Estados Unidos parece marchar en limusina a Brasil 2014

Si la Copa Oro 2013 fuera un medidor de las posibilidades de cinco equipos de la Concacaf para clasificar al Mundial-2014, Estados Unid...

Si la Copa Oro 2013 fuera un medidor de las posibilidades de cinco equipos de la Concacaf para clasificar al Mundial-2014, Estados Unidos viajaría a Brasil en limusina, Honduras y Costa Rica a pie y rezando, Panamá en un 'diablo rojo' a toda salsa, y México pisando carbones ardientes.

El torneo de selecciones de la Concacaf, que finalizó el domingo con el triunfo del equipo estadounidense sobre Panama (1-0) en una final apretada, dejó ver como andan de fútbol los 'mandamases' de la región.

Estos cinco países, que pelean por los tres boletos directos a Brasil y el medio pasaje a una repesca con Nueva Zelanda, llevaron al torneo equipos alternativos, por lo que sus resultados no pueden ser muy fiables para predecir como marcharán en la segunda parte del hexagonal final.

Pero la forma en que cada uno se marchó a casa y la recepción que le dio la prensa y su afición, sí pueden influir en intoxicar o purificar el entorno de cada selección mayor.A unos días para que arranque en septiembre la segunda parte del hexagonal, Estados Unidos encabeza la clasificación con 13 puntos, seguido de Costa Rica (11), México (8), Honduras (7) y Panamá (6).

Jamaica, con dos puntos, ya no tiene opciones.Estados Unidos fue el equipo más contundente del torneo con 20 goles en seis partidos, y la mitad de esas anotaciones firmadas por Landon Donovan y Chris Wondolowski, cinco per cápita.

Para su técnico Jurgen Klinsmann, la victoria le otorga carta blanca para profundizar en su tarea de cambiar el fútbol que juega el Tio Sam."Estamos alejándonos de un estilo de juego reactivo para acercarnos mucho más un fútbol en el que prime la anticipación y la iniciativa", reveló Klinsmann hace unos meses a la publicación FIFA.com, y por lo que se vio en esta Copa Oro, el modelo le ha funcionado.

Panamá la sorpresa y México la decepciónPanamá fue la sorpresa más grata de la Copa Oro, y México la gran decepción. Sin encasillamiento de favorito y consciente de sus carencias, el seleccionado panameño que dirige Julio César Dely Valdés desplegó un fútbol pragmático en busca del resultado.

La Marea Roja dio la primera clarinada con el triunfo tempranero ante México, y encendió las alarmas de sus siguientes rivales en el hexagonal, cuando volvió a humillar al Tri en semifinales.

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