Minería canadiense, se expande entre riesgos

PANAMÁ.. En Panamá, las mineras que están interesadas en el negocio de la extracción de minerales como el oro, cobre y la plata, coincidencialmente en minas a ‘tajo’ abierto son en su mayoría de inversionistas canadienses. Esto, no es casualidad y no trae tranquilidad al historiador canadiense, Daviken Studnicki-Gizbert, especialista en la expansión de los mineros de Canadá, en otros países.

En Panamá operan Petaquilla Gold S.A, y Minera Panamá S.A, que comparten su concesión en Donoso, Colón, y Minera Cerro Quema S.A que trabaja en Azuero; en todas hay capital canadiense y apuestas en la Bolsa de Toronto.

Ante esto, Studnicki-Gizbert amplió que la industria de la minería en Canadá es una de las apuesta económicas más fuertes de ese país. Sin embargo, también explicó que existen algunos mitos que se están propagando por América Latina, a medida que avanzan los mineros, como lo son la supuesta responsabilidad que tendrían la empresas al frente de los accionistas que financian las inversiones a través de la Bolsa de Toronto.

‘Es un mito, una completa falsedad, si bien las empresas pueden tener códigos de responsabilidad internos, su función es multiplicar el dinero, no hay ninguna norma fija en la Bolsa de Toronto que implique que una minera que haga daños ambientales tendrá alguna repercusión de los inversionistas’ reiteró Studnicki-Gizbert.

Las declaraciones del estudioso, quien es doctor en historia con investigaciones especiales sobre la influencia de la minería desde México a Centroamérica surgen paralelas a una política que difunde Minera Panamá S.A.,— empresa que le fue aprobada recientemente la construcción de la mina a ‘tajo’ abierto más grande conocida en el Istmo— de que una de sus responsabilidades más importantes es ‘hacer las cosas bien’ porque tienen que cuidar una imagen con sus inversionistas.

Minera Panamá, S.A. se propone reunir un capital de $5,000 millones por lo que están acudiendo a buscar accionistas en los mercados y en la Bolsa de Toronto.

CONTRASTE

Ernest Mast, presidente de Minera Panamá S.A, destacó que es posible hacer un proyecto de minería, aun sea a ‘tajo’ abierto que no deje daños irremediables al medio ambiente. Respondió que la minería responsable existe ante sus inversionistas y con el país en general.

Studnicki-Gizbert describió por su parte, que no es coincidencia que las mineras canadienses estén en Panamá, ya que estos negocios son ampliamente financiados en la bolsa de Toronto. ‘Son negocios irresistibles para las autoridades, ya que opinan que son negocios que traerán tanto progreso a los países que no puede negarse, y para los inversionistas es invaluable, ya que entre más crisis financiera existe en el mundo más ganan dinero porque sube el oro y los metales en general’, cerró.

Al final aconsejó como historiador que los Estados como Panamá deben medir su capacidad de fiscalización de las grandes minas, ya que son ‘mega laboratorios’, de los que no se verán las consecuencias en el medio ambiente, hasta en 30 o 40 años en promedio.