‘Quisiera que la tierra me tragara’

PANAMA. El entrenador Rigoberto Garibaldi no pudo ocultar su vergüenza por el hecho de que su pupilo Rafael Concepción no pudiera cumplir con el peso pactado para su combate de esta noche.

“Quisiera que la tierra me tragara”, dijo el experimentado entrenador al comentarista Luis Castañedas, del programa “Entre Cuerdas”, en contacto telefónico desde Las Vegas.

Garibaldi reconoció parte de la culpa que le corresponde como jefe de la esquina del ex campeón mundial, pero se mostró sorprendido que el púgil amaneciera ayer en ciento diecinueve libras y media.

“Habíamos hecho un buen trabajo en el gimnasio y el muchacho estaba en tremendas condiciones, estoy apenado por lo sucedido y le pido perdón a la afición”, comentó visiblemente emocionado.

Garibaldi, un respetado adiestrador de púgiles, ha estado en la esquina de varios campeones mundiales, y hoy le toca la triste situación de tener un pupilo que incumplió su deber de hacer el peso.