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- 26/05/2013 02:00
LONDRES, INGLATERRA. El holandés Arjen Robben marcó un gol cuando faltaba poco más de un minuto para terminar el partido y con ello llevó al equipo alemán a covertirse en campeón de la Champions League de Europa al imponerse ayer en el estadio Wembley de Londres por 2-1 al club alemán Borussia Dortmund.
El partido fue duramente disputado por ambos conjuntos, con escasas ocasiones de gol en el primer tiempo.
Sin embargo, en el segundo tiempo cayeron los tres goles del partido y los aficionados permanecieron al filo de la butaca debido al esfuerzo desplegado por ambos conjuntos en el campo.
Cuando todo parecía apuntar hacia la disputa de tiempos adicionales y una posible tanda de tiros penales, Robben recibió un pase de taconazo del francés Franck Ribery, eludió la marcación del defensa del Dortmund Mats Hummels y tocó suave a la salida del portero Roman Weidenfeller para darle el título de la Liga de Campeones.
Fue un resultado muy deseado tanto para el mismo Robben, luego de caer en las finales de este mismo torneo en 2010 y 2012, sobre todo el año pasado, cuando perdieron en tanda de tiros penales ante el Chelsea y en una final que disputaron en su propio estadio.
Robben ya había puesto al campeonato cuando a los 60 minutos pasó el balón a Mario Mandzukic, quien abrió el marcador. Sin embargo, Ilkay Gundogan igualó para el Dortmund de tiro penal a los 68 minutos.
El triunfo le dio al técnico la distinción de ser el cuarto entrenador en ganar la Liga de Campeones con dos diferentes equipos, luego de coronarse en 1998 con el club español Real Madrid.
Además, fue un estupendo colofón para Heynckes, quien abandonará el banquillo como técnico del equipo y será reemplazado por el ex entrenador del Barcelona español, Pep Guardiola.
Una vez cumplidas dos metas, al haberse coronado campeones de la Bundesliga, ahora le toca el próximo fin de semana cuando enfrente en la final de la Copa de Alemania al Stuttgart.
FELICIDAD
El capitán del Bayern Múnich, Philipp Lahm, admitió ayer que haber ganado la Liga de Campeones fue un alivio para su equipo tras haber perdido dos finales de esa competición en los últimos tres años.
"Ha sido un alivio. Si uno pierde por tercera vez una final de la Liga de Campeones no sabe si vuelve a tener la oportunidad de ganar la competición.
Por eso la presión ayer fue enorme y eso se notó al comienzo del partido", dijo Lahm en declaraciones a la Segunda Cadena de la Televisión Alemana (ZDF).
Lahm, interrogado sobre su celebración particular con Bastian Schweinsteiger, recordó que los dos vienen jugando juntos desde las categorías juveniles del Bayern, que son el rostro de una generación importante de jugadores alemanes y que hoy ganaron su primer título internacional.
"Si pretendemos ser una generación de oro, necesitamos títulos internacionales", dijo Lahm.