Competencia

Un atleta como Irvin Saladino, quien es competitivo, nació con una serie de dones. Empezó a entrenar desde muy joven, compitió no sólo con atletas nacionales, sino internacionales, requirió de la mejor infraestructura y tecnología (que de hecho obtuvo en Brasil, no en Panamá) y compitió en eventos que tenían reglas claras y penalidades fuertes para aquellos que las rompen, sea por dopaje u otras razones.

Panamá, no es Irvin Saladino. Nosotros todavía no hemos ganado la medalla de oro para países. O sea, no estamos en los rankings como los países más competitivos. Sin embargo, vamos mejorando progresivamente.

En el Informe de Competitividad Global del World Economic Forum del 2007-2008, Panamá aparece en el ranking número 59 de 131 países evaluados.

El país viene mejorando su competitividad, pero igualmente lo vienen haciendo el resto de los países, de la misma manera en que los atletas vienen saltando cada vez más lejos.

Las fortalezas que Panamá ha desarrollado y que generan una ventaja competitiva empiezan por su privilegiada posición geográfica que viene de su nacimiento.

Sobre esa posición hemos desarrollado una capacidad portuaria y un aeropuerto de clase mundial.

Igualmente tenemos un sector financiero y de servicios muy desarrollado, aprovechado nuestro uso del dólar, acceso a capital y una regulación avanzada.

Finalmente, al igual que los puertos, Panamá tiene una alta conectividad en telecomunicaciones, con un mercado abierto y competitivo en este sector.

Por otro lado, Panamá todavía tiene varios retos si quiere ser más competitiva.

Al igual que un atleta necesita entrenarse desde joven, nuestra juventud necesita una educación de clase mundial desde kínder hasta la Universidad si quiere competir en un Mundo Globalizado. En este rubro Panamá tiene uno de sus mayores retos, con una posición muy baja (106) en la calidad de su educación.