el Atlético de Madrid y vistiendo la casaca del Manchester United, el prestigioso club inglés que le brindará, durante la primera década de este siglo, la gran vitrina para su irrupción como una de las figuras rutilantes del balompié mundial.

En su segunda etapa en el club no está en uno de esos momentos regulares en el que el gol se grita regularmente asociado a su nombre; en lo que va del 2022 solo ha marcado un gol en ocho partidos, la semana pasada, ante el Brighton por el campeonato inglés, la Premier League.

Sin embargo, en la Champions League, la competencia europea de la que es el máximo goleador histórico, se espera que se active nuevamente contra un equipo que le ha sido tradicionalmente un rival dulce. En el moderno estadio Wanda Metropolitano, donde se disputa el cotejo, ha expuesto su temible capacidad goleadora; como lo había hecho anteriormente en el Estadio Vicente Calderón, el extinto y legendario recinto del Atlético de Madrid.

A Cristiano, enfrentar al conjunto ibérico lo motiva por su estadística ante ellos; los ha hecho en su carrera deportiva en 25 oportunidades y les ha marcado 25 goles, 22 jugando por el Real Madrid y tres defendiendo los colores de la Juventus.

Además, le aviva el recuerdo de la última ocasión en las que se los cruzó en el camino, en una instancia de la Champions igual que ésta, en octavos de final. Ocurrió hace tres años en 2019, cuando Cristiano era el fichaje estrella de la Juventus persiguiendo el ansiado título de la UEFA (el cual les sigue siendo esquivo desde la temporada 1995-1996).

El 20 de febrero de 2019, el Atlético de Madrid recibió en el Wanda Metropolitano a la Juventus y se impuso en el partido de ida por un claro 2-0. Un marcador que parecía suficiente renta para el club rojiblanco teniendo en la perspectiva el encuentro de vuelta en el Allianz Stadium, Turín, el 12 de marzo de 2019.

Un empate por cualquier marcador, una derrota por 1-0 o que incluyera un gol de los españoles (2-1 y 3-1) daba la clasificación al Atlético por la ventaja que le concedía entonces la regla del valor doble del gol de visitante. Una derrota por 2-0 enviaría la definición a los tiempos extras.

Aquel era un Atlético de Madrid consistente en su esquema defensivo, del que había hecho uno de sus principales argumentos, sabía contraatacar y respondía casi al 100% al concepto de su actual entrenador, el argentino Diego Pablo Simeone, de que: “Saber defenderse es también un arte”. Por lo tanto, el favoritismo se inclinaba hacia los ibéricos.

40,884 espectadores serían testigos de una noche magistral e iluminada de Cristiano Ronaldo en el Allianz Stadium. A los 27' Cristiano lograba el 1-0, a los 49' ponía el partido 2-0 y cuando parecía que el partido se iría a los tiempos extras, al minuto 86 marcaba el definitivo 3-0. Quedaba por fuera de la competición el Atlético de Madrid con una espina clavada en su corazón. Un hat-trick que está en el recuerdo de los momentos ingratos del conjunto “colchonero” en la Champions.

El 27 de agosto del año pasado, Cristiano Ronaldo se despidió de la Juventus. Con la llamada vecchia signora, CR7 disputó 134 encuentros, marcando 101 goles. Obteniendo dos ligas, una Copa y una Supercopa Italiana. Pero sin haber podido contribuir para alcanzar el principal objetivo de su jugosa contratación, el título de la Champions League. Habían pagado en el verano europeo de 2018, 127 millones de euros al Real Madrid para hacerse con sus servicios.

Su nuevo destino ahora era Inglaterra para incorporarse al Manchester United, club que lo había adquirido con 18 años al Sporting de Portugal. Con el Manchester, en su primera etapa lograría la Champions League en 2008 y el título de la Premier League, convirtiéndose en su gran estrella. Ganó ese año su primer Balón de Oro y fue goleador de la Premier con 31 goles.

Su vuelta fue avalada por el entrenador del Manchester United, el noruego Ole Gunnar Solskjaer, quien había sido compañero de Cristiano en sus últimos años como jugador. Sin embargo, la llegada de Cristiano no fue suficiente para retomar el añorado protagonismo que tuvieron los llamados red devils en otras épocas.

El 21 de noviembre pasado después de perder 4-1 contra el Watford, fue despedido Solskjaer. En sus tres años de gestión no alcanzó ningún título, había llegado en remplazo del portugués José Mourinho, cesado tras una campaña opaca.

Ocho días después, el 29 de noviembre, el Manchester United anunciaba como su nuevo entrenador al alemán Ralf Rangnick. Están con él en una etapa en transición y una campaña aún con altibajos, aunque ganaron el domingo pasado al Leed United 4-2 y llegan motivados al partido de hoy.

Han avanzado a la cuarta ronda de la FA Cup, están en los octavos final de la Champions; en la Premier League con 46 puntos, ocupan el cuarto lugar, lejos del Manchester City, el líder que les lleva una diferencia de 17 puntos.

Alcanzar los cuartos de final de la Champions es el objetivo inmediato del Manchester United, para intentar reposicionarse en la esfera internacional marcada por la presencia inglesa del Chelsea, Liverpool y Manchester City.

También para intentar prolongar la presencia de Cristiano Ronaldo en el plantel, quien no se ha contenido para dejar escurrir en los medios de comunicación su inconformidad por el escaso protagonismo de su equipo. En la prensa inglesa se especula que, al término de la presente campaña, Cristiano se irá del Manchester United.

Para Cristiano Ronaldo se antepone, a sus 37 años, lograr un cierre de su carrera a tono con lo que ha sido una larga y exigente disputa año tras año con Lionel Messi, por el podio del mejor jugador del mundo futbolístico.

Con unos números extraordinarios de eficacia frente a las porterías, un acumulado de trofeos y títulos internacionales entre los que sobresalen los cinco Balón de Oro obtenidos, las cinco Champions League y la Eurocopa 2016 con la Selección de Portugal, su reconocimiento al periódico The Sun de que empieza a sentir en sus piernas “el paso del tiempo”, parecieran indicar que está meditando el retiro en otro equipo de perfil alto.

Aunque su cuota goleadora sigue siendo significativa, al igual que Lionel Messi, mantienen protagonismo en su equipo pero sin el alto porcentaje de trascendencia e incidencia directa en los resultados que tenían antes.

2022 pinta para ser un año de enormes retos para Cristiano, sobre todo en el mes de marzo, pues la Selección de Portugal tendrá que jugar una de los tres play-offs europeos para obtener el cupo a la Copa Mundo Catar 2022, el del grupo C.

Tendrán que superar a Turquía en la próxima jornada a realizarse, del 24 al 25 de marzo, para acceder luego al partido definitivo con el ganador del encuentro Italia-Macedonia, a disputarse entre el 28 y el 29 de marzo. Cristiano y Portugal podrían quedarse por fuera de la máxima cita del fútbol mundial, un dolor que podría ser más extenso si se tiene en cuenta que Lionel Messi con la Selección Argentina, ya está clasificado al Mundial. Su figura quedaría golpeada, resignada a ver en diciembre el Mundial por televisión.

Para recibir los retos de marzo con vientos a favor, Cristiano y el Manchester United requieren esta tarde de un resultado que no les aumente la presión para el partido de vuelta a disputarse el 15 de marzo.

Una misión que buscará desbaratar el Atlético Madrid, necesitado de reivindicarse ante su afición, haciéndoles el mayor daño posible para superar su mal paso en la liga española y para cambiar la historia de Ronaldo en los choques ante el club.

Uno de los encargados de materializar esta pretensión rojiblanca será su paisano João Félix , el joven atacante llamado a ser la pieza de recambio de Cristiano en la Selección de Portugal, quien lidera el ataque del Atlético de Madrid. Cristiano, como casi siempre, se la jugará a salir aplaudido o chiflado.